Rochy no sabía como actuar, ni que hacer. Después de unos minutos decidió que apenas su mamá y Joaquín salieran hacia la reunión, se lo comunicaría.
EN LA HABITACIÓN
Joaquín estaba algo molesto por la actitud de Lucía. Pues una vez revelado que él había ido por Rochy al aeropuerto y luego acompañarla a comprar algo que necesitaba, ella intentó disculparse por haber pensado mal. Él sólo le dijo que no iba a hablar teniendo a todos los invitados de espectadores y que la esperaba en la habitación. Mientras iba en camino, iba pensando en las palabras que le diría.
Lucía -por su parte- quedó en shock al escuchar de la boca de su nena, que Joaquín la había ido a recoger. Se dio muchas bofetadas mentales y fue a hablar con él para disculparse, él le dijo que la esperaba en su habitación.
-Lucía: -Entrando y luego cerrando la puerta con seguro- Jo-Joaquín... ¿podemos hablar?
-Joaquín: -Dando media vuelta- No.. no hay nada de que hablar.
-Lucía: Por favor, disculpame por haber dudado de ti. Y por haberte hablado como lo hice...
-Joaquín: Te dije que no hay más que hablar.
-Lucía: Pero es que...
Joaquín la acercó a él de la cintura, pegándola a su cuerpo y luego colocó sus manos en su cuello para profundizar aquel beso desesperado. Lucía necesitaba también sentirlo muy cerca y para esto colocó sus manos en la espalda de él. Sus lenguas no tardaron en unirse para empezar una batalla, en la cual ambos luchaban para demostrarse lo que sentían el uno por el otro.
La temperarura del cuerpo de Lucía -a causa de su estado- subió en cuestión de segundos y eso lo notó Joaquín así que la cargó en brazos -sosteniéndola por sus muslos- y ella enrolló sus manos en su cuello. Avanzó hacia la cama y la acostó suavemente para luego bajar hasta donde terminaba su vestido y empezar a subirlo, mientras acariciaba sus piernas y daba besos ardientes que la hacían delirar.
Joaquín, quiso arrancarle las bragas y menuda sorpresa que se llevó. No tenía. Súbitamente, posó su boca en la vagina de ella y empezó a darle esa atención que gritaba todo su cuerpo. Las hormonas hacían que se entregara de manera rápida -sin que pudiera hacer algo- sus jugos empezaron a salir y él sólo podía beberlos. Una vez que la respiración de Lucía estaba volviendo a la normalidad, ella pudo abrir sus ojos y de inmediato le pidió que la ayudara a sentarse.
Joaquín al acomodarla e intentar hablarle. No contaba con que ella -esta vez- tomara el control del momento. Al tomar la mano de él y sentarlo en la cama, mientras que ella desabrochaba el pantalón y le bajaba el cierre.
》Quiero sentirte dentro de mi -le susurró cerca de sus labios y una vez que él terminó de sacar sus pantalones, se sentó en la cama y la ayudó a acomodarse-
》Eres la única mujer a la que deseé. Deseo y desearé -Terminadas estas palabras, Lucía tomó el miembro erecto de Joaquín y lo acomodó en su entrada para autopenetrarse y así llevar el ritmo-
Él tenía sus manos en la espalda de ella -además de acariciarla, la sostenía- y ella con sus manos en los hombros de él, trataba de profundizar la penetración. Todo esto, más la atención a sus -sensibles senos- la estaba llevando a otra dimensión. Y ambos lo disfrutaban.
Una vez que llegaron al clímax, tuvieron que acostarse en la cama. Las piernas de los dos, temblaban sin parar por tanta pasión y al estar frente a frente, él habló:
-Joaquín: Alejandra Lucía Lombardo, espero te haya quedado bien grabado en todo tu ser... que soy SÓLO TUYO -Decía mientras le acariciaba la mejilla con su mano-
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MI SEÑORA
RandomLucía: Él es un joven encantador, el primer y único sobrino que me regaló la vida, recuerdo que me empecé a entrenar para ser mamá con él. Siempre le he tenido un amor muy especial y ahora ha crecido tanto, que me produce sensaciones tan deliciosas...