07

7.2K 697 48
                                    


La siguiente noche en Birmingham fue igual de divertida que el día de la inauguración, Erik y Elena conocieron a Ada la unica hermana mujer de los shelby's que los entretuvo hablando de política entre otros temas, también la cantante tuvo el honor de conocer a John que parecía algo cohibido ante su presencia, sin duda eso llamó la atención de Arthur y Tommy que estaban acostumbrados a los comentarios de su hermano pero ninguno de ellos salió esa noche, el resto de la velada Elena se la pasó charlando con Thomas mientras fumaban, compartieron algunas bromas y risas como si fueran amigos de toda la vida aquello sorprendió a Lizzy Stark y hizo crecer unos celos furiosos dentro de su pecho no podía apartar su mirada de la pareja.

— Te escribiré — prometio el gánster cuando ella se despidió

Y así lo hizo luego de tantos días Elena recibió una carta de él y fue ahí cuando el intercambio empezó, había vuelto a Londres con un buen dinero en su maleta que guardo en su caja fuerte, ese día estaba bastante risueña mientras caminaba por Camden Town viendo las cosas de la feria, vio un hermoso reloj de bolsillo que era de oro Elena apostó a que la mujer que lo vendía nisiquiera sabia sobre el valor del objeto. Miro como tenía un caballo grabado y una imagen del gitano llego a su cabeza, sonrió inconscientemente cuando recordó que el mismo le había comentado la noche que estuvieron en el bar que su reloj ya estaba dejando de funcionar, lo compro sin pensarlo después de que el esposo de la vendedora le mostrara que si funciona, luego de aquello siguio recorriendo la feria algo distraído que tropieza.

— Que carajos — Exclamo mirando hacia abajo

Se encontró con un hermoso bullmastiff que la miraba mientras babeaba, acostado como si fuera el dueño de la zona y lo reconoció instantáneamente

— Oh lo siento preciosura — se disculpó agachandose hasta la altura del perro — ¿No te lastime verdad?

Acaricio al perro que movía su cola alegre por la atención de la joven cantante, Elena percibió la correa pero no le presto mucha atención

— Disfrutas de las caricias eh, que buen muchacho eres — rio Elena cuando el perro se relajaba más

— Cyril — solto una voz — Hiciste tropezar a la dama, muchacho

El perro alzó sus orejas y se enderezó, Elena se paro encontrándose con un hombre que sostenía la correa del perro, verlo fue un detonante de emociones pero estaba frente a el ojo público y debía fingir no conocerlo

— Tranquilo, fui yo la que no lo vio — hablo Elena — Es un hermoso perro

Alfie Solomons estaba delante de ella, este acomodo mejor su sombrero y Elena hizo una mueca que el hombre entendió, la miro con los ojos entrecerrados

— ¿La conozco de algún lado? — pregunto fingiendo demencia

Elena trago saliva y se mordió la lengua evitando rodar los ojos, odiaba tener que hacer eso

— Trabajaba en el club de Sabini, señor Solomons — menciono sorprendiendo al contrario — Solia cantar ahí

Alfie se mantuvo callado muy compenetrado en su papel de demencia por evitar que lo suyo llegara a Sabini

— Eres a la que llaman El Ángel— solto peinando su barba — Te recuerdo

— Si — asintio algo tensa — En fin, suerte en su guerra señor Solomons

— He escuchado que le dieron una buena paliza a Mario — menciono el judío — ¿Se lo merecía no crees?

— Si, lo tenía bien merecido — respondio

Si fuera por ella, lo hubiera matado con sus propias manos pero no quería problemas con ninguno de la familia Sabini.

— Cuidese señorita

Million Dollar Man - Tommy shelby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora