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[Joaquín]

Lucía me envió a buscar un tipo de pintura muy escasa -pienso- porque ya he preguntado por media ciudad y ya estoy pensando en darme por vencido. Saco del bolsillo mi celular para llamarla y es como si estuviéramos conectados porque justo entró su llamada para decirme que revisara nuestro chat y así lo hice. Me había enviado su ubicación -abro Google Maps y sonrío- se encuentra en el Hotel Palo Santo desde el nombre me dice que va a ser una tarde y noche magnífica. Seguramente lo de la pintura fue un pretexto para ganar tiempo y preparar todo.

Me subo en mi auto y trato de llegar lo más pronto, pues yo estoy en el sur de la ciudad y ella está en el centro-norte. En el camino voy pensando en todo este tiempo que hemos pasado -para mí- cada día he querido demostrarle lo mucho que la amo. Al principio ella se mostraba renuente, pero de a poco he sentido que algo ha cambiado en ella. No sé si ella lo ha notado, en cada oportunidad que he tenido le he acariciado el cabello y su reacción de cerrar sus ojos y suspirar, me hace sentir una felicidad inexplicable -literal- SI ELLA ES FELIZ, LO SOY YO TAMBIÉN.

Al llegar al lugar acordado, la veo ahí y sólo puedo sentir ese cosquilleo en mi cuerpo. Nos saludamos, ella pidió la llave de la habitación y subimos al ascensor. Veo en sus ojitos, una expresión -como de querer llorar- que me pone alerta, decido quedarme callado hasta que lleguemos al piso y esperar que ella hable de lo que le sucede. Una vez que cerré la puerta perdí el norte cuando sentí sus labios tomando los míos como prisioneros. Entré en esa maravillosa dimensión en la que ella me hace su esclavo y solamente podía darle lo que siento: AMOR.

Hasta antes de hoy, nunca la había sentido tan entregada y de repente empezó a llorar -me miraba fijamente- al escuchar sus sollozos no pude evitar llorar con ella. Era una sensación que me dolía en el pecho ¡SÍ! También sentía miedo, miedo de no volver a besarla, acariciarla. Nos besábamos apasionadamente, hasta que llegamos al orgasmo y sentí como clavaba sus uñas en mi espalda -acción que me sorprendió pero no me incomodó- antes de separarnos íntimamente, sequé sus lágrimas con mis labios y su mirada proyectaba tristeza. Antes de que yo pudiera preguntarle que le sucedía, ella se levantó hacia al baño y me uní junto a ella, fue un baño donde no existieron palabras sólo caricias sin doble intención y en todo momento yo buscaba la manera de abrazarla por detrás para mimarla. Terminado el baño, empezamos a vestirnos y es ahí donde sin imaginármelo se desató una pelea sin retorno y mientras se iba desarrollando, iba entendiendo que todo esto ya estaba planificado por ella.

No les puedo explicar lo que estaba sintiendo. No sé cuánto tiempo estuve ahí tirado en el piso llorando por la mujer que he amado desde cuando tuve conciencia de lo que me pasaba cada vez que la veía y tenía cerca. Yo sé que hay algo detrás de esa decisión pues su comportamiento de estos últimos dos meses me decía que estaba a gusto y ahora a la primera oportunidad se va.

Me levanté y al salir del hotel, tuve el deseo de pasar por la casa de Patricia con la esperanza de que ella estuviera aún ahí. Patricia al abrirme la puerta puso los ojos como platos -creo que no se esperaba mi presencia- y por su nerviosismo pude deducir que Lucía estaba aún en su casa y no sabía que hacer. Y sin querer, salió a ver -supongo- porque la demora de Patricia era evidente, al verme ahí su mirada cambió:

-Lucía: ¿Qué haces aquí Joaquín? -dejó su copa de vino en la mesa cercana-

-Joaquín: Estoy aquí para que me repitas lo que me dijiste -entré sin invitación de Pato y me coloqué en frente de Lucía-

-Patricia: Yo los dejo para que puedan hablar -cerró la puerta y rápidamente se fue del living-

-Lucía: Así que ¿no te quedó claro? Joaquín, creo que eres un hombre inteligente con un futuro brillante. No creo que tengamos que llegar a una charla innecesaria, lo mejor es que elimines este episodio de tu vida y sigas adelante. No hagas más escenas dramáticas, te lo pido.

-Joaquín: -Mis lágrimas no las podía controlar- Dejaré que el tiempo me de la razón. Porque yo sé que esta mujer que ahora está en frente de mi, no es aquella que cuando la acaricio vibra en mis brazos, ni aquella que cuando me besa le hierve la piel. Esperaré por el día en que te des cuenta que nadie te va a amar como yo -me atreví a besarla porque lo necesitaba-

Esos segundos que duró el beso, quise dejarle claro que no voy a dejar de amarla. Una vez terminado, sentí como su mano estaba sobre mi mejilla. Y vaya -bien pesadita- que es su mano dando bofetadas. Salí de la casa de Pato sin decir una sola palabra, ni siquiera regresé a verla. Llegué a casa y mamá estaba en el patio cuando entré a guardar mi auto. La saludé y hablamos unos minutos y luego me fui a tratar de descansar. Esta noche sería larga, quizás ni podré dormir.

Pasaron 3 semanas y yo traté de hacer lo que ella me pidió, estaba en mis clases y a pesar de que cumplía con mis tareas, yo estaba en modo automático -decía mamá en modo zombie- aunque no niego, estuve 2 semanas enviando a su casa -diariamente- entre tarjetas, flores y cajas de chocolates. Pero dejé de hacerlo hace 1 semana, pues no recibía ni un mensaje por parte de ella -aunque sea para saber que había recibido- seguramente cada detalle lo mandó a la basura 💔💔💔

En la facultad, me iba muy bien y para el trabajo de final de semestre, teníamos que formar una banda y crear una canción de nuestra autoría y fue una especie de catarsis para mi, era muy autobiográfico en ella estaba plasmando lo que estaba sintiendo por la actitud de la mujer que robó todo mi ser. Y bueno por esa razón, hoy están aquí en mi casa. Estamos reunidos en la parte frontal de casa, mientras yo tengo mi mirada dirigida en su casa, para ver si tengo la suerte de al menos verla a lo lejos. Mis 4 compañeros entraron a casa cuando mi mamá los llamó para servirnos algo, yo preferí quedarme con mi guitarra ahí sentado. Sin ganas de nada.

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