Capítulo Treinta y uno: La pasión de Sadinia.

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Estoy segura de que tenía las cosas bajo control, pero eso no me hacía querer parar de protegerlo a toda costa. Tuve una sensación horrible en mis entrañas. Estaba obligada a protegerlo. Rápidamente me abalancé sobre él, agarrando su brazo izquierdo, y tiré de la manga hacia arriba, para revelar su Marca Tenebrosa.

No estoy segura de qué sentimientos se agitaron en mí ahora, pero había un gran revuelo indefinido. ¿Tenía miedo? ¿Me sentía protegida, como si la marca significase seguridad y  poder? ¿Estaba avergonzada?

Él no se apartó, como si fuese neutral alimentar mi curiosidad, aunque sentí sus músculos tensarse. Pasé mis dedos a lo largo de su brazo. Sobre la serpiente y la daga.

-Me gustaría que estuvieras libre de ella - Le susurré.

Me moría de ganas de hacerlo libre. 

Era la única razón de mi partida con los otros tres para cazar Horrocruxes. Me dolía pensar en hacerle esto a él, pero sabía que tenía que hacerlo. Tenía que ponerlo en libertad... hacernos libres. Se arrancó la manga hacia abajo, cubriendo la marca con sus ropas negras. 

-Hay cosas que no se pueden deshacer, Claudinia. Tengo que enfrentar las consecuencias de mis acciones - Me dijo secamente.

Sabía que él tenía razón. Tenía que enfrentar las consecuencias de mis acciones, también. Sabía que cuando me fuera con Harry, Ron y Hermione, él lo tomaría en mi contra. Él puede darme la bienvenida con los brazos abiertos, o bien puede que no me perdone. De cualquier manera, yo lo habré librado de sus cadenas. Era la única manera que sentía que podría pagarle todo lo que había hecho por mí.

~*~

Las palabras anteriores de Harry resonaron en mi mente. 

"Es lo mejor." 

Estaba en lo cierto, lo sabía. Y me gustaba más su camino.

Después de una reunión de emergencia. Hermione me había informado con orgullo sobre los hechizos, encantos y planes de escondite. Ella también me mostró su bolso sin fondo del tamaño de un monedero, pero que podría sostener una casa.

Tenía que admitirlo; Estaba impresionada. Ella realmente pensó en las cosas muy cuidadosamente. Harry me había dicho que no nos íbamos hasta que el año escolar hubiera terminado. Sería mucho más fácil de esa manera, ya que básicamente no sería faltar a la escuela, ya que serían las vacaciones de verano. Estábamos cerca de ellas, de todos modos. Sólo a menos de un mes.

Todo lo que podía pensar era en Snape. Claro, antes de todo esto ocurriera, he pensado en qué haré durante el verano sin él. Incluso consideré pasar tiempo con él durante las vacaciones. Pero ahora sabía que era imposible. 

Y dolía cada vez que pensaba de ello. Así, intenté no hacerlo.

Al menos madre vendría conmigo, me recordé. Madre había persuadido a los tres para permitir que nos acompañara: ella sería una gran ayuda, y no habría problema en absoluto. Además; ella no permitiría que me fuera de su lado, sobre todo cuando voy a una peligrosa misión.

A menos de un mes. Apenas dos semanas y tres días, de hecho. Eso parecía como si nada. No era suficiente. Nunca sería suficiente, me recordé con tristeza. Nunca estaría satisfecha con mi tiempo con él, no importa si se trataba de dos semanas o dos años. Pero las dos semanas fueron escapando rápidamente.

La vida escolar continuó, claramente como nunca. Una semana pasó como si fuera sólo una hora. Y casi ni llegué a ver a Snape. La agonía de todo esto estaba empezando a llegar a mí.

-Meow - Ronroneó mi madre, se dio la vuelta en la cama en forma de gato. Se estiró y se acurrucó en las sábanas. Suspiré. 

-¿Crees que debería? - Le pregunté. Era como si hubiesemos formado un vínculo telepático durante este tiempo. Ella se ronroneó de nuevo, luego cerró los ojos con pereza para una siesta. 

To Mend The Broken Heart (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora