Capítulo Veintisiete: La Balada de mi corazón.

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El Gran Comedor estaba adornado con velas flotantes que establecían un brillo romántico a la habitación, y el blanco adornaba cada grieta. Me recordó a la habitación detrás de la cascada, con sus brillantes decoraciones de hielo y atmósfera mágica. El sólo recordar esa habitación hizo que mi pecho saltara. Todo era blanco y azul. Quién sea que hizo que esto realmente fuera posible, se lució.

Estaba escondida detrás de las escaleras. Hermione parecía nerviosa también, pero ella no lo demostraba tanto. Yo, por el contrario, me dije a mi misma que no había manera de que pudiera mezclarme entre la multitud. Todo el mundo estaba ya allí reuniéndose, y hacer una entrada ahora sólo causaría que todos me miraran.

-Yo iré primero, ¿De acuerdo? - Ella respiró hondo. Su vestido era largo, hecho de varios tonos de rosa. Las mangas cubrían sus hombros con un transparente brillo rosa. Ella se veía cautivadora.

Asentí. Si iba primero, tal vez me quitaría un poco la presión. Yo podría pasar por desapercibida, mientras todo el mundo divulgaba con asombro sobre lo encantadora que estaba la señorita Granger. Hermione me dio una pequeña sonrisa de aliento, luego dobló en la esquina y bajó las escaleras, hacia el baile.

Podía escuchar los suspiros embobados hacia ella, e hice una cuenta regresiva desde diez. No puede ser tan rápido, pero si iba lo suficientemente tarde, todos ellos van a pasar del hecho de mirarla fijamente a girarse hacia mí.

Una vez llegué al número uno, me forcé a mí misma a salir. Hermione había llegado al final de las escaleras, y hablaba con Harry. Esperé demasiado tiempo. Mis mejillas empezaron a ruborizarse y miré hacia abajo, mirando el siguiente paso en las escaleras.

Mi vestido, después de una búsqueda intensa, era un vestido de fiesta hasta el suelo, sin tirantes y elegante. Nunca me había puesto algo tan revelador y hermoso antes.

La tira negra que cubría mi cintura para arriba terminó, entrando en un verde oscuro de la cintura hasta el suelo, cubierto encima por una capa modesta de brillo. El brillo podría haberlo omitido, pero Hermione insistió en que era impresionante, y que nunca iba a encontrar algo mejor para mi tamaño.

Ella pudo haber tenido razón. Todo el mundo parecía pensar que sí, por la forma en que me miraban boquiabiertos, con la boca abierta para mí. Deseaba que terminara ya. Podía oír los murmullos y susurros acerca de mí. Mi rubor se intensificó, destacando por mi oscuro y deprimente atuendo. Finalmente llegué al final de las escaleras. Harry carraspeó y me sonrió.

-Te ves... Fabulosa - Me aseguró. Le di las gracias sin aliento. Hermione sonrió de oreja a oreja, y los gemelos se acercaron a nosotros. Ambos colocaron sus brazos alrededor de mis hombros.

-¡Lo sentimos a todos! ¡Ella es nuestra cita! - Fred les dijo con humor.

-¡Sí, no queremos compartirla ahora mismo! ¡La noche es joven! - George estuvo de acuerdo, y los dos muchachos me arrastraron rápidamente hacia la pista de baile. Una alegre melodía estaba sonando.

-Yo... No sé bailar... - reí. Intercambiaron una mirada indiferente y se encogieron de hombros.

-No vamos a dejar que nadie se burle de ti - Dijeron juntos. Después de un momento de declararnos miradas, reí y cedí.

Bailar con los gemelos era... Sorprendentemente más divertido de lo que esperaba. Ellos bailaron en un círculo a mi alrededor, riendo y actuando generalmente salvaje. Lo que no es nuevo. Aunque, una canción lenta parecía venir. Era tranquila y cómoda.

Cuando comenzó, Fred y George se giraron para bailar conmigo, pero manteniendo una distancia segura. Fue, de hecho, la segunda mejor noche de mi vida. Nada se compararía a la noche con Snape.

To Mend The Broken Heart (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora