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[Lucía]

Terrible.

Así es como me siento después de lo sucedido en casa de Engracia y no lo digo por el acercamiento que tuvimos Joaquín y yo. Sino por su noviazgo con la muchachita insípida esa, que sólo por sus 20 y tantos años puede darse el lujo de tenerlo mientras que yo tengo todo en contra: estoy casada y lo obvio, vieja para él.

Lucía decide ir a la habitación de su hija, para tener una conversación de madre a hija que hace un par de meses no tienen, ya sea por las clases de Rochy o por motivos de su trabajo.

Primero decide ir a su habitación para cambiarse de ropa, ya que no iba a salir a ningún lado -lo de las reuniones por su exposición sólo fue una buena excusa para salir de la casa de Engracia- se puso un vestido floreado que se amoldaba perfectamente a su cuerpo y llegaba hasta las rodillas.

-Lucía: -Al llegar a la habitación toca la puerta- Rochy ¿puedo pasar?

-Rochy: Claro mamá pasa -escucho desde el otro lado y paso-

-Lucía: Hola mi muñeca ¿te interrumpo? -voy hasta ella y le doy un beso en su mejilla, ya que estaba en su laptop-

-Rochy: -cierra su laptop para tomarme de una mano y me lleva para que nos sentemos en su cama- Sabes que te amo mamá ¿verdad? -y de repente me abraza tiernamente- tengo que decirte algo.

-Lucía: ¿Qué pasa amor? No me asustes -la separo del abrazo y le tomo el mentón- vamos dime.

-Rochy: Tranquila ma -me mira a los ojos- ME ACEPTARON MAMÁ... ¡¡¡ME ACEPTARON EN BERKLEE!!! ME VOY A BOSTON A ESTUDIAR LO QUE MÁS QUIERO.

-Lucía: ¡Wow! FELICIDADES -le doy un abrazo fortísimo- Entonces te queda poco tiempo bajo mi regazo mi nena -hago un puchero para disfrazar mis ganas de llorar-

-Rochy: ¡Hey no! No me chantajees de esa manera -y ella nota que estoy estoy punto de llorar- Mamá no me voy a vivir para siempre a Boston, no llores por favor.

-Lucía: Disculpa hija -limpio rápidamente ese par de lágrimas que logran salir- es sólo que estoy feliz porque irás a estudiar lo que quieres pero a la vez me pongo nostálgica porque no podré verte a diario.

-Rochy: Tranquila mamita, ya veremos como arreglamos esa parte para no sentir la distancia -se levanta hacia su closet- ahora si me disculpas voy a empezar a poner en orden todos los papeles que me solicitan.

-Lucía: Claro mi amor, te entiendo. Sólo dime si vas a venir a cenar conmigo o ¿irás a darles la noticia a tus amigas?

-Rochy: Que bien me conoces mamá -sonríe- Llego más o menos tarde, no me esperes despierta. Te Amo mamá -y me da un beso antes de seguir en lo suyo-

Lucía vio cuando Rochy salía por la puerta principal y dio un suspiro, se preguntó que estaría haciendo Alberto en esos momentos -ya que no la había llamado en todo ese día- decidió tomar su celular y le marcó, esperó algunos segundos y no le contestó sino más bien entró al buzón. No volvió a insistir ya que asumió que estaría en una reunión importante (claro como no, Lucía 😂)

Ella estaba en la cocina preparándose algo ligero para cenar, de repente tocaron el timbre, por un instante pensó que otra vez Rochy había olvidado su llave -como en la mañana- pero vio el reloj y era demasiado temprano para que ya estuviera de regreso, así que fue a ver quien era. Su sorpresa fue tanta al ver un hermoso ramo de rosas blancas, rojas y con un único girasol en medio de las rosas.

Xx: Señora, señora -escuché que me llamaba el joven- por favor me recibe el ramo porque está algo pesado.

-Lucía: Lo siento joven, pase y déjelo en esa mesa -le señalé la mesa que estaba cerca- gracias -le dije una vez que estaba yendo hacia la puerta-

Estaba buscando si tenía alguna tarjetita, aunque obviamente eran de parte de Alberto. Con este sería el tercer ramo que en todos estos años me ha enviado, él ha tenido más tendencia a los viajes, a la hora de hacerme detalles, no es tan romántico pero no puedo quejarme.

Llegué a la cocina para terminar mi comida y mi celular empieza a dar aviso que estaba entrando una llamada -seguramente es Alberto pensé- y lo contesto lo más brevemente sin ver la pantalla:

-Lucía: Mi amor me encantó el ramo que me enviaste, no tenías que molestarte ¡TE AMO!

-Xx: Me encanta que te haya encantado, no son mas hermosos que tú pero te las envié con todo mi amor. Mi Diosa.

-Lucía: Joa-Joaquín -se separa del celular para ver la pantalla y verificar que no estaba teniendo alucinaciones- estás loco no tenías que enviarme nada -dijo seria- Rochy pudo estar aquí.

-Joaquín: Cuando yo estaba llegando a casa, vi como ella iba de salida en su auto.

-Lucía: Pero de todas formas, voy a pedirte que no lo vuelvas a hacer. Está mal...no procede, estoy casada y tú tienes novia. No hagas esto más difícil, te lo pido -se sienta en una silla-

-Joaquín: Pero ambos sentimos algo, lo pude sentir esta mañana en esos deliciosos besos que nos dimos PORQUE FUE MUTUO LUCÍA y no me lo puedes negar, quizás a todo el mundo puedes mentirle pero a ti y a mi ¡NO!

-Lucía: Sea lo que sea que nos esté pasando, debemos evadirlo por nuestras familias. ¿Has pensado en tu mamá? ha sido una hermana para mi y desde que tu naciste te he visto como un sobrino y así debe seguir, debes verme como me llamaste frente a tu novia "tía" -colgué la llamada-

Trato de cenar lo más tranquila posible, mi lado razonable me aplaude diciéndome que está bien lo que le dije a Joaquín pero mi lado el de mis sentimientos está triste. Termino de cenar y dejo todo limpio por si Rochy al llegar decide cenar algo.

Voy a mi habitación tomo una ducha con agua templada para relajarme, luego de un día muy precipitado. Reviso mi celular y tenía un mensaje de ¿Joaquín?:

"... Pero no lo beses como a mí
no lo toques nunca así
Pues yo nunca beso como a ti te beso
cuando me tropiezo por ahí

Pero no lo mires como a mi
no lo acaricies nunca así
Por tu bien lo digo por que si lo haces
te vas a acordar de mi ..."

Sin darme cuenta había empezado a caminar inconscientemente hacia el balcón y terminando de leer el mensaje, siento una punzada muy fuerte que hace que me largue a llorar, pues me llegaron esas palabras. Y como si se tratara de una especie de imán, levantó mi mirada hacia al frente, me encuentro con la mirada de Joaquín -no se si estaba espiándome o estábamos conectados- que al hacer contacto sólo hizo que sintiera más ganas de llorar, bajo la mirada y decido entrar a mi habitación y cerrar la puerta que da al balcón.

NECESITABA ESTAR TRANQUILA

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