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[Lucía]

¡SI YO NO SOY FELIZ, TÚ TAMPOCO LO SERÁS!

Es lo que retumba en esta oscuridad. Deseo levantarme pero no puedo, me es imposible abrir los ojos y el cuerpo me pesa -como cuando sucede la parálisis del sueño- internamente llamo a quien pueda venir a ayudarme. Grito. Pero es en vano y cuando estoy por entregarme al sueño, escucho -a lo lejos- una voz. Es Joaquín:

-Joaquín: Mi Bella Señora, tan hermosa que parece un ángel  -me acaricia el rostro tiernamente-  Despierte...des-pierte que quiero ver esa mirada que me da tantas sensaciones  -empezando a sollozar-  Ahora soy yo quien le pide que ¡NO ME DEJE!

Sus palabras eran como sentir miles de agujas en mi pecho. Y sin poderlo abrazar y decirle lo mucho que LO AMO.

De repente, escuché como alguien entró a la habitación:

-Xx: Debes ir a descansar Joa. No ganas nada con estar aquí, aún no sabemos cuando despertará  -Era mi pollito-

-Joaquín: No quisiera separarme de su lado, porque me angustia que no despierte. A la misma vez me preocupa como reaccione cuando se entere que nuestros adorados hijos...y-ya n-no están.

-Gloria: ¡Ay Joa! Tienes que tratar de ser mucho más fuerte para que seas el soporte de Lu. No puedo imaginar lo que debe ser la pérdida de un hijo. Vamos, hay que descansar que mañana es otro día.

-Joaquín: Vida mía  -me dejó un beso-  recuerda que siempre estaré para ti. Te Amo.

¡NO... NO PUEDE SER CIERTO! MIS HIJOS... EL FRUTO DE ESTE AMOR, QUE HA SIDO MI RENACER.

Tengo que levantarme ¡YA! Porque tengo que enfrentarme a la persona que causó toda esta desgracia. Y pensar que cuando lo conocí pensé que era e iba a hacer el hombre de mi vida. Lo único que puedo agradecerle es por la maravillosa hija que tuvimos.
Y no le ha bastado con haberme sido infiel durante diez años, sino que después de verse descubierto había venido actuando como si él era la víctima. Sólo le importó no quedar como el cornudo ante el círculo de amistades que compartíamos, sin importarle cuánto daño podría causarme. Una total decepción.

Ahora tengo un miedo que hace -aún más- poner triste a mi alma. ¿Podré volver a poder concebir? O en definitivas mi vientre se secó y ya no podré tener esa ilusión. De ser la última opción, eternamente viviré con ese lamento en mi.


AL DÍA SIGUIENTE

No sé en que momento me quedaría dormida. Despertar y escuchar movimiento alrededor mío, me llevó a sentirme nuevamente impotente porque -otra vez- intento moverme y nada. ¡DIOS TEN PIEDAD!
Ahora escucho a dos enfermeras. Una de ellas me conocía -al parecer- era culta, sabía mucho de mi trabajo. Pero todo se fue al carajo, cuando empezó a hablar de mi vida privada como si viviera conmigo por lo que pude escuchar. Ni a Lolita le escuché tanta malicia en la voz, cuando ella aún no sabía quien era el verdadero Alberto. De repente, el golpe fuerte de la puerta la hizo callar.

-Xx: Señoritas, ustedes aquí sólo son ENFERMERAS y no PAPARAZZIS.

-Enfermeras: ¡SÍ DOCTOR! PERMISO  -Es Carlos-

-Carlos: -Tomando mi mano-  ¿Qué es lo que te ha hecho este miserable de Hazán? No es justo que estés postrada aquí  -me da un beso en la mano-

-Xx: Permiso... Doctor González  -Ay no, es Joaquín... acá se pudre todo-

-Xx: Carlos te necesitan en Emergencias, llegó un caso que es tu especialidad  -Es Gloria...la salvación-

-Carlos: Está bien. Pero esta vez cuídala bien, Galán. Que no te quede grande esa tarea.

MI SEÑORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora