Yo Soy Tu Guardaespaldas |Momo y tu|

|Capitulo 87|

Regrese a casa, era poco más de media noche, me siento aturdido, apenas podía entender que hubo una tercera sobreviviente.

Siento que me ocultan algo, más bien todo, me es extraño no poder recordar absolutamente casi nada de lo que viví en ese lugar, no recuerdo las pruebas, siquiera la noción de cuánto tiempo exactamente estuvimos ahí, lo que más me amarga es el hecho de no recordar ni siquiera el rostro de mis compañeros.

Pero sabía que mi manos estuvieron manchadas de su sangre, también fue extraño el momento en el que tuve un encierro con Isai, uno de los actuales estudiantes de Hashima.

Nada se conectaba, pero por algún motivo siento que todo es una mentira, ¿en verdad Hashima fue el malo?.

Porque Amon quien formó parte de la generación de coronas con Hashima no recuerda con amargura los momentos que pasaron juntos, porque solo él sobrevivió a la masacre. Lo recuerda con nostalgia.

La idea de la tercer sobreviviente. Eso implicaba que podría haber alguien más vivo. Podrían no ser sólo tres, alguien más puede estar fuera. Alguien más podría haber escapado pero ¿como? Ese lugar fue inexpugnable, no había forma de entrar o salir sin autorización, entonces como escapó o sobrevivió.

Mientras más pienso en la cosas, más abrumado me sentía, la combinación del alcohol, la adrenalina y una crisis existencial no me ayudaban en nada.

Quede hipnotizado mirando el centro de la mesita de la sala, tenía más preguntas qué respuestas, y eso ma abrumaba demasiado.

Poco después alguien se sentó a mi lado, mire a mi derecha y es Momo, quien se despertó al escucharme llegar, me abrazo del brazo recargando su cabeza en mi hombro.

Deslice mi mano por su pierna y recargue mi cabeza en la suya, estuvimos así por un par de segundos, su respiración es tranquila y su agarre es fuerte, estaba acurrucándose.

- ¿Estás bien? - su voz se escucha adormilada -

- Estoy cansado - suspire - demasiadas cosas por hoy...

- Suenas desanimado.. - entrelazó los dedos de su mano con la mía -

- Es el cansancio - Levante un poco la cabeza para besar su frente - solo necesito dormir un poco

- Está bien - besó mi mejilla - iré al baño y voy contigo

Entre a la habitación y me recosté en la cama sin cambiarme la ropa, mis nudillos aún tenían sangre solo lis limpie con saliva y la orilla de mi camisa, suspire y mire el techo por un largo tiempo, comenzaba a estresarme pero no podía hacer nada.

Cerré mis ojos para intentar dormir y mañana continuar con mis actividades y el reclutamiento ordenado por los altos mandos de Imperial.

Unas manos comenzaron a recorrer mis piernas hasta llegar a mi cintura, y después dirigirse a mi entrepierna, después postro sus manos en la cama y sentí su respiración recorrer mi cuello, hasta que comenzó a dejar pequeños besos.

Comenzó a mover su cuerpo hasta sentarse en mis piernas, abrí mis ojos. Sus ojos son hermosos, sus labios, todo. Me beso lentamente solo pegando nuestros labios.

Mordí su labio inferior con un poco de fuerza ocasionando un jadeo de su parte, sonrió y enredó sus brazos en mi cuello para empezar un apasionado beso.

Comenzó una pelea entre nuestras lenguas, nuestras respiraciones se agitaban debido a la lujuria que comenzábamos a sentir, cada ves más fuerte.

Comenzó a mover sus caderas de atrás hacia adelante sobre mi entrepierna, estaba totalmente caliente, respondí apretando su trasero y sus muslos, deslizando mis manos. No dejaba de moverse, su respiración entre cortada y jadeante, me encanta.