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Hay cuatro jinetes del apocalipsis del amor o eso es lo que las personas sabías solían decir, Elena temía que su matrimonio este cursando uno de esos cuatro jinetes, luego de el descontento que tuvo sobre los planes de su esposo ninguno se dirigió la palabra, la cantante pasaba más tiempo en Londres grabando canciones en el departamento de Richard que en su propio hogar, Erik se la pasaba diciendo que tanto Tommy como ella eran muy orgullosos y que uno debía dar el brazo a torcer. La mujer suspiro dándole la razón a su mejor amigo porque puede que sea una gran actriz con los demás pero por dentro estaba muriendo por volver a estar entre los brazos de su amado, esa noche había bebido unas cuantas copas cuando volvió a la mansión con la nariz roja y sus mejillas sonrojadas, arrastro sus pies hasta la oficina donde Tommy alzo sus ojos encontrandose con los de ella, Elena se apoyo en el marco y cruzo sus brazos queriendo protegerse de la mirada fría de su esposo.

-Hola..-saludo ella

Elena se sintio pequeña estando allí con Tommy mirandola de esa manera

-Veo que estuviste divirtiéndote.-hablo cruel mientras alza una ceja

-Tommy, no uses ese tono conmigo.-pidio bajando la mirada.-Estoy aquí o no?

-Donde te haz estado metiendo Elena?.-le pregunto ignorando su pedido.-Deberia de preocuparme?

Elena lo miro dolida por eso y su ceño se fruncio dando un paso hacia adentro de la oficina

-Que carajos estas insinuando?.-gruño.

-No lo se, preguntaselo a ese tal Richard.-menciono parandose.

Elena rio con amargura

-Si no hubieras estado siendo tan orgulloso sabrías quien es Richard.-nego mirandolo.-Pero haz estado aquí entre esas cuatro paredes ocupandote de hacer las cosas como tu quieres sin siquiera pensar en las consecuencias

Tommy soltó un bufido al saber que de nuevo tendría una discusión con su esposa

-El plan está echo y no pienso cambiar las cosas por tu temor de que algo le pase a Arthur.-tomo un cigarrillo y lo prendió totalmente distante

-No lo entiendes.-dijo alzando la voz.-No se trata solo de Arthur, es toda la maldita familia.

-ES MOMENTO DE QUE DEJES DE APAÑARLOS COMO SI TUVIERAS ALGUN DERECHO SOBRE ELLOS.-grito Tommy totalmente frustrado.-ARTHUR NO ES TU PADRE ELENA, NO ES TU FAMILIA ENTIENDES!

Elena se hizo hacia atrás como si una bala hubiera estrellado justo en su corazón, Tommy abrio los ojos sorprendido de sus propias palabras, no se midió y fue la frustración lo que hablo por él

-Te lo haz estado guardando todo este tiempo no?.-susurro dolida.-Ellos son mi familia, Erik, Milo, Rose y tu son mi familia así que discúlpame por tratar de mantenerlos a todos unidos y con vida

-Este negocio es importante, después de esto ya no habrán más tratos con Rusos.-comento ignorando lo anterior

-Recuerda Thomas, que no eres nadie sin tu familia.-menciono.-Ellos deberían de ser lo más importante aquí

Ella sintio sus ojos llenos de lagrimas, las respiraciones eran agitadas luego de las palabras que ambos se habían dicho, Tommy quiso acercarse pero Elena lo empujó hacia atrás con los ojos lagrimosos y salió de alli con el corazón doliendo, se encerro en el cuarto donde el piano estaba dejandose caer en el sofa, sus lágrimas saladas caían sin parar. Tommy se sintio horriblemente por lo que dijo y quiso ir a disculparse pero una carta de urgencia lo interrumpió, lo leyo con rapidez y salió de la casa dejando a su esposa sola en la enorme mansión que convensaba a ser más fría que el mismísimo invierno, las rosas empezaban a marchitarse. 
El día siguiente Elena despertó en el sofa, sus ojos estaban hinchados y la cabeza le ardía por aquella pesadilla con su padre que había dejado de tener hace mucho, camino hasta el dormitorio para cambiarse de ropa y irse a caminar por el campo. Nisiquiera se mutó cuando se encontró a su esposo sentando en la punta de la cama, este busco su mirada pero ella lo Ignoro totalmente tomo sus cosas y se fue de allí, Polly la esperaba así que rápidamente bajo y se subieron al coche. Llegaron a la casa de apuestas donde pasaron el resto del día alli, Elena no estaba como siempre y todos lo notaron, la cantante tenía una lucha constante en su cabeza sobre la discusión con su esposo.

-Discutieron verdad?.-le pregunto Polly viendola desde su escritorio

-Tu sobrino tiene talento para ser desesperante.-menciono tomando un cigarrillo.

-Pero aún así lo amas.-dijo con gracia

-Si.-susurro.-Tu estas acuerdo con todo esto de los rusos Polly?

-De enserió quieres saber?.-hablo obvia alzando sus cejas

-Yo solo quiero que entienda.-una mueca en sus labios creció.-Michael es un niño, John tiene hijos y Arthur.. él no podría cargar con eso

-Lo se Elena, es lo mismo que yo pienso.-admitio preocupada

-Polly..-la llamo Elena.-No dejare que Michael manche sus manos, lo haré yo misma si así debe ser

Tenía en su mente la forma en que haría sufrir a el padre Hughes mandandolo al tártaro, si era posible luego se ocuparía de esa maldita rusa que había estado jugando con fuego sin saber que Elena podía hacerla arder como las llamas del infierno, Polly vio en los ojos de Elena la determinación de sus palabras sabia que no eran solo promesas vacías. Si alguien iba a vengar a esta familia sin duda ella sería la indicada, una pesadilla para quienes se metan con los peaky blinders.

-Gracias Elena.-tomo su mano para darle un apretón

Al regresar a la mansión su espalda dolía como el infierno así que subio a la habitación para ponerse un pijama y descansar, cuando estaba buscando entre su ropa escucho la puerta de la habitación abrirse.

-Elena..-la llamo.

-Que?.-pregunto cortante como las cuchilla de la boina de su esposo

-Lo lamento.-pidio notando que ella nisiquiera se dio vuelta para mirarlo

-Esta bien.-contesto con ese tono de voz nuevamente.

Tomo la ropa que iba a ponerse y se dio la vuelta pero las manos de su esposo le impidieron irse, esta suspiro ruidosamente.

-No esta bien.-nego Tommy.-No debí decirte eso, no pensé en lo que decía

-Ya no importa.-dijo sin mirarlo.

-Se que lo que estoy haciendo no está bien Elena.-susurro cerca de su rostro.-Estoy arriesgando todo y esto me tiene nervioso

-Tommy, déjame ayudar.-dijo levantando su rostro para mirarlo.-Hay otra manera, yo puedo..

-No la hay Elena, solo necesito que confíes en mi.-le pidio casi rogando.-Todo saldrá bien, te lo prometo.

-Tommy..

-No me dejes.-le pidio aferrandose a su cuerpo

-Quien dijo que iba a dejarte?.-le pregunto acunando su rostro con ambas manos.-Puede que esté enojada y que tenga ganas de golpearte pero no voy a dejarte Thomas, hice una promesa en el altar.

Miro los ojos cielo de su esposo

-Hasta que la muerte nos separe.-Susurro ella

-Hasta que la muerte nos separe.-repitio él

Nota: Últimamente estoy siendo un asco para escribir, tengo un gran bloqueo.. gracias por comentar y votar ♡

Million Dollar Man - Tommy shelby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora