Los últimos maestros del aire (SA 1º)

Capítulo LXV

A mitad de la noche escuché a alguien caminar afuera de la tienda, salí encontrando a Lyng caminando dormida. De inmediato fui a donde ella estaba para despertarla.

- Lyng - dije tocando su hombro logrando que reaccionara - ¿Estás bien?

- Supongo que sí - dijo volteándose y vi...

- Tu ojo - dije tocando la zona donde se mostraba una cicatriz a penas visible.

- Cortesía del maestro Pakku y el agua del Oasis de los Espíritus - dijo tomando mi mano para retirarla - aunque ya me había acostumbrado a ver con un solo ojo.

- Te vez linda... bueno antes eras linda pero ahora...

- Zuko - me llamó obligándome a callar - tengo que pedirte algo.

- ¿Qué?

- Quiero que no le hagas caso a Piandao y te alejes de mí.

- Lyng no sabemos el motivo de esto ¿Y si es una trampa?

- No lo es... Pakku me dio un pergamino y ya descubrimos lo que pasa, estoy respondiendo el llamado de algo espiritual... tal vez por eso Aang desapareció y el Shirshu no pudo encontrarlo.

- No estamos seguros de eso.

- Debo intentarlo, somos familia... debo ir con él.

- Lyng...

- Entiendo que es muy peligroso... pero no tengo otra opción, mi deber es proteger a Aang... para él no solo soy la Avatar... también soy su hermana, su madre y su padre... lo soy todo para él como él lo es todo para mí, somos los últimos maestros del aire Zuko... debemos cuidarnos entre nosotros.

- ¿Y qué hay de mí? Eres mi guardiana, debes quedarte conmigo.

- Debo poner a mi familia por encima de todo, hasta encima de ti - dijo empezando a derramar lágrimas - perdí a Aang una vez, no puedo perderlo de nuevo... no puedo.

- Y yo no te perderé otra vez - dije tomando su mano - por favor Lyng.

- Lo lamento Zuko, no me quedaré... no dejaré que el sacrificio de Kuzon sea en vano.

- ¿Qué? - pregunté pero Lyng ya me había empujado para luego salir volando con su planeador - ¡Lyng!

***

Mailyng:

No se en que momento me quedé dormida nuevamente, pero al despertar estaba en un lugar que no conocía. Me puse de pie rápidamente y saqué a Nixie de mi bolso.

- Muy bien pequeña, encuentra a Aang y a Mommo - dije pasando por su nariz un mechón de pelo de Mommo.

Olfateó a su alrededor antes de correr en una dirección, la seguí a paso rápido esquivando todo obstáculo que me ponía esta jungla. Llegamos a una colina donde al subirla vi un patio con forma de heptágono en el cual estaba mi hermanito.

- ¡Aang! - grité bajando la colina para correr a donde estaba y despertarlo - despierta Aang, despierta hermanito.

- ¿Lyng? - preguntó abriendo los ojos - ¿Cuándo llegaste?

- Eso es lo de menos, ahora levántate - lo ayude a sentarse y vi en donde estábamos - ¿Qué es esto? No está hecho de tierra.

- No lo se... ¿Viste dónde estamos?

- No, volé dormida hasta aquí... creo que no pensé bien las cosas al hacerlo.

- Tranquila... pero creo que ahora nos vendría algo de ayuda, ojalá tuviéramos a Roku.