Sobreviviendo.

Capítulo 26

Carina no pudo responder nada, siguió mirando a los ojos de la rubia durante unos segundos para luego juntar sus labios en un beso suave. Un beso lleno de significado y de sentimientos. Un beso como ninguno de los que se habían dando, porque no era un beso apasionado, no era un beso necesitado, era simplemente un beso de amor.

La morena separó sus labios de la rubia no sin antes morder el labio inferior, para luego pegar sus frentes. Ambas abrieron los ojos unos segundos después y sonrieron, Maya seguía necesitando una respuesta pero ese beso había significado mucho.

- Yo siento lo mismo.- Contestó la morena que no había retirado su mano del pecho de Maya.- Y tengo mucho miedo... tengo miedo porque solo hace unos meses que salí de una relación que me marcó, y luego apareces tú, con esos ojos preciosos y perfectos, con tu sonrisa, tu valentía, tu cariño... y me desarmas. Desarmas la coraza que me había costado meses crear con una sola mirada, con una sola sonrisa y eso me da miedo. Tengo miedo porque cuando me enamoro lo hago de verdad, pongo todo de mí en esa persona y eso hace que sufra, y tengo miedo de sufrir.- Murmuro Carina pegando de nuevo sus labios en los de Maya, solo fue una caricia esta vez.

- Yo no quiero que sufras, y te juro que haré todo lo que esté en mi mano para que eso no pase. Te quiero a mi lado, y no sabes lo descabellado que suena en mi cabeza decir algo así. Me pareces una mujer increíble, preciosa y fuerte.- Aseguró Maya bajando su mano por la espalda de Carina para llegar hasta su cadera y hacer que se acercase aun más a ella. Las dos podían notar la respiración de la otra, además de poder sentir sus corazones latir acelerados.

- ¿Dónde has estado todo este tiempo?- Preguntó Carina sonriendo.- ¿Por qué no te habré conocido antes?- Añadió después.

- Porque no te habría gustado hacerlo, y quizás si me hubieses conocido antes sí que te habría hecho sufrir. Creo que hoy soy una persona más madura y más sensata, una persona que quiere darse una oportunidad contigo.- Contestó Maya.- Carina Deluca, ¿Quieres ser mi novia?- Preguntó comenzando a andar hacía delante para dejar a Carina entre su cuerpo y la encimera.

Carina sorprendida por esa pregunta sonrió y se quedó mirando a la rubia que esperaba una respuesta pero que estaba tranquila después de todo lo que habían hablado.

- ¿Cómo podría negarme a esos ojos?- Preguntó Carina que ahora pasó sus manos por el cuello de la rubia para darle un apasionado beso.

Maya correspondió al beso y paso sus manos por la espalda de Carina uniendo aun más sus cuerpos. La falta de aire en las dos hizo que parasen el beso y se quedasen durante unos segundos mirándose a los ojos para luego sonreír.

- Deberías ir a dormir, mañana te espera un día muy largo.- Dijo Maya separándose de ella para comenzar a recoger un poco.

- ¿Te quieres quedar?- Preguntó Carina ayudando a la bombero a recoger.

- Claro, pero tengo que ir por la mañana a por ropa.- Contestó terminando de meter todos los platos en el lavavajillas.

- Vale.- Dio sin más la morena cogiendo la mano de Maya para llevarla hacía la habitación.- Te voy a dejar algo para que te cambies.

Carina sonrió calmadamente, en ese momento sólo necesitaba el cariño y la comprensión de la que Maya había hecho gala en todo momento. Quería relajarse en sus brazos y sentirse feliz solo con notarla respirar a su lado, con sentir el calor de su cuerpo al lado. Miraba atentamente como Maya se cambiaba sin vergüenza delante de ella, y antes de dejarla ponerse los pantalones se levantó.

Cogió las manos de Maya y empujándola poco a poco hasta la pared las dejo pilladas sobre su cabeza. La rubia solo vestía la parte de arriba del pijama y las bragas, esta sonrió ante el ataque de pasión de la otra mujer y a pesar de intentar soltarse del agarre no lo estaba consiguiendo por lo que simplemente decidió dar un apasionado beso estando aun arrinconada contra la pared.