|Capitulo 61|

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Llegue al aeropuerto de Seúl a eso de las 8:00 AM, el vuelo duro al rededor de 10 horas ya que fue un transcurso lento, gracias a que el Jet es de lujo pude descansar bien, sumándole los medicamentos el dolor fue casi nulo.

Baje del Jet y fui escoltado por algunos miembros de seguridad de mi empresa hasta el vehículo que le llevaría a mi hogar, gracias a la gorra que lleve pude ocultar mi rostro de las personas que incluso algunos miraban extrañados. Metí mis maletas a la cajuela y me senté en la parte de atrás de la camioneta. Volví a mirar mi celular y ni había ninguna respuesta de Momo.

- Hemos llegado señor - el chofer se detuvo en frente del edificio - Llévame sus malestar en un momento

- No tardes - baje del lugar y me dirigí a ese apartamento -

Entre y fui hasta el elevador, presioné los botones de mi piso y baje una vez había llegado. Quite el seguro de la puerta e ingrese el código de acceso.

- Olvidaba lo grande que es este lugar - caminé hasta la sala y me deje caer en un de los sofás -

El apartamento estaba limpio, las alacenas estaban vacías, lo que indicaba que tendría que suministrarlas, entre otras cosas que hacían falta debido a mi desaparición. No tengo la cabeza para pensar en esas cosas, tampoco tenía hambre, solo ke seguía sintiendo cansado, las secuelas y el precio que pago por la sobre explotación que le di a mi cuerpo hace unos días.

Caminé hasta mi habitación, entre al baño de la habitación y me puse la pomada que me había dado el doctor y después me recosté en la gran cama de ese lugar, mire el techo por algunos segundo, me sentía aliviado por el hecho de saber que todo ya había terminado, o al menos por el momento, aún tengo muchas cosas por hacer, no sé si aún podía tomar el cargo de guardaespaldas, que le diría a las chicas, entre otros asuntos.

Saque todo de mi cabeza dejando mi mente en blanco para continuar con mi descanso, quiero dormir al menos un par de horas para ponerme manos a la obra, no quiero pensar en nada ya que me quitarán las ganas de poder descansar dejándome con alguna inquietud arruinando el resto de mi día hasta que hiciera esas cosas. Solo cerré los ojos hasta quedar dormido.

[...]

Volví a despertar y el reloj marca las las 12:00 PM, el dolor de todo mi cuerpo se había intensificado por el cual decidí levantarme, tenía mucha hambre así que pedí bastante comida a domicilio. La cual tardaría al menos una casi una hora en traerla.

Para matar el tiempo me di una larga ducha, después de salir me puse otra muda de ropa cómoda y tome una de las pastillas analgésicas. Ya que aún hay muchas partes de mi cuerpo que dolían con el simple hecho de pensar en ellas.

Descansaré toda la semana para recuperarme lo mayor posible antes de mandar mi solicitud para tomar mi cargo anterior, no tengo esperanzas de retomar el trabajo pero al manos lo habré intentado. A mi cabeza volvió a aparecer Momo, tenía la opción de ir a buscar ala o esperar a que las cosas se dieran, ninguna de las dos ideas le convencían y no es que digamos que quiera encarar a Momo ahora.

Después de pensar en algunas cosas que haré el timbre sonó, mire con el visor de la puerta y es la comida que había pedido hace  40 minutos, me entregó todo lo que había pedido, cerré la puerta y dejé todo en la mesa dela sala.

Puse en mi laptop en el evento de hace una semana y lo vincule con la pantalla, pensar que ese día tuve una de las tres peleas más difícil de toda mi carrera como corona, me senté y comencé a comer viendo ese gran evento.

[...]

Después de haber terminado de comer, limpié la mesa, tiré la basura que había quedado y termine de ver el evento con mi pelea. Suspire al ver el final del combate, sentía cada uno de los golpes que recibía mi cuerpo, al final de la pelea ambos nos tomamos de los uniformes rotos y a golpearnos con todas las fierezas que nos quedaban, sin evadir o bloquear los ataques, hasta ver quién sería el último el quedar de pie, hasta que el cuerpo de un cayera al suelo dandole la victoria al ultimo en pie.

Fue el último golpe a su mandíbula que lo hizo caer en seco a la arena, no logre estar de pie y caí hincado en frente de él hasta que perdí el conocimiento. Apague la pantalla y recosté mi cabeza, suspire pensando que logre ganar esa pelea, fueron muchas cosas las que se ganaron y recuperaron en ese lugar, una de ellas un descanso hasta poder recuperarme.

Necesitaba salir a caminar ya que no era de las personas que podría estar mucho tiempo sin hacer nada, tome una de las pastillas del Clan Kuret la cual dormía todo el dolor de mi cuerpo, como era último de costumbre, tome un pantalón negro, una sudadera negra de cuello largo, zapatos grises y una holgada gabardina color negro, solo con bordes y botones de color gris perla, y para finalizar una boina del color de gris.

Gracias a aquella milagrosa pomada mi rostro estaba muchísimo mejor que antes, solo era uno que otro moretón y las puntadas de mi mejilla.

Me dirigiría a la avenida principal que está a unas pocas calles del lugar donde estaba, el clima es frío, de los mejores climas para poder disfrutar, lo sabía al ver por el gram ventanal que daba vista a la hermosa ciudad.

Comencé a caminar a la puerta para salir de mi apartamento, tome mi celular que al desbloquearlo estaba en el chat de Momo, el mensaje estaba leído, no sabía si fue apenas o hace tiempo. En ese momento alguien comenzó a tocar la puerta de manera rápida. La abrí y no pude evitar sonreír al ver a esa persona.

- Momo... -

- _______.... - sus ojos se cristalizaron -

Yo Soy Tu Guardaespaldas |Momo y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora