Million Dollar Man - Tommy shelby

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En un duelo siempre hay diferentes etapas, una de ellas es la ira y Elena ya había pasado por esa misma además de por todas las demás, aunque siempre se puede retroceder como precisamente ese día que empezó horrible porque sabiendo todo lo que pasó entre ambos odiosamente extrañaba a Tommy, aquello la frustraba aún más ya que iba en contra de sus palabras y de su buen juicio para consigo misma, su cuerpo estaba agotado de tanto llorar enroscada entre las sábanas echa bolita en la cama con pañuelos a su alrededor, por supuesto que fuera de allí podia pararse delante de él cruzarse de brazos y fingir que no le importa pero diablos ella aun lo amaba, difícil es sacar de tu vida a alguien con quien viste colores cuando antes todo era era blanco y negro en tu propia vida, Tommy..  él tomó los pinceles justos para pintarla de color dorado terminando esa obra de arte incompleta que era ella misma, tenía tantos sentimientos respecto a el hombre podía amarlo y odiarlo pasando por ambas emociones en segundos, luego extrañaba abrazarlo mientras acariciaba su espalda como todas esas mañanas que sus ojos se abrían y tenía la maravillosa vista de su esposo, todo cambió de la noche a la mañana ahora se encontraba la cama fría completamente vacía a su lado.
¿Acaso Tommy sentira el mismo vacío que ella? Quería entender todo el contexto de porque decidió lastimarla de esa manera, incluso Elena llegó a pensar que no era suficiente el amor que le daba pero negó y tacho ese pensamiento que rondaba con veneno por su cabeza, ella dio todo de sí misma aun más de lo que debía y no volvería a permitir dudar de ese amor que siempre dio.
Su ánimo estaba por el suelo llevandola a cancelar los conciertos para quedarse en bata, aunque no duró mucho porque su pequeña hija la obligo a cambiarse para ir a buscar uno de sos libros de bocetos, dichos libros estaba en la mansión que la recibió con oscuridad y frío al entrar en ella. Subió las escaleras despacho hasta la segunda planta directo a la que fue la habitación de Morgan, fue al librero que le había indicado su hija y los tomó entre sus brazos miro todo a su alrededor con nostalgia mientras salía al pasillo, se detuvo abruptamente al ver a una chica con poca ropa corriendo por él.

— ¿Y tu quien eres? — le pregunto la chica tapándose como podía

Elena sintio otra estaca en su espalda cuando vio el collar en su cuello, aquel que había permanecido en ella durante años y que ahora lo portaba una total desconocida, queria arrancarselo de un tirón sin importarle lastimarla en el proceso, verla tan liberal corriendo por los pasillos en el que corrían sus hijos y portando aquel collar.

— Elena — la llamo Thomas

Thomas llegó sin camisa con un pantalón puesto y el cabello desastroso, se quedó de piedra al verla a Elena allí delante de la chica, otra vez lo arruinada de nuevo como si ya no hubiera echo lo suficiente ya.

— Lamento interrumpir — solto con una mueca — Ya me iba

Paso por al lado de la chica tratando de no correr lo que quedaba del pasillo, antes de irse se dio la vuelta con la atención de ambos puesta en ella, miro el collar de nuevo y con la frente en alto sonrío falsamente

— Lindo collar — alago luego pasando su ojos aguados en Thomas

El hombre cerró los ojos con fuerza cuando Elena nombre el collar, salió tras de ella poniendose la camisa como podía, la mujer se subió al coche dando un portazo.

— ¡Espera! — pidio Tommy

— Solo vine por unos libros de bocetos que Morgan olvido empacar — explico sin mirarlo tratando de arrancar el coche — Yo debí avisar que venía

— Mirame Elena — Ordeno

Ella apreto el volante queriendo hacerse la fuerte pero sus ojos la habían delatado, se enfrento a su mirada mostrandole su fragilidad denuevo