Capítulo Ocho: Viendo a Través de Nuevos Ojos.

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Han pasado cinco semanas, cinco semanas desde que comencé las clases extra con el Profesor Snape y cinco semanas desde que hice mi primera amiga. Ahora estaba en una clase, el Profesor Snape estaba enseñándome más sobre Oclumancia. Habíamos conseguido sentirnos cómodos conociendo los secretos del otro, es una especie de situación mutua. Él conocía mis secretos, yo conocía los suyos y ninguno de nosotros hablaba sobre eso. 

Hemos llegado a ser algo así como casi amigos. Aún no podía verme a mí misma llamarlo de otra forma que no sea Profesor Snape, y él aún me llamaba por un simple "Señorita Vitrosis". Sin embargo, habíamos formado una especie de acuerdo entre socios. Ambos habíamos tenido una vista previa de la dura vida del otro. Me enteré de que había visto morir a sus padres cuando era muy joven. La escuela fue su escape, aunque el era callado y algunas veces agredido. Él sabía todo sobre mi vida con mi padre y la razón por la que no hablaba mucho. Estábamos en igualdad de condiciones.

No he tenido ningún problema con nadie todavía, por ahora. Draco me daba miradas a menudo, aunque todas eran fácilmente ignoradas. He estado saliendo mucho con la multitud de costumbre. Luna y yo nos volvimos más cercanas, casi mejores amigas. Incluso tengo planes con ella este fin de semana.

-Bloquéame - dijo bruscamente. Había aprendido a ignorar sus tonos ásperos, ahora estaba acostumbrada a ello. Asentí con la cabeza, él exclamó un hechizo contra mí, el cuál esquivé con un hechizo atador. Me felicitó, con orgullo, aunque trató de esconderlo - Bien hecho, señorita Vitrosis - reconoció. Esta era la primera vez que había evadido con éxito un hechizo del Profesor. Le sonreí de oreja a oreja.

-¡Oh, Profesor! ¡Lo estoy haciendo tan bien! 

Él asintió con la cabeza -Si, has avanzado rápidamente, ahora todo lo que tienes que hacer es utilizar tu conocimiento sin dudarlo.

Dudar antes de una lucha era mi única debilidad. Era rápida y potente, pero a veces me daba miedo. Practicar con uno de los profesores más poderosos me ha ayudado mucho.

-Sí, bueno, ahora sé que puedo hacerlo - le dije con confianza. Ya no le fallaré. Una pequeña parte de mi estaba sedienta de problemas, sólo para poder mostrarle mi fuerza.

-Entonces eso es todo - Me dijo, caminando de regreso a su escritorio. Estaba confundida.

-¿Qué quiere decir con que... "eso es todo"? - pregunté. Se enderezó a una pila de papeles sin levantar la vista.

-Quiero decir que usted está lista, ya no necesita más estas lecciones - aclaró. ¿Lista? ¿Con las lecciones? ¿Estaba tratando de escapar de las lecciones? ¿No me quería cerca? de sólo pensarlo sentí una punzada de dolor en el pecho.

-Pero... no estoy lista... - lo contradije. Alzó una ceja.

-Usted dijo que ahora sabía que podía hacerlo, está lista. 

Estúpida, era tan estúpida. ¿Por qué dije algo tan ignorante y estúpido? Ahora él piensa que no necesito más ayuda ¿Cómo voy a prepararme mentalmente? ¿Cómo voy a practicar sin él? 

-Pero, ¿Con quién voy a practicar Profesor Snape?

No tenía a nadie capaz de ayudarme, viendo que con el resto de estudiantes y profesores aún era tímida. El Profesor Moody está un poco fuera de sus cabales y nadie más parecía ser un luchador. Necesitaba al profesor Snape, puede ser egoísta, pero yo le necesitaba.

-Usted lo averiguará, es una chica inteligente - dijo despectivamente, sin dejar de mirar su pila de papeles. Dolió. Corrí hacia él, atrapándolo con la guardia baja. Bajó la mirada hacia mí.

-¡Necesito su ayuda! ¡Nadie más me puede ayudar! ¿Quién más puede ayudarme a practicar Oclumancia? No quiero que nadie más sepa mis secretos - espeté apresuradamente. Si pudiera elegir, no querría que nadie más sepa los secretos que mantenía tan profundamente ocultos. Ellos eran míos. El Profesor Snape me miró, con una expresión indescifrable. 

-Usted no tiene necesidad de practicar, es excelente en el área - él argumentó.  Nuestros ojos estaban todavía firmemente conectados. Sus profundos ojos negros tan llenos de secretos, oscuridad y dolor de las heridas no cicatrizadas. Tenía una mirada similar en mis ojos. Vacía, falta de amor, oscuridad y desolación. Sin brillo como los demás. Teníamos el mismo pasado áspero.

-Está bien, practicaremos después de las vacaciones de navidad - sucumbió después de un minuto de silencio. Sus palabras interrumpieron mis pensamientos. Estaba completamente aturdida y en otro lugar justo en ese momento. De acuerdo, vacaciones de navidad. Temía ir a casa. Padre nunca me permitió celebrarla y mucho menos me hacía regalos. Por lo general no intercambiábamos ni una sola palabra durante las vacaciones. No quería irme a casa. Tal vez podría obtener un permiso para quedarme, no es como si él vaya a extrañarme.

-¿Qué si me dieran un permiso para quedarme? ¿Va a estar aquí? - le pregunté. Él no se esperaba eso. 

-No tengo planes - el respondió. Asentí con la cabeza. 

-Yo no quiero ir a casa, no es como si mi padre se diera cuenta de mi ausencia - Ni siquiera me dí cuenta de las dolorosas palabras hasta que salieron. Me tapé la boca. ¿Por qué acababa de decir eso? mis mejillas se tornaron rojas. - Lo siento, Profesor... 

-No te disculpes, no hay nada que lamentar - dijo. Asentí.

-Gracias, Profesor Snape - hubo otro momento de silencio entre nosotros y mi estómago se estremeció. ¿Cuál fue este sentimiento? Me incliné hacia delante un poco.

Ni siquiera me di cuenta de que me había movido. Estábamos a tan solo unos centímetros de distancia y mi respiración era poco profunda. Él estaba tan caliente, nosotros no nos estábamos tocando, sin embargo, yo podía sentir el calor de su cuerpo sobre el mío. 

-Profesor Snape... - me interrumpió, sin saber qué decir. No dijo una palabra. Nos quedamos así por más tiempo. No sabía si salir, hablar, o acercarme aún más. Yo sabía lo que quería hacer, pero tenía tanto miedo de cometer un error y que el Profesor Snape me odiara. Preferiría morir.

Tenía la mirada fijada en el suelo, sin saber dónde mis ojos debían estar. Mis mejillas estaban calientes, y sabía que si lo miraba a los ojos, todo mi cuerpo ardería.

-Confío en usted - dije perfectamente, sin murmuración o tartamudez, aunque fue un susurro. No dijo nada durante unos segundos pero luego finalmente habló. 

-Usted no debería - él me dijo con voz dura. No era su usual tono brusco, sin embargo, eso fue algo más que una advertencia, como si él estuviera tratando de frenar algo. Negué con la cabeza y me atreví a mirarlo a los ojos.

-Lo sé, pero no puedo evitarlo, lo hago - No estaba segura de qué iba a pasar, esto había sucedido muy rápido, sin embargo, el tiempo pareció detenerse. Acabo de admitir mi secreto más profundo. ¿Qué iba a decirme? ¿Tenía algún tipo de sentimiento hacia mí, como yo los tenía hacia él? Sentimientos que estaban mal, pero tan, tan bien al mismo tiempo. Sentí la necesidad de seguir hablando - Nunca he sentido que tuviera a alguien en quien confiar, nadie podría entender lo que he pasado, pero usted lo hace, siento que puedo decirle cualquier cosa - admití.

-Lo sé - dijo. ¿Él lo sabía? ¿Qué significa eso? ¿Él sabe que me siento de esta manera? ¿ÉL se siente de la misma manera? Él se veía tan vulnerable ahora, tan frágil, como si pudiera romperse en un millón de pedazos con sólo tocarlo.

Oh, y como deseaba tocarlo. Mi sangre ardía dentro de mí, sólo de imaginar extender la mano y abrazarlo, sentir su piel y su cabello. Sentir sus poderosos brazos alrededor de mí.

¿Qué pasaría ahora?

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Uff.... éste ha sido el capítulo más difícil de traducir y adaptar, realmente me rompí metafóricamente la cabeza con este capítulo, en este mismo instante tomaré mi muy merecida siesta e.e

Comenten y voten *Al menos este capítulo, de verdad me costó mucho*

Gracias a:

@HaeleyWilliamson

Por haberme permitido traducir su libro :)

To Mend The Broken Heart (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora