Million Dollar Man - Tommy shelby

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Tommy se despertó de otra pesadilla y una vez más Elena era la protagonista, ese sueño lo acompaño durante toda la mañana, sin dejarlo concentrarse mientras desayunaba o estaba en su despacho aquellas imágenes se seguían reproduciendo en su mente un y otra vez.
Un coche en la entrada se escucho arribar este se paro rápidamente al ver por la ventana ese particular coche rojo ardiente que solo podía pertenecer a su reina, el  corazón de Tommy latio con fuerza cuando vio a su hija bajar de él, estaba más alta y su cabello más largo. Ella sonrió al verlo pero seguía creyendo que estaba soñando, no podia ser real volver a verlos

— Esa niña tan alta es mi princesa — solto — Es un espejismo o estoy viendo a mi princesa

— ¡Papá! ¡Soy yo! — grito emocionada corriendo hacia él — Los astros volvieron a reunirnos

Este no tardó tampoco en correr hacia ella y la tomó entre sus brazos alzandola, Morgan no tardó en apretarlo y aspirar el perfume característico de su padre.

— Mi princesa  — hablo abrazandola fuerte — Tienes razón, los astros volvieron a reunirnos

Charles también corrió hacia ellos y Tommy se agachó para unirlo al abrazo

— Charles, mi muchacho — suspiro al verlo tan grande

— Te extrañamos papá — dijo Charles

— Y yo a ustedes — respondió sonriendo

Los zapatos de Elena tocaron el suelo saliendo del coche con elegancia, Tommy trago saliva cuando se enderezó viendo lo hermosa que estaba, la imagen de su pesadilla reapareció en su mente al verla. Su perfume lo trajo a la realidad y al acercarse todo temor desapareció

— Elena — dijo cuando la tuvo enfrente

— Tommy — hablo de la misma manera — ¿Llegamos en mal momento?

— No para nada — negó embelesado

Finn apareció en la puerta de la mansión igual al resto de la familia, Morgan abrió sus ojos grandes al verlo

— ¡Tío Finn! — exclamo — ¡Tío Arthur! Perdí un diente por treparme a un árbol

— Así se hace pequeña — festejo Finn — ¡Uno de muchos!

— Finn, no digas eso — negó regañandolo Arthur

Elena rio viendo a su hija correr hacia sus tíos al igual que Charles, dirigio su mirada a Tommy ambos quedaron mirandose fijamente con tantas cosas que decir pero sin saber por donde empezar, la mujer coloco una mano en su hombro tocandolo después de mucho causandole un escalofrío al pobre hombre.

— Te ves hermosa — solto sin poder evitarlo — B-bueno tú siempre lo fuiste

Ella sonrió y fue como un cuchillo afilado apoyado en su corazón, jamás pensó en ver esa sonrisa denuevo pero allí estaba, una curva peligrosa en la que podría morir.

— Hablaremos después — indicó ladeando la cabeza — En el despacho

— Esta bien — asintio atontado por su toque

Paso por su lado y Tommy no pudo evitar cerrar los ojos ante el olor de su perfume, temió por su cordura prefería mil veces que Elena le gritara y mirara con odio a que lo tratara con amabilidad porque ello lo hacía hacía sentir aun peor, ella se alejó de él caminando hacia la entrada donde no tardó en ser atrapada por los brazos de Arthur.

— ¡Mirate! Estas radiante — sonrío Arthur — Un ángel hermoso

— Tambien te he extrañado — susurro Elena