Capítulo LVIII

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- ¿Ahora? - asintió y me dirigí a Aang - ¿Puedes cuidarlas por un momento?

- Claro, ve tranquila no te preocupes... estaremos bien - dijo empujándome - el maestro Aang se hará cargo.

- Eso es lo que me preocupa.

- Tranquila Lyng, también soy un maestro aire ¿Lo olvidas?

- Muy bien, cuando logren cruzar el campo sin golpearse... que hagan las esferas y la patineta de aire.

- Ya oyeron señoritas, a trabajar - fue lo último que escuché decir a Aang antes de ir con Zuko al puente que dividía el templo del campo de entrenamiento.

- ¿Qué ocurre? - pregunté mirando el sol ocultarse.

- ¿Por qué volviste con Shen? - esa es la pregunta que no quiero responder - se que es el príncipe de la Tribu agua del Norte... pero no le da derecho de elegir con quien casarse.

- De hecho sí, en su hogar tienen esa costumbre... además Piandao ya dio su consentimiento, solo falta tener el permiso de Aang para que la boda pueda llevarse acabo.

- ¿Vas a casarte con él?

- Tengo que, si su pueblo se entera que acepte su propuesta de matrimonio y que lo dejé... tendrá la misma reputación que Paku tuvo cuando la abuela de Katara lo dejó.

- Nadie tiene que saberlo, no debes casarte con él por obligación - dijo tomando mi mano.

- Tengo que hacerlo... porque lo quiero - dije soltando su mano - y deseo estar a su lado... lo mejor será que llevemos las cosas como eran antes, como amigos.

- No creo que podamos ser amigos - dijo acercándose a mí, pero vi algo pasar detrás de él y caí en la cuenta de que era Ty gritando ayuda.

- Por los espíritus - dije antes de volver corriendo al campo de entrenamiento.

- ¡¿Cómo detengo esta cosa?! - gritó Mai también desde las alturas.

- ¡Llama a Lyng! - gritó Ty aterrada.

- Opino igual que ella Aang, llama a Lyng - dijo Katara.

- No es necesario - dije logrando asustarlos.

- Lyng, yo...

- Descuida, yo me encargo - moví mi brazo logrando que el viento las trajera a tierra firme - manipular el aire desde tierra es fácil, pero allá arriba es más complicado... lo sabes Aang.

- Lo siento - dijo apenado.

- Tranquilo... solo espero que cuando tengas hijos no los pongas en el mismo riesgo - dije mirando de reojo a Katara y ambos se sonrojaron.

- Yo estoy seguro que serás una excelente madre - dijo Shen acercándose a mí para abrazarme por los hombros, ante eso me sonrojé.

- Eso si Azula o el Señor del Fuego no los matan - dijo Ty Lee intentando salvarme de Shen.

No funcionó

- Oigan creo que Suki y Sokka nos está llamando, así que...- dijo Aang jalando mi brazo, asentí y salimos corriendo de allí a velocidad maestro aire.

***

Estaba durmiendo sobre la cola de Mimmi, junto con Nixie, Mai y Ty Lee. Me desperté al mismo tiempo que mi hermano, ambos sabemos que esto será una despedida temporal pero las despedidas siguen doliendo mucho. Antes de que dijéramos algo, los pájaros de la fuente salieron volando y seguido de eso dos bombas vinieron en nuestra dirección. De inmediato tomamos nuestros bastones y los mandamos lejos con aire control, pero luego vinieron más y no pudimos detenerlos.

Los últimos maestros del aire (SA 1º)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora