Capítulo XXXIV

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Durante las siguientes horas Katara no dejaba de insultar a Zuko mientras él se escondía en un rincón y yo luchaba por liberarme de estas esposas.

- Que linda ayuda chicos - dije mientras golpeaba las esposas contra una de las paredes - en serio, gracias.

- ¿Por qué no le dices a Zuko que queme las esposas?

- Bueno, Zuko podría hacerlo pero me quemaría al mismo tiempo - dije sin parar de golpearlas - ojalá esto fuera tierra.

- Sigo pensando que esto es un trampa.

- Ninguna trampa Katara, atraparon a Zuko al igual que a mí - dije cerrando los ojos para volver a golpearlas, pero al hacerlo sentí algo conocido.

Tierra

- Zuko ¿De qué está hecho el metal? - pregunté curiosa.

- De carbono y otros tipos de rocas ¿Por qué? - preguntó confundido.

- Porque ya encontré una fuente de tierra - dije empezando a concentrarme para usar tierra control.

- Lyng, aunque eso estuviera hecho de tierra... no serías capaz de...

- Vamos metal, comienza a ceder - murmuré antes de volver a golpear la pared logrando hacer un hoyo, al sacar mis manos las esposas se quedaron en la tierra.

- Aboyarlo - completó Katara la frase.

- Muy bien, hora de la revancha Azula - dije antes de abrir un hoyo en el techo y saltar a él.

- ¿No se te olvida algo? - preguntó Zuko.

- Lo lamento, pero como ustedes no me ayudaron a quitarme las esposas yo no los ayudaré a salir hasta que resuelvan sus problemas - dije antes de comenzar a trepar y cerrar el hoyo a mis espaldas.

***

Al salir de ese lugar fui a la sala del trono donde encontré una muy rara sorpresa.

- Hola Mai - dijo inocente al verme.

- Toph Beifong suelta a Ty Lee ahora mismo - le ordené.

- ¿Te volviste loca? - preguntó Shen y le di una mirada asesina que lo asustó - ¿Sabes qué? Suéltala Toph.

- Como quieras - dijo soltándola y fui a ayudarla.

- Clásico de Mailyng ayudando a todos - comentó Mai y le lancé una ráfaga de aire logrando despeinarla.

- No pedí tu opinión - dije poniéndome de pie con Ty Lee, al hacerlo tuve una visión de Zuko atacando a Aang y Katara - oh no.

- ¿Qué? ¿Ahora me harás pintarle las uñas? - preguntó Sokka.

- Aang está en problemas, vayan con Appa... salgan de aquí con el rey y su oso - dije antes de correr lejos de allí.

- Espera Lyng voy contigo - dijo Shen siguiéndome.

Seguimos corriendo hasta llegar a donde dejé a Katara y Zuko, al llegar me sorprendí al ver a Iroh entre varios cristales los cuales rompí al instante y fuimos por donde dijo que se habían ido los demás. Acabamos en una cámara secreta con una gran fuente de agua en la que Azula y Zuko con los Dai Li atacaban a Katara. 

Mientras Shen iba a ayudarla yo comencé a buscar a Aang con la mirada pero un brillo que provenía de una pila de cristales. Eso llamó la atención de todos ya que dentro parecía haber una persona.

Aang

Los cristales se rompieron y mi hermanito salió flotando de allí en Estado Avatar, sonreí orgullosa al ver que lo logró pero esa sonrisa se borró al ver a Azula generar rayos sin perder de vista a Aang.

Los últimos maestros del aire (SA 1º)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora