Capítulo Veinticuatro: Regreso Al Colegio.

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-¡Tenemos que hacer algún tipo de plan! ¡No podemos limitarnos a sólo arriesgar nuestro cuello! - dijo Hermione. Ella, obviamente, estaba pensando en nuestra seguridad. Harry estaba pensando en venganza. Ron estaba pensando en seguir con vida. Yo estaba pensando en Snape.

¿Qué pensaría si me escapo para cazar Horrocruxes? ¿Metiéndome a mí misma en peligro? Yo sabía que él lo desaprobaría completamente. Él nunca permitiría que me vaya con estos tres con la esperanza de derrotar a Voldemort de una vez por todas. Podrían matarme. ¿Burlar a los mortífagos? No es tan fácil como podemos pensar.

Estaba lleno de los concecuencias y riesgos... pero parecía valer la pena. Yo había descubierto que Snape era un Mortífago esa noche en la habitación detrás de la cascada. Es un poco difícil ignorar un tatuaje de una serpiente gigante y una daga en el brazo. Sabía que era la marca de los mortífagos. Yo no podía creer que él era uno de ellos.

Pasé mis dedos a lo largo de su longitud.

-Y... Eres un... M-mortífago... - no había sido una pregunta. Snape me permitió tocarlo, aunque a regañadientes. Me sentí enferma por dentro. Retorcida. Engañada. Por encima de todo, sentí como si todo era una mentira. Snape no podía ser uno de ellos, él no era así. Claro, él era áspero, de corazón frío, cruel, sarcástico, y poco compasivo... Pero él no era como ellos. Él no era el tipo que mataba por diversión. No imaginar verlo matándo a nadie en absoluto.

-Es un asunto complicado, Claudinia - Él respondió con suavidad. Me senté, estrechando las sábanas hacia mí misma. No había estado completamente desnuda, pero lo suficiente para sentir modestia y timidez en este tipo de situación.

-Tú... ¡Dumbledore confía en ti! ¡No lo puedes traicionar!... A mí... - Sentí las lágrimas brotar de mis ojos. El hombre que tanto amaba era un Mortífago. No podía ser cierto. Pero la prueba estaba en su piel. Él tenía la marca oscura. Snape se sentó también, aunque no tomó sus posibilidades en mí consolando a la sorprendente noticia.

-Soy un espía. Dumbledore me lo pidió - Él me informó con un tono tranquilizador en su voz. Lo miré, con súplica en mis ojos, rogando que sea verdad y no sólo una mentira reconfortante. Miré hacia abajo.

-Así que... ¿Eres como un agente doble? ¿Siempre ha sido así? - le pregunté. Para mi sorpresa, él negó con la cabeza.

-Realmente era un mortífago antes. Dumbledore me sacó de ese lado. Él me salvó de un destino cruel de comprender. Le debo a él continuar espiando - A través de su explicación, me di cuenta de lo mucho que despreciaba el hecho de haber participado con el grupo.

Lo odiaba por tener una unión a ello también, pero si Dumbledore le pidió que lo hiciera, podría aceptarlo. De hecho, cuando pensé más en ello, lo admiré. La valentía que él estaba mostrando continuando en ello como él lo hacía, sólo para obtener información para Dumbledore. Dijo que se lo debía a él, por llevarlo de nuevo al lado correcto de las cosas.

Asentí con la cabeza y me incliné sobre su pecho. Él puso sus brazos alrededor de mí y me meció tranquilamente. Él no era malo como ellos. Él no lo era.

Y ahora, sabiendo los peligros que podría enfrentar... Parecía probable que no lo lograría salir con vida. Pero tenía que intentarlo. Toda mi vida ha consistido en encogerme en un rincón, en silencio, y permitiendo que me golpearan como un animal. Sólo no podía quedarme y dejar que cosas horribles sucedieran a personas inocentes. Cada segundo que esperamos es otro segundo que alguien inocente se ve perjudicado por Voldemort y sus mortífagos.

Amaba a Snape con todo mi ser. Pero él tenía que comprender que también estaba haciendo esto por él. Si derrotamos a Voldemort y a los Mortífagos... Entonces él sería libre. Snape no tendría que pretender más ser un villano, y realizar tareas malignas. Él no tendría que sufrir. Él no se tendría que ocultar o tener miedo de que un día Voldemort se enterara de que en realidad no es uno de ellos.

To Mend The Broken Heart (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora