|Capitulo 77|

160 20 0
                                    

Sentí una ligera presión en mi cintura que me impedía moverme, desperté y vi una sombra sentada en mi estomago, casi en mi entrepierna, talle mis ojos y era momo quien me miraba detenidamente. Empezó a hacer movimientos de enfrente hacia atrás de manera lenta. Colocando sus manos sobre mi pecho.

Tome sus manos de las muñecas con fragilidad, besándolas con cariño mirando las marcas en ella por lo de hace Un momento, sus piernas tenían las marcas que hice, incluyendo su cuello, elevé mi cintura quedando sentado a pocos centímetros de Momo.

- Apenas amanecerá - acarició mi cabello - Te desperté?

- Podría decirse que si, pero no está mal madrugar de ves en cuando - la abrace por la cintura - dormiste bien?

- Después de casi partirme ayer, lo mínimo que podía era descansar - me dio un pequeño beso - fuiste muy duro ayer

- Lo siento... - comencé a tocar con las puntas de mis dedos sus marcas en la piel -

Apenas pocos segundos mi recular emitió el sonido de mensajes, el cual era de la empresa, habían comenzado a preparar a todos aquellos que participarían en el evento, temía no solo por la seguridad de Momo, sino la de muchas personas incluyendo a todos los "guerreros" de las marcas aliadas.

- En que piensas - levantó mi rostro con ambas manos - Estás muy pensativo, incluso tu actitud es diferente

- Diferente? - solo la miraba -

- Si... -

- No tienes nada en qué preocuparte - la abrace con fuerza - a partir de ahora nada ni nadie podrá hacerte daño...

Al amanecer pase parte de la mañana y tarde en casa de momo conviviendo con su hermana y madre, su padre es otro contar, es cuestión de tiempo, tiene idea de qué tipo de persona soy.

Nos hicieron las preguntas de cómo se conocieron, cómo se dio su relación, cuánto tiempo llevan juntos y la pregunta del millón, si teníamos pensado casarnos, fue esa última que casi hace que me ahogue con mi propia saliva.

Aún no procesaba en qué giro se dieron las cosas y como es que hemos podido mantenerlas a flote, incluso ahora que las cosas huyan de mal en peor con mi persona, fue una tarde tranquila, conocí más cosas de Momo, su vida privada, sus fotos de pequeña, anécdotas sobre ella.

Poco tiempo después regresaría a Tokio, donde comenzaría trabajar en mi preparación propia y del resto de los escuadrones, entre equipamiento, estrategia, comunicaciones.

Momo me miraba con una mirada triste, le di un tierno beso en sus labios y la abrace, ella respondió abrazándome con fuerza, a partir de ahora no sabría cuando volvería a verla, pronto regresaría a trabajar y yo a dedicarme en la exhaustiva misión "Cacería".

- Te tienes que ir tan pronto? - dijo mientras la abrazaba -

- No estaré tan lejos - me separe de ella acariciando ambas mejillas - quisiera quedarme más tiempo pero es imposible con mis actividades...

- Entonces llévame contigo - bromeó y después sonrió - tengo algunos días de descanso y quiero visitar Tokio antes de regresar

- No es mala idea - quede pensando algunos segundo - nada mala

- Lo dices enserio? - mi miro sorprendida y con una sonrisa ladeada -

- Muy enserio - la abrase de la cintura - no quieres venir?

- Vaya en verdad no creí que aceptaras - queda pensado unos segundos -

- Estás segura? Estaré demasiado ocupado, ni siquiera sabré si podré pasar tiempo contigo - suspire una vez más -

Yo Soy Tu Guardaespaldas |Momo y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora