EPÍLOGO

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EPÍLOGO 

Grité debido al dolor explotando en mi cuerpo. Los colmillos de Nagini se hundieron profundamente en mi cuello. Sangre caliente brotaba de las heridas profundas y los gritos de agonía de Claudinia resonaban en toda la sala. 

Cuando Voldemort se fue, ella finalmente se arrastró hacia mí. Ella puso su mano en la herida de mi cuello, y deseé que no lo hubiera hecho. No quería que tuviera mi sangre sobre ella una vez que me haya ido. Sacó su varita para tratar de curarme, pero yo negué con la cabeza. Dejó caer su varita, sollozando. 

Cuando morí, se sentió... extraño. Algo así como conciliar el sueño, sólo en mi caso, bajo sumamente dolor. No puedo recordar el momento exacto en que sucedió, pero lo siguiente que supe fue que me vi a mí mismo, sin vida, y a mi querida Claudinia sosteniendo mi cuerpo. 

Yo sabía que ella no podía verme, pero caí de rodillas a sólo unos pies de ella. Ella enterró su rostro en mis ropas, y los otros estudiantes mostraban tristeza. Yo sólo podía mirarla. Yo no quería herirla como Lily había hecho conmigo, y sin embargo, había conseguido maldecirla con la misma sensación que la belleza pelirroja me había otorgado a mí. 

La culpa se apoderó de mí, aunque sabía que no era mi culpa en absoluto. No había nada que pudiera haber hecho al respecto. Yo había tratado de persuadir a Voldemort, pero el hijo de puta era firme como una roca. 

De pronto sentí una brisa de aire fresco, y un aura melancólica sobre mí. Cuando miré hacia atrás, vi a alguien que nunca imaginé que vería de nuevo: Lily. Ella se veía exactamente como la última vez que la vi, cuando sostuve su cadáver similar a cómo Claudinia lo hacía ahora con el mío. Ella me miró tristemente con sus brillantes ojos verdes. Había poco color en ella, pero nunca podía faltar esos ojos. Yo podría reconocerlos en una multitud. 

-Lily... - murmuré con incredulidad. Ella inclinó la cabeza hacia un lado, todavía mirándome fijamente. 

-Hola, Sev. Ha pasado mucho tiempo - Ella respondió con su voz tan suave como la seda. Sentí un toque de ira en mi interior.  

-Han pasado casi veinte años - Espeté, frunciendo el ceño. No fue mi intención; sólo actué con normalidad. Ella no se preocupó por ello. 

 -Lo sé - Ella respondió. 

-No... Lo siento. No quise hablarte así - Me disculpé. Lily asintió y parpadeó sus bonitos ojos hacia mí. 

 -Crecí acostumbrada a ello, Sev. 

Sus ojos se movieron a mis espaldas, y los gritos tortuosos de Claudinia volvieron a mi impresionante realización. Lily asintió con la cabeza hacia la niña, que se agachó sobre mí con un montón de lágrimas. Miré hacia ella, sintiéndome de repente muy vacío. 

 -La amas - Dijo Lily. 

No había emoción específica en su voz. Si esto hubiera sucedido hace un año, habría negado amar a nadie más que no fuera ella. Sin embargo... Cuando miré hacia abajo a aquella triste, muchacha, sentí como si mi amor por Lily no fuera el más importante más. Ella lo era. 

El pensamiento me hizo estremecer. No era como si ya no amara o pensara en Lily, me dije, era sólo que Claudinia... No estaba siquiera seguro de cómo ponerlo. Sentía como si Claudinia conociera una parte de mí que nadie más pudo. 

 -Mas que a nada - Le respondí, sin dejar de mirar hacia Claudinia. 

Yo no sabía cómo Lily se sentiría. En algún lugar dentro, yo esperaba que ella se sintiera celosa. Pero, para mi sorpresa, y pequeño placer, Lily estaba feliz por mí. Ella sonrió, y mis entrañas se estremecieron. 

 -Estoy feliz por ti, Sev. Ella es hermosa. 

Asentí con la cabeza, incapaz de apartar los ojos de la figura desgarrada de Claudinia. Sentía como si fuera culpa mía, aunque sabía que no podía cambiar nada. Mi corazón muerto se rompió viéndola. Me imaginaba que así fue cómo me vi cuando sostuve el cuerpo muerto de Lily. Suspiré, y Lily se agachó junto a mí. 

-Quería darte las gracias, Sev - Ella me dijo, y fruncí el ceño hacia ella. Ella parpadeó hacia mí, apareciendo una pequeña sonrisa en sus labios. Los labios que yo solía soñar con besar. Pero ahora, pensando en besar a alguien, sólo podía pensar en Claudinia. Sus rosa labios carnosos, la sensación húmeda y suave de ellos. Yo podría perderme en su boca durante horas y horas. La primera vez que la besé, en Hogsmeade, cuan indeciso estaba.

 -¿Por qué? - le pregunté a ella. Nunca hice nada para merecer sus gracias, con toda honestidad. Lily miró hacia adelante, y yo seguí sus ojos: Harry. 

 -Por vigilar y proteger a mi bebé. 

-Él no es un bebé - Repliqué. Lily rió, como un bricolaje de una campana. El sonido se derritió mi interior. Se sentía muy parecido a los viejos tiempos, cuando éramos niños. Acostado en el prado con ella a mi lado. 

-Lo sé, Sev - Ella murmuró. De repente se echó a reír de nuevo - ¡Merlín, siento como si lo hayas resucitado! - Ella exclamó. Ya veía por qué se reía; era una idea tonta. Solté un bufido. 

 -No hice nada por el estilo - murmuré en voz baja. Ella me escuchó.  

-Oh, siempre has sido tan tímido acerca de ser agradable. Siempre manteniendo tu amabilidad oculta. El señor chico duro - Ella juguetonamente golpeó mi hombro. Merlín, debe haber pasado veinte años desde la última vez que estuvimos tan cerca. 

-Te extrañé tanto, Lily - El dolor entrelazó mi voz. La sonrisa de Lily se desvaneció, y ella apoyó la cabeza en mi hombro. 

-Debí haberte perdonado. Estaba tan... Enojada. No sólo contigo, de verdad... Sino con la gente de quién eras amigo. Te acusé de ser malo. Debí haber confiado más, Sev. Yo debí haber confiado más en mi mejor amigo - En medio de la misma, su voz se quebró, y ella parpadeó rápidamente para no llorar. ¿Pueden los fantasmas incluso llorar? 

Ya no importaba en ese momento. Que me perdonara y se disculpara por ser tan dura conmigo... Fue suficiente para derretir mi corazón. Envolví un brazo alrededor de ella desde el lado, apoyando mi cabeza sobre la de ella. Me sentí extrañamente... completo. Sería padre. Experimenté el amor verdadero. Tenía mi mejor amiga de vuelta. Sentía como si hubiera viajado en el tiempo, volviendo a tener nueve años de edad, recostado bajo un frondoso árbol en primavera. Una realización repentina vino a mí.

 -¿Es esto? ¿Estamos muertos, y simplemente flotamos por aquí para siempre, haciendo absolutamente nada? - cuestioné a Lily. Ella me miró con sus grandes ojos verdes. 

 -No, hay un cielo. Puedes ir realmente a dondequiera que desees - Ella respondió, volviendo la mirada hacia Harry. 

Sabía que nunca dejaría a Claudinia. No podía. La observaría, como Lily había hecho por Harry todos estos años. Yo había sopesado las consecuencias una y otra vez durante semanas, todos los días después de cada clase cuando le daba sus lecciones extras... Al principio, odiaba tener que quedarme después de las horas y enseñarle a una niña patética, sin embargo, había sentido un pequeño chip en mi interior que quería estar cerca de ella. 

No estaba seguro de lo que sentía al principio. Entonces, después de dos semanas más o menos, supe que tenía sentimientos por ella. 

Yo sabía que estaba mal, pero no me pude resistir. Me había castigado a mí mismo internamente por tener tales pensamientos de una estudiante. Y ahora, me regaño a mí mismo para no enamorarme de ella antes. Perdí tantos años haciendo mi mejor esfuerzo por ignorarla, y todo porque me dije que nunca volvería a amar después de Lily. Ignorancia completa. 

La observaré. Por siempre. 

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Y... ¡Ahora sí! ¡Terminó! Espero que realmente les haya gustado esta historia, posiblemente se les venga una sorpresilla en unos días 7u7

¡Muchas gracias por leer, votar, comentar e incluso compartir! ¡Se los agradezco mucho!

Gracias al usuario:

HaeleyWilliamson

Por haberme permitido traducir su libro :)


To Mend The Broken Heart (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora