Capítulo Dos: Clases de Oclumancia y... Heridas.

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El Profesor Snape dio unos pasos hacia atrás y me pregunté si esto era una buena idea después de todo.

-Um ... P-profesor Snape ... - él me hizo callar, levantando su varita.

-Utiliza un hechizo de ataque contra mí - él exigió. Abrí la boca para oponerme, pero decidí no hacerlo, después de todo, él realmente no lucía como un tipo negociable y ya me estaba sintiendo muy incómoda. Así que, tomé mi varita de mi calcetín donde la había escondido por seguridad, lo apunté.

-¡DESMAIUS! - Grité, sorprendida por el tono de mi propia voz. Él se movió rápidamente fuera de mi alcance y disparó un hechizo.

-¡PETRIFICUS TOTALUS!

De repente, todo mi cuerpo se puso rígido. Me sentí atada y perdí el equilibrio, balanceé un poco antes de caer en el duro piso de piedra, mi cabeza rebotó dolorosamente en el, me estremecí, pero me negué a mostrar dolor frente a él. Mordí mi labio por un momento para resistir las lágrimas. Pedí esto, así que no podía empezar a llorar antes de que la lección siquiera comenzara.

El Profesor Snape se acercó a mí, mirándome con cierta desaprobación.

-Desarma a tú enemigo, inmovilízalo, por lo que será incapaz de atacarte - suspiró, y sentí mi labio inferior temblar un poco de dolor y mortificación - es un simple hechizo - añadió y me sentí cada vez más inútil.

Después de haberme liberado, me mostró algunos otros hechizos de defensa, que había capturado con más facilidad, lo estaba haciendo bien hasta ahora. Aprendí mucho pero sé que podría mejorar. Nos detuvimos una hora antes de la cena.

-Esto es todo por hoy - anunció, guardando su varita.

Una ligera capa de sudor se había formado en mi frente, estaba exhausta, sin embargo, fue increíble; como si él fuera muy experto en el dominio de la magia, todo el mundo pensaba que era un viejo decrépito, aunque nadie estaba seguro de su edad. ¿Mediados los treinta años, quizá? Por lo que yo sabía, su edad era un misterio. sin embargo, era tranquilo y sereno. Recogí mis cosas, mi bolsa de cuero viejo y un libro de texto para todas mis clases donde escribo notas con frecuencia, me volví hacia él.

-Aprecio mucho su ayuda, profesor Snape, muchas gracias - sonreí y él asintió antes de meterse a una pila de papeles frescos listos para calificar. No podría decir si eso era bueno o malo, aunque quizás pensé que era normal.

-Que tenga una buena tarde, señorita Vitrosis - dijo él despectivamente. Haciendo una reverencia para él, me puse en camino hacia las puertas.

-Usted también, profesor - murmuré apenas audible, cuando salí del aula.

El día siguiente fue normal, aunque la noche anterior fui incapaz de intentar sentarme con alguien en la cena, o esta mañana en el desayuno. Supongo que tomará más tiempo, quiero decir, apenas he empezado.

En clase de Encantamientos, Hermione tomó el asiento vacío al lado mío y comenzó una conversación.

-Entonces, ¿Tienes algún plan para este fin de semana? - preguntó inocentemente. ¿Planes? ¿Yo? ella ya debe saber la respuesta a eso. Negué con la cabeza en respuesta. Una sonrisa se extendió por su rostro y ella se acercó más a mí, colocando sus manos cruzadas delante de sí misma - Bueno, todos nosotros vamos a Las Tres Escobas este fin de semana, sería agradable si nos acompañaras.

Era... ¿Era esto una invitación para pasar el rato? Nunca me habían invitado antes ... ¿Qué debería siquiera decir? ¿Cómo la gente acepta invitaciones humildemente?

¿Siquiera deseo salir? Quiero decir, sí pero... Bueno, es un poco pronto, no sabía si podía confiar en esta chica.

-Yo... Nunca he estado... - murmuré con timidez.

To Mend The Broken Heart (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora