Capítulo LVI

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- ¡Retira lo dicho Lyng! - gritó Sokka acercándose a ella - mi padre no mató a nadie.

- Se nota la poca comunicación que mantienen... pero eso no me importa, él debe irse ahora... el Templo del Aire del Oeste no es un lugar para él.

- ¿Por qué? ¿A quién mató? - preguntó Ty Lee.

- ¡Nuestro padre no es un asesino! - gritó Katara.

- ¡Claro que sí! ¡Yo vi cuando mataba a alguien de la Nación del Fuego!

- De seguro se lo merecía - dijo Sokka a lo que Lyng le dio una mirada ofendida.

- No, Kuzon no se lo merecía - a penas dijo eso Aang abrió los ojos como platos, de inmediato todas las miradas fueron para Hakoda.

- ¿Me recuerdas ahora? - preguntó antes de irse.

- Hablaremos con ella - dijo Mai antes de ir tras ella con Ty Lee.

***

Mailyng:

- Él debe irse, si lo vuelvo a ver... no sé que podría llegar a hacer - dije mientras caminaba de un lado a otro por la habitación.

- Lyng, Lyng calma - dijo Ty tomando mis manos para obligarme a sentar.

- No puedo calmarme así como si nada... Kuzon le dio hospedaje, curó a sus hombres y le pagó con la muerte... ¡La muerte!

- ¿Qué pasó? - preguntó Mai y me quedé callada - sabes que estamos contigo.

- Es que no es un día que me guste recordar...

Flashback...

Estaba practicando tierra control con Bumi lejos de la aldea a las afueras de Omashu, estaba cerca del río por lo que desde aquí pudimos ver las naves de la Nación del Fuego aproximándose para atacar. Cuando embarcaron, los guerreros de la Tribu agua y del Reino tierra fueron a pelear mientras Bumi me llevaba con su mascota, Flopsie.

- Ve con Kuzon, estarás a salvo con él - asentí y Flopsie me llevó de vuelta a a la aldea.

Cuando llegamos habían más soldados revisando las casas, fuimos cuidadosos y logramos llegar a casa de Kuzon sin que ellos nos vieran.

- Kuzon - dije entrando a la casa.

Nada me podría preparar para lo que vi, el mismo hombre que está en el Templo. Sujetaba su arma sin despegar su vista de Kuzon, pero al escucharme me vio de reojo, era una niña de 13 años que solo sabía aire y agua control y que al haber experimentado esta guerra totalmente sola, estaba aterrada.

- Déjala ir Hakoda - le pidió Kuzon - te daré la información que necesitas siempre que la dejes ir.

- Kuzon, tengo miedo - dije aterrada.

- Tranquila, todo va a estar bien... ve por ayuda - dijo y volví a ver a Hakoda antes de irme.

Volví con Flopsie y ambos fuimos lo más rápido posible de vuelta a la costa, cuando llegamos no había rastro de Bumi así que busque a los maestros tierra.

- ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Kuzon está en problemas! - grité presa del miedo.

- ¡Vamos! - gritó el general antes de deshacerse del soldado con el que peleaba e ir por su Caballo Avestruz.

Volvimos tan rápido como pudimos, pero al llegar a la aldea. Los soldados de la Nación del Fuego y los guerreros de la Tribu agua ya se habían ido, pero cuando llegamos a su casa vimos que él también.

Fin del flashback...

- Su cuerpo estaba en llamas - dije derramando lágrimas - provocadas por un maestro fuego.

Los últimos maestros del aire (SA 1º)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora