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Se preguntó miles de veces si estaba bien que ella estuviera ahí, había pasado la mayoría de los días pensando en como se sentiría ante la mirada de May sobre ella, pero todas esas dudas desaparecieron al ver como Tommy estaba emocionado, ella permanecía a su lado disfrutando de el agarre de su mano. Viéndolo conducir con concentración pero sin dejar de darle pequeños apretones a la mano de Elena o dibujar círculos en ella, ese pequeño gesto fue algo especial.
La enorme mansión dejó a la cantante muda, Tommy y ella se miraron.

- Diablos - susurro la cantante haciendo reír a Tommy — Mira eso, necesitaremos un mapa para no perdernos

— Creo que estaremos bien — aseguró riendo Tommy — Mientras no sueltes mi mano

Elena sonrio y se aferró a aun más lenta Tommy, cuando llegaron a la entrada de la mansión pudo ver la cantidad de ventanas y balcones, le pareció una maravilla pensar en la luz que entraría a primera hora, cuando bajaron del coche Tommy tomó su mano y ambos siguieron a la ama de llaves, al entrar hermosos cuadros con bordes dorados adornaban el lugar. Muchos parecían pintados a mano con gran detalle, ni hablar de la alfombra roja que estaba perfectamente limpia, entonces May los recibió y ella solo pudo fijarse en la amplia habitación, Elena imagino como decoraria si la mansión fuera suya, sin duda pondría un gran piano de cola para tocar mientras disfruta de la vista que otorgan los grandes ventanales, realmente en ese lugar podrían vivir muchas personas o hasta convertirlo en un refugio.

- Señorita Shelby, un placer tenerla aqui - saludo May sacándola de su admiración

Esperen dijo ¿Shelby? Elena se puso colorada y casi se atraganta con su propia saliva, se acercó a May tratando de recuperarse de ese "Señorita Shelby" mientras Tommy trataba de no reír por la reacción de su chica.

- Es Jackson - aclaro como pudo - El placer es mío señorita Carleton, tiene una muy linda mansión

- Si, muy linda pero traté de calentarla en invierno - contesto burlona - Es todo una travesía

Elena rio por ello, el ambiente se relajó aunque seguía sintiéndose observada por los ojos marrones de May, los invito a sentarse en un cómodo y espacioso sillón mientras les tendía un trago, sus ojos viajaron a los ventanales mientras May y Tommy hablaban del caballo.
Se imagino a sí misma recorriendo cada rincón de la mansión con un hermoso camisón y llegando a esa habitación, donde la luz de la luna entraría por los ventanales iluminando el piano, gloriosa paz no fue hasta que Tommy la llamó que salió de su ensueño y caminaron hasta el establo, ella miró fascinada los caballos y le recordó a su padre. Ahí estaba, el caballo que era idéntico a Sirio, lo miro con nostalgia y sin preguntar lo acaricio, el caballo giró su cabeza tapando su visión de Tommy.

- Hola hermosura - susurro acariciando el pelaje del animal

May noto como Thomas veía a Elena acariciar el caballo, la manera en la que la miraba era de la misma manera en que todas las chicas quieren ser vistas, sus ojos reflejaban el anhelo y hasta incluso el amor puro, lo vio acercarse a ella. Se sintió fuera de lugar, ambos tan absortos en la mirada del otro que hasta la hizo suspirar, May quería que alguien también la viera asi. De aquella forma en que Tommy miraba a Elena

- ¿Lista para aprender a montar? - pregunto Tommy sonriendole

- Naci lista - contesto sonriendo

May pidió a sus empleados que preparan un caballo a pedido de Tommy, este tenia su brazo alrededor de la cintura de Elena mientras le explicaba sobre las diferentes monturas que había, entonces fue llevada a cambiarse ya que no podía montar con un vestido, las amas de llave fueron amables con ella. Le dieron un pantalón y una camisa blanca con un abrigo, además de unas botas, cuando volvió a encontrar con Tommy este la miro de arriba a bajo, ella se sintió algo nerviosa.

Million Dollar Man - Tommy shelby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora