Capítulo 6

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Andy empujaba la silla de ruedas fuera del hospital sin poder decir nada, tenía unas ganas locas de interrogar a su amiga. Maya nunca había sido especialmente abierta, al contrario, era ella la que le contaba todo mientras que su amiga la escuchaba con atención pero eso iba a cambiar pues tenía que contarle todo lo que estaba sucediendo.

Después de la separación por la elección del nuevo capitán de la estación ambas habían quedado en dejar esos meses a un lado y empezar por donde lo dejaron por lo que creía que la mejor forma de recuperar la confianza era hablar de intereses románticos junto con una copa de vino y algo de comer.

En el coche de camino a su casa no dijeron nada, Maya demasiado absorta pensando en los nuevos sentimientos que estaban surgiendo en ella mientras que Andy conteniéndose para no bombardearla a preguntas.

- ¿Me ayudas a bajar?- Preguntó Maya una vez que llegaron al parking del edificio.

- Sí, un momento.- Contestó Andy que estaba bajando la silla de ruedas del maletero del coche.

- ¡Odio esto!- Casi gritó Maya cuando al intentar quitarse el cinturón el hombro le dio un fuerte pinchazo.

- Relájate un poco.- Maya le lanzó una mirada casi de odio por esas palabras lo que provocó que Andy se riese y la ayudase a subir a la silla.- No me mires así, eres una paciente horrible.- Añadió encaminándose ya hacía el ascensor.

Maya no añadió nada más, simplemente se ajustó en la silla y para poder sacar su móvil del bolsillo y mirar un mensaje que le acababa de llegar. No podía ocultar que esperaba que fuese Carina pero era Travis preguntándole cómo se encontraba, ese hombre era un encanto y se había convertido junto con Andy en algo más que un amigo.

Andy dejó a Maya acostada en el sillón junto con el mando de la televisión y un refresco para que se tomase la medicación mientras que ella se cambiaba de ropa y llamaba para que les trajesen algo de almorzar. No tenía pensado cocinar nada, quería interrogar a Maya cuando antes pues su curiosidad sólo aumentaba con el tiempo. Había notado la tremenda química que tenían esas dos nada más entrar en la habitación.

- ¿Qué vamos a comer?.- Preguntó Maya al ver a su amiga entrar.

- He pedido comida al chino de la esquina.- Contestó sentándose en el sillón que había en frente de Maya.- Ahora es cuando me cuentas que ha pasado en el hospital...- Soltó Andy no pudiendo aguantarse más.

- Tú has visto lo que ha pasado igual que yo.- Contestó la rubia que por un momento no fue capaz de comprender a que se refería su amiga.

- No me vaciles, Bishop.- Soltó Andy.- ¿Quién es esa doctora y por la tensión sexual se podía cortar con un cuchillo cuando entre?.

- No es nadie...- Maya se sonrojó en ese momento y alejó la mirada de su compañera de piso con el fin de que no viese el nerviosismo que se apoderó de ella.

- Por eso te pones roja y no me contestas... eres muy mala mintiendo Maya.- Soltó Andy riéndose por la cara que tenía su amiga en ese momento.

- No me pongo roja, no es nadie.- Espetó de nuevo, se había puesto a la defensiva.

- No sabía que te interesaban las mujeres...- Siguió con el juego Andy. No le sorprendía para nada pues Maya siempre había sido muy liberal con sus relaciones y no había durado más de una semana con la misma persona pero de momento sólo la había visto con hombres.

- Hay muchas cosas de mi que no sabes...- Soltó intentando desviar la conversación pero sabiendo que no tendría éxito.

- Cuéntamelo... sabes que no me doy por vencida fácilmente.- Andy ahora la miraba seriamente.- Además eso hacen las amigas.- Soltó intentando jugar su última baza.

Sobreviviendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora