Los últimos maestros del aire (SA 1º)

Capítulo XIX

- Escuche tu voz diciendo que me levantara y luego me dabas uno de tus consejos.

- No se porque pasó, pero si se algo Zuko... ni Iroh ni yo estaremos para ayudarte todo el tiempo - dije empezando a recoger mis cosas - y dudo que mi hermano o mis amigos lo hagan... así que por favor aléjate de esto.

- Debo recuperar mi honor y el único que me lo puede dar es mi padre.

- El honor no es algo que alguien te da, es algo que consigues con tus acciones y lo llevas aquí - dije señalando mi pecho - solo te pido que te alejes Zuko, no me perdonaría el que Iroh y tú salieran lastimados.

- No debes preocuparte por mí, somos enemigos después de todo.

- Yo no te veo como mi enemigo, pero tampoco como mi amigo - dije poniéndome de pie - te veo como un chico que conocí pero que ahora ya no reconozco... adiós Zuko.

Salí de la casa con la frente en alto de la casa para luego derrumbarme, caminé hasta donde estaba Mimmi llorando en silencio. Me despedí de Iroh con la mano antes de subir a Mimmi y salir volando de allí, una vez en el aire comencé a llorar y a gritar por lo cruel que fui con Zuko pero se lo merecía.

***

Zuko:

Cuando ella se fue comencé a derramar una lágrimas sin saber el motivo. Lleve mi mano a mi rostro para limpiar las lágrimas pero luego las dirigí a mis bolsillos para sacar la carta que encontré en mi habitación cuando volví de la abadía.

Querido Zuko:
Se que cuando estés leyendo esto posiblemente tengas ideas de como matarme, pero quiero decirte que no puedo dejar a mi hermano. Cuando mis padres y yo supimos que era una maestra aire, supimos que era cuestión de tiempo para que los monjes vinieran por mí, él día que ellos llegaron mi madre me dio su brazalete y mi padre sus espadas y me hicieron prometer que cuando estuviera con Aang yo lo protegería.
Al principio creí que mi presencia aquí haría que volvieras a ser el mismo Zuko de antes, pero me equivoque y mandaste a una bestia paralizadora tras ellos. Se que no tengo perdón, aún así espero que puedas comprenderme.

Atte. Lyng

***

Mailyng:

Me tomó 4 días pero logré volver a la Tribu agua del Norte en una sola pieza, a penas llegué fui recibida por los chicos quienes me empezaron a atosigar con preguntas que no quería responder en ese momento. Fui a nuestra casa donde me fui a dormir hasta que pronto sea un nuevo día y un nuevo comienzo.

Al despertar fui a ver como iban los chicos con su entrenamiento, Katara lo hacía muy bien. Ya me enteré por todo lo que tuvo que pasar para que Pakku la entrenara, pero mi hermano no ponía mucho esfuerzo que digamos.

- Lyng ¿Dónde estuviste te perdiste del show que hizo tu amiga? - preguntó Shen llegando a mi lado.

- Por allí - me limite a decir antes de acercarme a los chicos.

- Lyn tuviste a toda la tribu buscándote - me regañó Pakku a penas me vio.

- Lo lamento maestro Pakku - dije haciendo una reverencia.

- ¿Estás bien? - preguntó al notarme decaída.

- Viendo el notable progreso de Katara, supongo que sí... pero al ver a cierto hermano mío que está jugando con Mommo, no se que decir.

- Vamos Lyng, soy bueno - dijo inocente - igual de bueno que Katara.

- Demuéstrenlo - dije poniéndome en posición - denme lo mejor que tengan.