Los últimos maestros del aire (SA 1º)

Capítulo IX

Ya llevamos más de una semana viajando de un lado a otro para poder evitar las tropas de la Nación del fuego. Justo ahora estábamos esperando a que Sokka volviera con algo de comer, yo en cambio estaba viendo mi brazalete.

- ¿Qué tanto ves el brazalete de mamá? - preguntó Aang.

- Solo estoy pensando - dije apartando la mirada del brazalete para verlo.

- ¿Es sobre lo que dijo Bumi sobre Kuzon? - cuando lo mencionó aparté la mirada.

- ¿Quién es Kuzon? - pregunto Katara.

- Nuestro mejor amigo de la Nación del Fuego... con los demás niños era un amargado pero con nuestro grupo, era el maestro fuego más feliz del mundo... más con Lyng, siempre que alguno de los dos tenía un mal día el otro siempre lo ayudaba a sentirse mejor.

- Eso es muy hermoso - dijo viéndome pero aparté la mirada - lo debes extrañar mucho.

- No te imaginas cuánto.

- Miren lo que tengo - dijo Sokka llegando con la comida.

- ¿Qué encontraste? - pregunto Aang.

- Nueces - dijo vaciando el contenido de su bolsa.

- ¿Es lo mejor que pudiste hallar? - pregunté frustrada y de repente escuchamos un ruido, una especie de golpe.

- ¿Qué fue eso? - preguntó Sokka y toqué el suelo cuando se escuchó otro golpe.

- Hay alguien más aquí, por allá - dije señalando a la izquierda y todos corrimos hacia allá.

- ¿No deberías correr lejos del sonido en lugar de ir hacia él? - preguntó Sokka pero ya habíamos llegado al lugar donde estaba un chico haciendo tierra control.

- Un maestro tierra.

- Hay que conocerlo - dijo Aang.

- Está bien pero con con cuidado - dijo Sokka pero Katara ya se adelanto.

- ¡Hola! ¡Soy Katara! - gritó y cuando el chico la vio se fue corriendo.

- ¡Gusto en conocerte! - gritamos Aang y yo al mismo tiempo mientras nos dirigíamos a donde estaba Katara.

- ¿Dije algo malo? - preguntó Katara y negué.

- Quizás tenía prisa, tal vez fue a casa... por lo tanto fue a su aldea, lo que significa...

- No más nueces de cena - dijo y toqué el suelo.

Algo que Bumi me enseñó allá en Omashu es saber escuchar la tierra, bueno en este caso es saber sentir las vibraciones que la tierra daba bajo mis pies. Me concentré y a los pocos segundos pude encontrar la aldea. Les indiqué que me siguieran y todos fuimos a la aldea, donde empezamos a comprara provisiones y Aang se consiguió un sobrero que cubría su tatuaje.

De repente Katara entró a una tienda y todos la seguimos, mayor fue nuestra sorpresa al ver al chico del bosque.

- Vaya, vaya si es el chico que hacía tierra control en el bosque - dije y la que pareció ser su madre entró en pánico y cerro todas las puertas y ventanas.

- ¿Qué estabas haciendo qué? - preguntó furiosa.

- Están locos madre, mira nada más como van vestidos - dijo y vimos confundidos nuestra vestimenta.

- Sabes lo peligroso que es eso, sabes lo que pasaría si te descubrieran - dijo preocupada y alguien tocó la puerta con insistencia.

- ¡Abran la puerta! - gritaron y Sokka abrió un poco la persiana para ver quien es.