Pude ver la duda en sus ojos. Sabía que los míos reflejaban el mismo sentimiento. Parpadeé contra la nieve que ahora caía más fuerte, el profesor Snape estiró su mano, limpiando suavemente la nieve de mi rostro. Sonreí ante su toque. Su mano se quedó allí por un segundo más y extendí mi mano, tomando la suya sobre la mía. Fue escalofriantemente frío.
-Confío en ti - susurré.
-No deberías - él me había dicho eso mismo antes, en su salón de clases. No, esta vez sería diferente.
Me puse de puntillas, presionando mi frente contra la suya. Lo miré a sus profundos ojos negros. Desde aquí podía distinguir el ligero marrón en ellos y un destello de algo que nunca había visto en ellos antes.
Cerré los ojos lentamente y sólo un segundo después sentí sus labios suavemente sobre los míos. Su boca estaba fría, me preguntaba las razones de por qué partes de su cuerpo, como sus manos, eran tan frías, y otras, como su torso, era tan agradable y cálido, a pesar de la nieve. Alejé esos pensamientos y disfruté del momento. Él colocó su otra mano en mi mejilla, acunando mi rostro en sus manos y envolví mis brazos alrededor de su cuello.
Pareció durar para siempre, sin embargo, pero todo terminó demasiado pronto. Él se apartó, sosteniendo mis hombros. Una punzada de miedo me golpeó, pensando que se apartó de mí en señal de frustración. Pero cuando lo miré, algo que jamás había visto antes me sorprendió. Había una pequeña sonrisa en sus labios. Un verdadero toque de felicidad. Las lágrimas humedecieron los ojos. Yo he traído esa alegría. Fui yo. Sonreí.
-Gracias - suspiré, arrojándome a sus brazos.
Apoyé mi rostro en su pecho y lo acaricié.
-¿Por qué? - él rió entre dientes ligeramente. Llevó sus brazos alrededor de mí, movimiento tan ajeno a él. Sus brazos eran un poco estirados, como si nunca antes hubiera dado un abrazo. Mi sonrisa se extendió en contra de sus mantos.
-Por darme este sentimiento - le respondí. El me apartó, sólo un poco,
-Está haciendo demasiado frío, no deberías estar fuera - él me dijo. Negué con la cabeza.
-¡Estoy perfectamente bien! No quiero volver todavía - los dos sabíamos lo que mis palabras significaban realmente. No quiero volver y tener que dejarlo. Él entrelazó nuestros dedos.
-Te veré más tarde, nos podemos encontrar en mi oficina - nuestros hombros chocaron mientras caminábamos. Se sentía natural... Normal. Aunque todo esto estaba muy lejos de ser "normal", me recordé a mí misma. Mi vida nunca podría ser normal. No mientras yo quisiera a Severus Snape y mucho menos estando con él.
Una vez que estuvimos dentro de la vista de otras personas, nos apartamos.
-Te veré pronto - me aseguró y le di una media sonrisa. Besó mi frente y me dejó ir. Lo vi irse, deseando permanecer a su lado. El anhelo en mi alma, en lugar de enfriar como pensé que tendría una vez que supe que era mío, sólo había logrado intensificar. Ahora se sentía como si una llama fuera de control desatada en mí. Todo lo que sabía era que tenía que tenerlo. Y ahora lo tenía. Sin embargo, la ausencia de él a mi lado me hizo sentir como si no.
No te preocupes, me calmé a mí misma, pronto lo verás. No seas tan pegajosa. La primera persona a la que amas y te aferras a ella como si tu vida dependiera de ello. Sólo tranquilízate. Suspirando, comencé mi caminata de vuelta al castillo.
Seguí repasando lo que sucedió una y otra vez. La sensación de sus labios contra los míos. El suave toque de su mano sobre mi mejilla. Sus dedos se deslizándose sobre los míos. Me sentí especial. Me sentí liberada. Sentía que tenía que hablar con alguien sobre esto. Sabía que no podía decirle a ninguno de mis amigos.
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To Mend The Broken Heart (Severus Snape)
FanfictionEn el sexto año de Claudinia Narissa Vitrosis, ésta es considerada una paria, ella es en efecto, solitaria. No tiene la valentía de ponerse de pie y hablar por sí misma... Bueno, literalmente. Ella nunca habla, esto es debido al abuso de su padre, u...