MI SEÑORA

***17***

[Lucía]

No es necesario explicarles lo que sucedió entre Joaquín y yo ¿Verdad?
Los dos teníamos una urgencia de estar juntos, de fundir nuestros cuerpos hasta quedar -literalmente- sin fuerzas y así fue como quedamos en la habitación de huéspedes de la casa de Pato. Había dejado encendida una vela aromática de vainilla -mi favorita- me conocía tan bien mi amiga.

Y así pasamos durante 4 meses, ya parecíamos huéspedes en la casa de Pato. Otras veces nos íbamos a pasear a lugares que coincidían con mi trabajo -obviamente teníamos toda la discreción del mundo- Joaquín era muy detallista, cada día que pasaba tenía alguna sorpresa y eso me encantaba pero a la vez me asustaba porque temía enamorarme como una loca de él que me hiciera perder el poco juicio que me quedaba. Que un día simplemente me dijera adiós y que regresara con Viviana. Y sí, terminó con la insípida esa -no se imaginan el quilombo que armó- pero parece que al final entendió que no la quería.

En este tiempo que transcurrió, sólo vi 4 veces a Alberto -literal- una por cada mes. No es que mucho me preocupara si venía o no a casa, pero nada que ver con el Alberto que se fue y quería a toda costa hablar conmigo. Conversábamos sobre donde viviría nuestra hija en Boston y sobre todos los detalles que su mudanza conllevaría. Su trato hacia a mi era respetuoso pero distante. Dormíamos en la misma cama pero era como un mutuo acuerdo silencioso, no teníamos intimidad.

Con respecto a la conversación pendiente con Engracia, la pude extender con el pretexto de mi trabajo -pero hoy no me salvo- estaba alistándome y mientras lo hacía le mandé un mensaje a Joaquín para pedirle que vaya a conseguirme algo que yo sabía no iba a encontrar fácilmente y así mantenerlo lejos de su casa, para así charlar con su mamá sin ponerme nerviosa por la presencia de él. Lo vi salir en su auto y esperé unos minutos para ir hasta la casa de mi querida amiga. Quien me recibió como siempre -aunque pude notar preocupación en su mirada- fuimos hasta su patio donde todo estaba listo para una charla de amigas. Con ella al igual que con Pato pude hablar sobre lo que ocurrió con Alberto y se sorprendió mucho. En una pausa que hicimos para tomar ese té fabuloso que había preparado, me animé a preguntarle algo:

-Lucía: ¿Hay algo que te preocupa o son ideas mías? -La miro fijamente, mientras dejo la taza sobre la mesa-

-Engracia: -Haciendo lo mismo que yo- A ti no te puedo mentir Lu, lo que pasa es que mi hijo terminó con Vivi y estoy algo triste porque se veía una muchacha muy linda para mi Joaquinín y eso no es todo.

-Lucía: -En mi interior me estaba poniendo nerviosa- ¿Qué sucede?

-Engracia: Yo sé que no está bien el revisar algo que no es de uno, pero tuve un impulso de leer un cuaderno que estaba sobre la cama de mi hijo aquel día que subí a dejarle lo que había llegado para él desde el servicio de correo. Me puse a leer y era un tipo diario, no me imaginaba que él escribiera acerca de lo que le sucede. En sí es reciente, desde que conoció y empezó a sentir algo por una mujer mayor a él y estoy segura de esto porque ¿a quien le llamas 'Mi Señora'? Si no es alguien mayor.

-Lucía: -Trágame tierra y escúpeme en Saturno, pensaba tratando de no empezar a sudar frío- ¿Y no estarías de acuerdo si se relaciona con alguien mayor?

-Engracia: Claro que no estaría de acuerdo Lu. Quiero nietos/as y si es mayor no creo que pueda dármelos. Es más pienso que sólo lo quiere como un amor de verano y luego se desentenderá de mi nene y no quiero ese sufrimiento para él. Y si se empeña en estar con esa mujer, le haría la vida imposible. Sos madre querida, no creo que tenga que explicarte.

-Lucía: No comparto tu punto de vista pero la respeto. Bueno querida tengo más reuniones por la próxima exposición, por ahora le ponemos pausa a esta charla y luego nos ponemos de acuerdo para continuarla -me levanté a darle un abrazo para despedirme- Cuídate y saludos para los hombres de tu vida. Chau.

¡CARAJO!

Menuda broma que me hace la vida. Justo ahora que estaba empezando en poner en orden mis sentimientos hacia él, voy a tener que finalizar lo que tenemos. Aunque se me rompa el corazón al hacerlo, es lo mejor ¡Sí! es lo mejor Lucía Lombardo -trataba de autoconvencerme pero en el fondo era lo que no quería hacer-
Llamé a Joaquín y le envíe mi ubicación para que llegara hasta ahí. En media hora estuvo en el hotel donde había rentado la suite presidencial, pedí la llave en recepción y subimos por el ascensor. Yo estaba con ganas de llorar mucho y él estaba muy callado -debo admitir que es muy receptivo este hombre guapo- salimos del ascensor y directo a la suite.

Era la primera vez en que me detenía a verlo y me daba cuenta de su dedicación al amarme. Sin la necesidad de preguntarme, con su mirada sentía su interés para satisfacerme; además me llevaría en mi memoria la profundidad de sus ojos que han calado de una manera inexplicable en mi alma, sus besos dulces pero a la vez salvajes y es como si nuestras almas supieran lo que viene -empezamos a llorar con desesperación y no queríamos separarnos- Luego de llegar a un delicioso clímax, vino la parte más complicada: DECIRLE ADIÓS.

-Lucía: -Saliendo de bañarnos- Bueno Joaquín me llevas donde Pato, pues ahí dejé mi auto -empecé a colocar mi vestido rápidamente-

-Joaquín: -Luego de ponerse sus pantalones me dio un beso tierno- ¿Patricia sabe todo.. to-do?

-Lucía: Uhhmm . Sí y no. Es decir, sabe que estamos teniendo una relación abierta donde disfrutamos de la atracción que -claramente- sentimos. Pero los detalles íntimos, no -me acerco a darle un beso pero él se aleja-

-Joaquín: Pero no sólo es atracción de mi parte y lo sabes bien -me dice firme- 

-Lucía: -Lo miro fijamente- Querido, te lo dije desde el inicio que no teníamos ningún tipo de "compromiso". Yo tengo mi esposo y vos..... -me interrumpe abruptamente-

-Joaquín: Sí ya se que tienes a Alberto. JA ¡Valiente esposo! -dice poniendo los ojos en blanco- Un esposo que se atrevió a levantarte la mano -se acerca colocando una de sus manos en mi cintura y la otra en mi cuello- Por favor no te automaltrates  al estar junto a él. Permíteme ser yo quien TE AME como lo mereces -me susurraba mientras rozaba mis labios-

-Lucía: ¡NO! -me separé de él- Yo fui muy clara. MÍRAME POR FAVOR. Soy vieja para ti, no puede ser en serio eso que dices. Solamente estás deslumbrado y emocionado de tener -por así decirlo- un tipo de relacionamiento con alguien de mucha más edad que tú y de paso "prohibida" estos pequeños detalles hacen que creas que me amas pero en realidad no es más que la adrenalina de la situación.

-Joaquín: No es así, ya no tengo 5 años como para no diferenciar lo que siento o no. ¡NO SEAS COBARDE! y enfrenta la realidad.

-Lucía: ¡BASTA! Tú no sabes nada sobre mi, no te voy a permitir que me hables en esa forma. Lo mejor es que esto se acabe aquí y así nos evitamos todos estos momentos patéticos. Sigues con tu vida y yo con la mía. Seguramente esta es una señal para hacerme entrar en razón y volver a trabajar en mi matrimonio, que ya bastante mal hice con enredarme con un nene al que vi crecer como mi sobrino [LPM COMO ME ESTÁ DOLIENDO, PERO ES LO MEJOR😭]

-Joaquín: ¿Eso es lo que quieres? -Sus lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas- Repítelo y te lo cumplo.

-Lucía: ¡AQUÍ SE ACABA ESTO! Haz de cuenta que NUNCA PASÓ Y YA -Agarré mi cartera y salí dando un portazo-

-Joaquín: ¡ NOOOOO!... NO ME DEJES MI AMOOOOOR -Es lo que escuché antes de salir hacia el ascensor destrozada-

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