[Lucía]
Joaquín estaba muy sudado y con la mirada fija, se había quedado en la puerta que daba acceso a la cocina y de manera discreta noto que está teniendo una erección -y eso me calienta- pues me parece de no creer como ha crecido su amiguito. Recuerdo cuando le cambiaba los pañales era tan tierno y ahora verlo en ese estado de excitación, que aunque esté debajo de ese pantalón se puede notar lo abultado.
Me dejo llevar por las ganas inexplicables de tocarlo, que han surgido en mi hace 5 años, en esos años en que dejó de ser un nene para transformarse en un hombre ¡Y VAYA QUE HOMBRE!... Así me esté condenando para ir directo al infierno.
-Lucía: -Entrelazo mis manos al cuello de él, dejando los labios de ambos muy cerca- ¿Qué pasa querido te quedaste sin palabras? -paso la punta de mi lengua delineando sus labios-
-Joaquín: Para nada LUCÍA -que delicioso se escucha mi nombre salir de su boca con esa voz grave su me estremece-
-Lucía: -decido preguntarle algo- ¿Lucía? ¿Ya no me llamas tía? ¿Por qué? -hago un puchero-
-Joaquín: Ya no me gusta, me gusta más llamarte por tu nombre -y posa sus manos en mis caderas atrayéndome más más su cuerpo-
-Lucía: Y a mi me gustas vos -y sin más lo besé-
Ambos se besaban con tal pasión que cada uno, no podía creer que estuviera pasando aquello que deseaban hace tanto tiempo, sin pensarlo dos veces Joaquín pasa una de sus manos hasta por detrás del cuello de Lucía, profundizando más el beso y de manera espontánea comenzaron a amoldarse sus lenguas. Joaquín desató el nudo de la bata de ella, en ese instante abandona la boca de Lucía para mirar lo que había debajo de esa bata y se sorprendió cuando vio lo que traía puesto:
-Joaquín: DIOS MÍO QUE BELLA SOS!!! -me tomó por la pierna izquierda y me la colocó alrededor de su cadera derecha y ya que tenía más acceso a mi intimidad, empezó a frotarme su miembro erecto-
Lucía: -Ahhhhh ahhhh Joa-Joaquiiiiiiín -que duro que estaba- Uuhhmm uhhmm
Mientras Joaquín estaba dedicado en dejarle besos, lametones en el cuello de ella. Lucía sólo podía sentir la humedad en la que se encontraba su vagina, que empezaba a deslizarse a través de sus labios y para terminar de enloquecerse sólo faltaba que él comenzara a estimular su clítoris con sus propios jugos.
Y fue como si èl hubiese escuchado sus pensamientos, empezó a hacer exactamente lo que Lucía deseaba con frenesí. Le hizo a un lado su tanga para tener acceso a ese clítoris que ya estaba -de por sí- hinchado, lo estimuló hasta que ella comenzó a gemir más fuerte, su cuerpo necesitaba ser apoyado en donde fuera porque tenía la sensación que en cualquier momento se desmayaría, por lo que decidió retroceder un par de pasos hacia atrás y la apoyó contra el mesón.
Una vez que la dejó un poco más segura, bajo con su boca hasta los pechos, para empezar a morder y succionarle el pezón de su seno izquierdo -para suerte de él era el más sensible y pudo notarlo e hizo una nota mental para no olvidar este detalle- y antes de que él empezara a penetrarla con dos de sus dedos, sonó el teléfono de la casa -del cual había una extensión en la cocina- este sonido hizo que ambos aterrizaran a la realidad y que Lucía se separara para ir a atender la llamada entrante y mientras iba hacia el teléfono se acomodó la bata y la anudó nuevamente, como si nada hubiera pasado.
-Lucía: Hola, buen día
-Xx: Mamá, me vas a matar. Pero dejé mi copia de la llave de casa en la biblioteca de la casa ¿Será que puedes abrirme la puerta? Estoy aquí afuera. POR FAAAA MAAAA!!!
-Lucía: -se quedó un instante sin palabras pero resolvió- Claro hija, espérame un momento estoy en la cocina -colgó de inmediato y se dirigió a Joaquín- Lo que acaba de pasar NUNCA PASÓ... Espero me sepas disculpar y entender.
- Joaquín: ¿Cómo quieres que haga como si no pasó LO QUE PASÓ? -iba a tomarla del brazo pero ella logró safarse antes de que la tomara-
-Lucía: Esto que pasó fue.. fue un impulso de una vieja menopaúsica, mis hormonas están incontrolables ¡ENTIÉNDELO POR FAVOR! Voy a abrirle la puerta a Rochy, por favor no hagas ruido, te aviso apenas ella suba a su dormitorio, para que vayas a tus clases en la Facultad.
- Joaquín: Pero Lu...
-Lucía: Pero nada... ¡NUNCA MÁS VOLVERÁ SUCEDER... OLVIDALO! Sólo fue un momento de debilidad -dicho esto salgo a abrirle la puerta a mi hija.
-Rochy: -Una vez que abro la puerta- ¡Mamá PERDÓNAME! No vuelve a pasar... -creo que se da cuenta que estoy algo rara- ¿te sucede algo ma?
-Lucía: ¿A mí? Nada mi amor, cosas tuyas. Por cierto te llegó un sobre, lo dejé encima de tu cama.
-Rochy: Gracias ma -le da un beso para luego pasar a su pieza-
Lucía, rápidamente entró a la cocina en busca de Joaquín para que se fuera de inmediato, no tanto por la presencia de Rochy sino por miedo a ella misma. Luego de lo que había pasado ahí, ella debería hacerle caso a su lado razonable y no volver a repetir aquello, así que debería sacar a la tentación de su casa.
Joaquín intentó despedirse de ella con un beso en la mejilla y lo único que sucedió fue que Lucía esquivó el intento y se puso seria y le dijo:
-Lucía: ¿No te ha quedado claro lo que te dije? -dándole el recipiente de Engracia en sus manos- Dile a tu mamá, que le agradezco lo que me ha enviado y que el sábado voy con Rochy. Adiós Joaquín -haciéndole la señal para que saliera de su casa.
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MI SEÑORA
AcakLucía: Él es un joven encantador, el primer y único sobrino que me regaló la vida, recuerdo que me empecé a entrenar para ser mamá con él. Siempre le he tenido un amor muy especial y ahora ha crecido tanto, que me produce sensaciones tan deliciosas...