Capítulo 3

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Carina llegó a su apartamento después de varias horas de guardia en las que prácticamente no había podido parar de dar vueltas, aunque haber conocido a Maya le había alegrado el día mucho más de lo que le gustaría reconocer. En su cabeza no dejaba de dar vueltas la idea de volver a verla y de pedirle salir, notaba que entre ambas se había creado una conexión algo que no podía explicar con palabras pero que había sentido en el mismo momento en que sus ojos azules se habían clavado en ella.

Después de haber pasado varios meses bastante afectada por la marcha de Arizona, quién no había contado con su opinión para tomar esa decisión, volver a sentir esa ilusión le daba pánico pero a la vez le agradaba.

Dejó su maletín y su chaqueta sobre el perchero para después servirse una copa de vino y comenzar a preparar la cena, su mejor amiga y compañera de trabajo estaba a punto de llegar para una noche de chicas que solían hacer coincidir con sus días de guardias pues al día siguiente no tenían que ir a trabajar por lo que no les importaba si su velada se alargaba.

Estaba terminando de preparar algunos platos de picoteo cuando el timbre sonó y Teddy entró por la puerta con la confianza que daban años de amistad, cómo siempre traía una sonrisa de oreja a oreja en su cara.

- ¿Cómo estás?- Preguntó cogiendo su copa de vino y dejándole un beso en la mejilla a Carina que seguía preparando la cena y colocándola en los platos.- ¿En qué te ayudo?- añadió antes de que esta pudiese contestar.

- En nada, está todo listo.- Contestó está invitándola a sentarse en la barra de la cocina y así tomar ahí mismo la cena antes de pasar al sillón a ver alguna película mientras cotilleaban y hablaban de sus respectivos días.

Teddy notó que su amiga había estado bastante más escueta de lo normal, ella que era una bomba de energía y habladora como nadie se encontraba esa noche bastante retraída y pensativa lo que la hizo sospechar que algo estaba sucediendo aunque no le dijo nada pues prefería que fuese ella quién diese el primer paso y le contase que le estaba sucediendo si necesidad de bombardearla a preguntas.

- ¿Cómo te ha ido la guardia?- Preguntó Carina mientras comenzaba a cenar con su segunda copa de vino.

- Agotadora, he tenido una cirugía de urgencias y mi paciente casi no sale vivo del quirófano así que prefiero no hablar del tema...

- Entonces cuéntame sobre ese ligue que he oído que tienes...- La picó Carina que sabía que no le gustaba nada hablar de esos temas.

Teddy había quedado viuda siendo muy joven y desde entonces no había tenido ninguna relación larga ni formal, más por miedo a volver a sufrir que por no haber tenido oportunidades, Carina seguía intentando ayudarla con eso y hacerle ver que la vida debe de seguir hacía delante y que encerrarse en uno mismo y en la soledad no era bueno para nadie.

Por su parte Teddy había sufrido mucho por la pérdida de su marido que tras un trágico accidente no consiguió superar la operación a la que tuvo que ser sometido. Ella había pasado años intentado superar su pérdida y aunque seguía siendo una herida que estaba abierta y que en ocasiones sangraba había conseguido volver a abrirse al mundo, volver a disfrutar de la vida.

- No tengo ningún ligue.- Espetó moviendo mucho los brazos, gesto que Carina conocía muy bien y que sabía que significaba que estaba mintiendo descaradamente pero que lo hacía porque se avergonzaba de reconocer la verdad.

- Soy tu mejor amiga merezco tener esta exclusiva...- Pidió poniendo cara de inocente mientras le daba otro sorbo al vino.- Además yo debo de darle el visto bueno a ese galán que quiere conquistarte.

Sobreviviendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora