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[Lucía]

-Xx: ¡LUCÍA! ¡LUCÍA!

-Lucía: -Salí de mi trance- ¿Qu-qué pasa pollo? -Dije secando mis lágrimas-

-Gloria: Estaba por llamar a Carlos para que te diga los cuidados que debes de tener y finalmente darte el alta y de repente estabas con la mirada fija y llorando. La pregunta aquí sería ¿Qué más te pasa a ti?

-Lucía: Me proyecté con Joaquín... hablando de la posibilidad de no volver a ser madre y pues estaba pensando en dejarlo libre para que pueda ser feliz con alguien que no tenga problemas y...

-Gloria: ¡Hey no! No hagas algo de lo que te puedas arrepentir. Mira pollito -me tomó de las mejillas cariñosamente- Entre más rápido hagamos los exámenes respectivos, sabremos tu verdadera situación. Pero mientras, no te estreses y más bien descansa -Me abrazó y me sentí un poco mejor-

-Lucía: Gracias amiga hermosa -Me separé para poder decirle algo- Necesito hablar con Joaquín y...

-Gloria: No creo que necesites de mi ayuda para hacerlo, si has hecho otras cosas más difíciles que hablar con él -Me sonríe de manera pícara que no pude evitar sonrojarme-

-Lucía: ¡Basta! Lo que necesito es que me sigas la corriente a lo que voy a decir, pues me imagino que allá afuera está Alberto aún -Me tenso tan sólo con nombrarlo-

Y con la ayuda de Gloria, fue que pude -por así decirlo- mandar a Alberto y mi hija a casa, ya que Patricia me iba a "acompañar a unos chequeos extras". Como sabía que Alberto se iba a quedar con la duda, Gloria, Patricia y yo salimos hacia el ascensor ya que las salas donde hacen los exámenes quedan en el segundo piso alto. Obviamente tuve que ignorar a Joaquín -algo que me dolió hacer- pero al cerrarse las puertas del ascensor lo llamé. Al contestarme le dije que tomara el ascensor que estaba al lado de la sala de Emergencias y subiera a la terraza.

Al abrirse las puertas del ascensor y verlo, simplemente corrí hacia él enrollando mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello. En sus brazos me sentía fuerte, sentía que este era mi lugar-aquí abrazados era nuestro lugar- aquí no había perdedores, sólo ganadores.

Al terminar de besarnos, juntamos nuestras frentes y aún teníamos nuestras respiraciones agitadas. De manera sincronizada miramos hacia mi izquierda y ahí estaban sonrientes nuestras cómplices, al verlas hicieron que me sonroje. Me conocen tan bien que sin decirles una palabra, se retiraron para dejarnos a solas.

Empecé por decirle lo que me había dicho Gloria y a diferencia de lo que imaginé, él me dijo que intentaríamos todo lo que estuviera al alcance pero que JAMÁS pensara en la idea tonta de separarnos.

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[Patricia]

Gloria y yo fuimos a la cafetería del hospital. Estábamos de acuerdo en que nuestra amiga debería tener una nueva oportunidad para volver a amar, luego de la terrible decepción que se llevó con Alberto. Estaba comentándole que yo era feliz de que por fin se va a deshacer de ese tipo -no es un secreto que nunca fue mi santo de devoción- y ella iba a emitir su opinión, pero su celular empezó a sonar.

-Gloria: Hola, dígame señor director ¿Qué sucedió? -Mientras dejaba la taza en la mesa- Uhhmm está bien, subo de inmediato.

-Patricia: No me digas que tienes que volver ¿No ibas de salida de tu guardia? -Pregunté cruzando mis brazos en señal de protesta-

-Gloria: Es sobre uno de los exámenes que mandé a realizar a Lucía al día siguiente de que llegó -Se levanta de la silla-

-Patricia: ¿Hay algo para preocuparse?

MI SEÑORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora