Capítulo 10

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Maya se había reincorporado al día siguiente al trabajo, le habían permitido volver a cambio de pasar al menos una semana recuperándose y ejercitándose hasta volver a estar al 100%. Tras volver a ponerse su uniforme se sitió mucho mejor, sentía que todo volvía a la normalidad, se dirigió hacía su despacho donde se encontró un jarrón lleno de flores dándole la bienvenida de nuevo a la estación. Todos habían salido temprano a un aviso y ella se había quedado en la central para ponerse al día con el papeleo así como para preparar todo para la revisión anual que sería en los próximos días y que definiría el presupuesto que la estación tendría durante el año siguiente.

Tras varias horas de trabajo, y algunas llamas a su equipo para saber cómo iba todo recibió un mensaje en su móvil. Al mirar la pantalla vio que era de un número desconocido por lo que su cabeza se fue al beso de la noche anterior con la morena, y una sonrisa tonta nació en su cara.

Lo prometido es deuda, ya tienes mi número y puedes escribirme cuando te apetezca.- Carina se había levantado bastante temprano a pesar de haber trasnochado y haber tomado algunas copas de más. Tenía un fuerte dolor de cabeza por lo que había ido a beber un poco de agua y tenía pensado salir a hacer deporte al gimnasio, sabía que quemar energía le sentaría bien pero no se había podido resistir a escribirle antes de salir de casa.

Maya miró el móvil y sonrió, sabía que después de lo sucedido la noche anterior le iba a escribir seguro pero no podía ocultar que le había sorprendido que lo hiciese tan temprano.

Guardo el número pero te recuerdo que eres tú la que tiene que trabajárselo...- contestó riéndose y buscando provocar a la otra mujer.

Lo haré, te lo aseguro. ¿Este sábado?- Carina no quería esperar demasiado, iba a ir a por ella sin dudar ni por un segundo.

Maya miró el móvil sin saber que contestar. Le apetecía volver a verla, y más repetir el beso que se habían dado pero por otro lado temía que su relación fuese cada vez a más y sufrir por ello. Ella que siempre se había considerado un alma libre y sin compromiso temía que los sentimientos que estaba desarrollando por la morena se le fuesen de las manos, era un miedo irracional y que no había tenido nunca lo que sólo provocaba más tensión y nervios en ella. Salió de sus pensamientos cuando su móvil volvió a vibrar sobre su escritorio, por un momento pensó en no leer el mensaje pero las ganas le pudieron.

Esperaba una respuesta más rápida y entusiasta... supongo que no te gusto el beso tanto como a mi.- Carina había esperado la respuesta con ansias y al ver que el mensaje había sido leído pero no había recibido respuesta no pudo evitar intentar provocar un poco a la rubia, por lo poco que había hablado con ella sabía que las provocaciones surtirían efecto.

Maya sonrió cuando leyó el mensaje, el descaro y el desenfado que mostraba la otra mujer le encantaba además de que parecía que no tenía filtros.

El sábado para una cena.- Contestó la rubia intentando ser lo más seria posible, quería que Carina siguiese insistiendo, al menos así podría hacerla sentir un poco cómo ella se había sentido esas semanas sin tener noticias.

Eso ha dolido... aunque que quiero pensar que si has aceptado la cena conmigo es porque en el fondo el beso sí que te gusto aunque sólo fuese un poco.- Carina se había dado cuenta del juego al que estaba jugando la bombero por lo que decidió seguirle la corriente, a pesar de que se estaba arrepintiendo de tener que esperar hasta el sábado para poder volver a verla.

Quizás sólo quiera salir a cenar.- Sentenció Maya mordiéndose el labio casi podía seguir saboreando sus labios sobre los de la morena.

Eso sería cuanto menos decepcionante aunque puedo ser muy buena compañía aunque SOLO sea para una cena.- Carina se lo estaba pasando en grande, se había echado sobre el sillón, con la televisión de fondo mientras escribía. Estaba disfrutando de provocar a la rubia y a la vez no dejaba de pensar en que todas esas palabras estaban provocando una tensión entre ambas que sería explosiva.

Sobreviviendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora