Capítulo 8

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Estas semanas habían sido horribles, sus peores pesadillas se había hecho realidad. Andrea había tenido un ataque de nervios y había tenido que recibir tratamiento, había heredado la enfermedad de su padre. Tras ese ataque Carina se volcó a cuidar de él y a intentar que aceptase que la bipolaridad tiene tratamiento y se puede hacer una vida normal con ella siempre y cuando se respeten algunas indicaciones.

A pesar de que Andrea ya se encontraba mejor y había vuelto al trabajo. Carina no podía dejar su lado protector con él, había visto cómo su padre destruía su vida y su carrera por no querer tomar la medicación y poner de su parte para mejorarse por lo que temía que Andrea cometiese los mismos errores que él. Por suerte había contado con la ayuda de Meredith y los demás médicos del hospital para que se recuperase.

-¿Cómo estás?- Preguntó Carina entrando en el despacho de su hermano, desde que había conseguido diagnosticar la enfermedad que sufría Weber había empezado un estudio sobre los efectos del cobalto en el cuerpo humano.

-Estoy bien, deja de venir cada hora a preguntarme.- Contesto desenfadado, entendía que su hermana se preocupaba por él pero a la vez se encontraba algo agobiado con la atención de todo el hospital sobre él.- Sabes que estoy tomando la medicación y durmiendo bien, además la investigación va avanzando.

-Me alegro, sabes que sí te pasa cualquier cosa quiero que me llames. Necesito que me avises si pasa lo que sea...- Carina no podía dejar de pensar en todos los momentos horribles que había pasado con su padre y cómo él había arruinado todo lo bueno que tenía, no deseaba eso para su hermano.

-Sí, te prometo que cualquier cosa yo te aviso. Ahora ve a atender a tus pacientes...- Le dio un beso en la frente a Carina y le sonrió. Esa sonrisa que derretía a cualquier persona que se ponía delante.

Carina se marchó entonces a seguir con sus pacientes, por suerte ese día tenía pocas citas por lo que podía volver a centrarse en su investigación. Esas semanas no había tenido tiempo para avanzar y eso había provocado que se retrasase mucho, para esas alturas quería tener ya publicado al menos las primeras conclusiones.

Cuando iba de camino hacía su laboratorio se encontró con Wilson que la paró para comentarle algo de una paciente que acaba de entrar. Estaba terminando la conversación cuando le pareció ver un rostro familiar al fondo del pasillo, de repente un golpe de realidad le cayó encima. Había visto cómo Maya la había mirado disimuladamente y había salido del hospital, fue una reacción que por un momento no entendió hasta que se dio cuenta de que hacía semanas que le había dado el número de teléfono y ella no le había dicho nada.

Se golpeó mentalmente por haberlo olvidado pero no había tenido tiempo de asimilar la discusión con Arizona, cuando su hermano había caído enfermo y luego tuvo que enfrentarse al diagnóstico además de tener que seguir con el trabajo, realmente no había pensado en ella ni por un segundo.

Tras ayudar a Wilson con su paciente se encaminó hacía su laboratorio y le mandó un mensaje a Teddy para que fuese a hablar con ella, necesitaba preguntarle qué hacer. No estaba segura de sí enviarle un mensaje o llamar a la bombero tras semanas de no saber nada la una de la otra sería la mejor opción. Por desgracia Teddy se encontraba a punto de entrar al quirófano por lo que tuvo que esperar algunas horas hasta que salió para poder consultarlo con ella, necesitaba una opinión más objetiva. Durante ese tiempo estuvo intentando concentrarse en su ensayo sin demasiado éxito.

-¿Qué pasa?- Preguntó Teddy entrando sin llamar a la habitación donde Carina tenía los escáneres abiertos.- ¿Tienes a alguien dentro?- Preguntó mirando con curiosidad.

-No, son grabadas.- Contestó- Necesito hablar contigo, coge la silla y siéntate.- Le dijo señalando la silla que estaba al otro lado de la habitación.

Sobreviviendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora