Million Dollar Man - Tommy shelby

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Las ideas que se planteaban en su mente no lo dejaban en paz y seguían pinchandolo por todo su cuerpo, los miedos comenzaban a golpear las puertas de su subconsciente mientras el piano de su amada sonaba llenando la casa de una melodía que temia no volver a escuchar, sentando en el patio trasero fumando un cigarrillo miro a Elena dentro de la habitación con las ventanas abiertas sentada en el piano con Arthur a su lado. Por qué no era él quien estaba allí viendola de cerca mover con delicadeza los dedos sobre aquel piano antiguo, admirando como sus ojos se cerraban cuando encontraba la nota perfecta, los negocios estaban quitandote ese momento que podría ser una bocanada de aire fresco para él.

Observó con atención como Elena dejaba de tocar dándole el mando a Arthur que se arremango la camisa y nervioso comenzó a tocar, la noche que le dijo con enojo a su amada que Arthur no era su padre supo que había pasado un limite, nunca entendería el extraño lazo que ellos tenían. No era algo romántico él podía notarlo pero si algo más, Elena había visto esa señal en Arthur que le decía "Ayudalo" tal vez ella tenia razón al mencionar que él nunca pensaba en los demonios que atormentaban a su hermano, solo ponía más y más cargas sobre él esperando que todo eso desapareciera como si se tratara de su propia mente.
Su esposa tenía el don de poder ver aquel sufrimiento que nadie más podría notar, más de una vez ella se había acercado cuando estaba nostálgico recordando a su madre susurrado que era una emoción válida y que hasta podría llorar si quisiera, Elena era un lugar seguro para todos.

-Tal vez funcione, hazlo de nuevo.-la escucho decir

La melodía producida por los dedos ágiles de Arthur volvió a sonar pero esta vez más firme que la anterior, la vio tomar su cabello atandolo en una desordenada coleta

-Desde que me enamoré de ti, me volví a enamorar de mí.-canto mirando los dedos de Arthur moverse

Este sonrío al lograr que aquella melodía se adaptará a la frase de esa futura canción

-Me gusta.-admitio Arthur sin dejar de tocar.-Que tal esta nota?

Fue una improvisación que tomó por sorpresa a la cantante, ella solto una risita mientras jugaba con la pluma en su mano.

-Y chico, ¿se siente dulce, como una brisa de verano?.-canto mientras Arthur la mirada tan pacífico.-Desde que me enamoré de ti, me volví a enamorar de la ciudad.

Escribió aquello en su libreta con una caligrafía impecable y volvió su atención a el piano, Arthur siguió entonando pero esta vez ella colo su mano en las últimas notas.

-Me hiciste cambiar mis violetas por rosas.-comento Arthur derepente ganandose una mirada de Elena

Las flores llamadas Violetas eran las favoritas de su madre, Arthur sonrió triste al recordar aquello y un dolor se instalo en el corazón de Tommy cuando la voz de su madre se escucho como un susurro en el viento, el aroma de aquellas flores eran lo primero que solian oler cuando se levantaban y su madre las cuidaba con tanta devoción como Elena a sus rosas, cuando eran niños había un campo cerca de el patio de Charly que estaba plagiado de Violetas y tanto Arthur como él las arrancaban para llevarselas como regalo a su madre que siempre les dedicaba una sonrisa y un beso en la mejilla encantada.

-Me gusta..-susurro Elena conmocionada por la referencia de aquella mujer en la canción
Los ojos de Arthur brillaron por la aprobación y noto a Elena tomar una bocanada de aire

-Me hiciste cambiar mis violetas por rosas.-agrego cantando suavemente.-Intentaste cambiar mi nuevo camión por caballos

Elena siempre lograba que sus canciones transmitieran más de lo que pretendía, cada vez que las escuchabas podías imaginar toda una historia de aquellas canciones como si pudieras ser el protagonista, bueno Elena ya le había confesado que sus canciones trataban sobre él algo que subía más su ego.
Su vista se alejo de aquella habitación donde no estaba invitado, sus ojos se posaron en la ama de llaves que anunciaba la llegada de Alfie Solomons a la mansión, no queria interrumpir ese momento que Elena había creado con Arthur pero debían ocuparse de aquel negocio que esperaba terminar lo antes posible.

-ARTHUR!.-lo llamo alzando la voz logrando que tanto su hermano como Elena girarán sus cabezas para mirarlo.-Tenemos cosas que hacer

Este asintio levantandose del asiento dejando a Elena sola con el piano, ella sonrió entendiendo la interrupción y siguo tocando evitando que se fuera de su mente las ideas que tenía, estuvo alli más tiempo de lo que creía así que cuando abandono la habitación se sorprendió de encontrarse a Alfie en la mansión

-Miren nada más.-hablo el hombre de barba y sombrero.-Si es nuestro querido ángel, Elena Jackson

-Es Elena Shelby ahora Alfie.-corrigio sonriendo

-Um sigo pensando que Solomons te quedaría mejor.-bromeo haciendola reír.-Pense que estaba alucinando cuando escuché tu melosa voz

-Bueno, ahora que estoy frente de ti puedes colaborar de que no estás perdiendo la cabeza.-mencion con una mueca

-Resurgiste como un maldito fénix.-dijo acercandose para apartar un mechón molesto.-Llegue a pensar que no sobrevivirías

-Alfie estas invadiendo mi espacio personal.-sonrio haciendo un paso hacia atrás.

-Oh lo siento.-se disculpó entendiendo.-Bueno, es hora de irme

Este parecía no querer irse de allí, a regañadientes se dirigió hacia la entrada con Olí. Elena mordió su labio pensando en si debía decir algo más, algo le decía que seria la última vez que vería al hombre así que corrió hacia la salida justo antes de que subiera al coche y se perdiera por la calle de tierra

-Alfie!.-lo llamo haciendo que este se diera vuelta.-Lamento que lo nuestro no haya funcionado

Este sonrío algo nostálgico por la mención de aquel viejo amor

-Eras demasiado para un hombre como yo Elena.-declaro aclarando su garganta.-Eres demasiado para cualquiera de nosotros

Dijo haciendo mención a su matrimonio con Thomas, ella hizo una mueca por eso.

-Gracias por haberme salvado aquella noche.-agradecio con los ojos brillosos

-Adios Elena.-se despidio con su sombrero para luego subirse al coche

Una lagrima silenciosa bajo por su mejilla al despedirse del hombre, había una historia entre ellos dos que comenzó mucho antes de que Elena conociera a Tommy, una relación que mantuvo su corazón funcionando pero que no lo reparo, siempre estará agradecida de que Alfie la haya salvado de las garras de Mario aquel frío diciembre y que le brindará abrigo en esas noches donde no podía ni consigo misma.