Sobreviviendo.

Capítulo 39

Maya soltó un suspiro de frustración y tras algunos segundos de pensárselo salió detrás de Carina. No podía irse así a su casa pues sabía que no podría dormir en toda la noche pensando en la otra mujer.

Carina sonrió al notar que Maya la estaba siguiendo y al entrar en el ascensor esperó unos segundos para que pudiese entrar ella también. Maya deslizó su mano por el brazo de la morena hasta acabar uniendo sus dedos de manera cariñosa, lo cual hizo sonreír a Carina que apretó el agarre. Ninguna decía nada pues las palabras no eran necesarias en ese momento. Las dos sentía sus corazones latir rápidamente, como si fuese la primera vez que pasasen la noche juntas o como sí nunca antes hubiesen estado con otra persona.

Ambas salieron dadas de la mano del ascensor y tan solo se soltaron cuando Carina tuvo que buscar en su bolso las llaves de su apartamento para poder entrar. Una vez dentro Maya no le dio tiempo a hablar o a girarse, simplemente pasó sus manos por las caderas de la morena, quedando apoyada sobre su espalda y fueron andando despacio hasta llegar al dormitorio. Una vez dentro de la habitación Carina giró sobre los brazos y quedó cara a cara con Maya, que sonreía tranquilamente, las dos estaban en las nubes en esos momentos.

- Creo que podría perderme en esos ojos...- Dijo Carina deslizando sus brazos por el cuello de la rubia.

- A mi me pasaría lo mismo.- Aseguró Maya que deslizaba sus manos por las caderas de la otra mujer.

Antes de poder continuar con sus palabras Carina beso suavemente sus labios, sus cuerpos se movían de manera suave como si una bella y lenta canción sonase en esos momentos en la habitación.

Las dos siguieron con esos movimientos lentos, disfrutando de la cercanía de sus cuerpos y de esa leve danza que tenían mientras que sus labios se unían en un beso que cada vez se hacía más necesitado. Maya lentamente fue caminando hasta llegar a la cama, de manera lenta y cuidadosa dejó caer el cuerpo de la morena sobre el colchón colando una de sus pierna en medio de las de la morena. Al colocar sus manos sobre el colchón para no dejar todo su peso sobre la morena notó una punzada de dolor, su mano derecha seguía dolorida después del puñetazo que había dado el día del incendio.

- ¡Joder!.- Espetó dejándose caer sobre el colchó bocarriba al lado de Carina que se giró rápidamente para mirarla a los ojos.

- ¿Qué pasa?- Preguntó dejando su mano sobre el pecho de la rubia que subía y bajaba rápidamente.

- Me había olvidado del golpe en la muñeca.- Contestó Maya mirando su mano que estaba cubierta por una venda elástica que la inmovilizaba un poco.- Pero creo que ya estoy mejor...- Murmuró levantándose un poco para besar los de la morena que respondió encantada.

- Creo que te toca relajarte y disfrutar.- Aseguró Carina colocándose ahora ella encima acariciándole los muslos a la rubia que pasó sus manos por la espalda de la morena.

Lentamente Carina fue bajando sus besos hacia el cuello de la bombera que suspiraba demostrando lo que disfrutaba de esas caricias. La morena se levantó algunos minutos después y comenzó a quitarse la ropa para quedar completamente desnuda. Fue entonces cuando deslizo sus manos por el esculpido abdomen de Maya, levantando con ello su camiseta para poder llegar así al cinturón que llevaba en las hebillas de su pantalón.

Pausadamente fue desalojándolo hasta quitarlo del todo y poder abril el botón y bajar la cremallera del pantalón, tirando con ello también de su ropa interior dejando a la rubia desnuda de cintura para abajo.

Maya al ver la lentitud con la que la otra mujer se movía se alzó y se quitó la camiseta y el sujetador que tiro al otro lado de la habitación.