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Los ojos cielo fue lo único que vio cuando soltó esas palabras tan atajantes, el hombre parecía sorprendido por la forma en que Elena se habia defendido de aquel asquero hombre que queria aprovecharse del momento, este alzo sus manos rindiéndose y ella solo le dio una sonrisa divertida, le hubiera gustado detenerse a hablar más pero el caos se estaba poniendo peor, aun así le echo una muy ojeada viendo su perfectamente acomodado traje para luego darse la vuelta y echando a correr hacia su camarín, esquivo a Mario totalmente golpeado y no se le movió un pelo. Realmente se lo merecía ya hace bastante, se movió entre todo el revuelo de personas tratando de huir de las peleas y salto un par de botellas rotas para al fin llegar al pasillo, corrió lo más rápido que pudo y se refugio tras la puerta del camarín donde ágilmente amontono todo en la maleta.

Tomo sus cosas aún escuchando el caos en el salón sus manos subadan cuando se dirigía hacia la salida lo más rápido que sus tacones le permitian, vio a los músicos huyendo de las botellas que volaban haciéndose añicos contra las paredes, refugiándose contra la barra de tragos.

Y entonces el corazón de Elena latio fuerza al tener un arma enfrente a su rostro justo a mitad de su camino cuando ya estaba por poder salir de ese caos, un pitido horrible llego a sus oídos y un escalofrío le recorría el cuerpo por un momento su pesadilla se adueñó de su mente, no la puntaba a ella entonces giró su rostro hacia donde el arma apuntaba que era uno de los hombre con gorra característica que se encontraba golpean a uno de los hombres de Sabini.

— Carajo — exclamo sabiendo muy bien que iba a hacer — Me lamentare esto seguro

El arma estaba al lado de su cara y sintió el cuerpo del hombre a centímetros de ella, cerro sus ojos por un momento pensando en lo que iba a hacer, antes de que este disparara lo piso con su tacón luego encajo su codo en el estómago del hombre y le dio en la ingle.

— ¡Maldita perra! — escupió el hombre adolorido

Sus manos desviaron el arma hacia el techo donde el disparo hizo que Arthur Shelby girara hacia ella, Elena termino de dejar al hombre en el suelo al golpearle de lleno la cabeza contra la mesa, quedo con el arma en su mano y ella seguía mirando a Arthur Shelby quien no dejaba de verla tampoco, algo le había dicho que lo salvará.

— Tú — susurro Arthur

— Con un gracias me conformo — dijo Elena con una mueca dispuesta a irse — Y ahora debo irme así que suerte..

Se giro hacia la salida de vuelta pero la detuvieron

— ¡Quieta! — Exigió uno de los hombres tomandola de los brazos con fuerza

Elena quizo soltarse de las manos del hombre, intento pisarle el pie con su tacón para que la soltara pero no funciono, gruño molesta y dispuesta a darle un golpe con su cabeza para que dejara de apretar sus brazos.

— Oye idiota, sueltame si no quieres una bala entre tus cejas peludas — Escupió rabiosa — Vas a dejarme un moreton y voy a partirte la trasero

Hasta que uno de ellos se acercó no la soltaron, vaya el destino es una perra porque el hombre del traje lindo se acercó y Elena no bajo su mirada al verlo frente a ella.

— Sueltenla — Ordeno Tommy mirando a los gorilas que la sostenían

Los hombres la soltaron como si su piel quemará y ella los miro con una ceja alzada, perritos falderos dijo por dentro cuando sus ojos giraron hacia al caballero de lindos ojos, le hacia justicia al traje que portaba.

— Que considerado señor como sea que se llame — dijo sarcástica moviendo su mano esperando que le dijera su apellido

— Shelby  — se presentó con orgullo — Thomas Shelby

Million Dollar Man - Tommy shelby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora