Capítulo 43

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Maya se despertó sobresaltada y sudando, no sabía donde se encontraba y la cabeza le daba vueltas sin parar. La cama seguía vacía por lo que la rubia se levantó y miró su reloj, tan solo hacía un par de horas que se había dormido pero ese sueño le había provocado un gran malestar y mucho nerviosismo por lo que decidió levantarse de la cama para ir a por un vaso de agua a la cocina.

Estaba a punto de bajar las escaleras cuando vio a Andrea subiendo las escaleras casi a gatas, por lo que pudo notar Maya iba bastante borracho por lo que bajó unos cuantos escalones para ayudarlo a subir y que no se cayese.

- Hola...- Dijo el hombre con la voz muy ronca.

- Creo que estas muy borracho.- Aseguró Maya cogiendo al hombre que pasó su brazo por el cuello de la rubia.

- Leonardo tiene mucho aguante y yo no suelo beber...- Afirmó el hombre intentando hablar sin trabarse.

- Ya.... Leonardo...- Murmuró Maya sin que Andrea escuchase nada.

Maya lo llevó al dormitorio y lo dejo en la cama profundamente dormido, pero al ir a cerrar las cortinas para evitar que le entrase claridad pudo ver a Carina en la piscina. La ventana del dormitorio de ellas no daba hacía ese lugar por lo que no la había visto, decidió entonces buscar como llegar hacía esa zona de la casa.

Tras dejar a Andrea dormido en su cama Maya bajó y descubrió que cerca de la cocina había una puerta que daba a la parte de atrás de la casa donde se encontraba esa piscina con césped alrededor y varias mesas y sillas además de una gran barbacoa.

Carina estaba recostada en una de las zonas de la piscina con los ojos cerrados, parecía estar dormida pero Maya podía ver como su respiración era algo más acelerada por lo que estaba segura que esta despierta. Se quedó durante algunos minutos contemplándola en silencio.

Maya no podía dejar de mirarla, su corazón se aceleraba solo al contemplarla. No entendía como podía sentir todo aquello por esa mujer, ella que renegaba de los sentimientos y que había huido toda su vida del amor ahora estaba completamente rendida ante esa mujer. Se apoyó al marco de la puerta para seguir contemplándola sin ser vista, no sabía como afrontar todos los sentimientos que estaba experimentando en ese momento. No le gustaba sentirse insegura e intimidada por nada ni por nadie pero al saber que ese hombre había estado tan dentro de la vida de Carina y ella no le había contado nada sitió que todo lo que tenía podía acabarse en cualquier momento.

- ¿Cuánto llevas ahí?- Preguntó Carina que se acababa de dar cuenta que la rubia la estaba observando pero que estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no se daba cuenta de nada.

- Unos minutos.- Contestó Maya.- Puedo marcharme si quieres... se te veía muy relajada.- Añadió a punto de darse la vuelta.

- Realmente me gustaría que hablásemos...- Aseguró Carina.- Cuando tú quieras y sin ánimo de pelear o discutir.

Maya se quedó mirando y reflexionó, ella también necesitaba hablar y aclarar la situación. La pesadilla que acababa de tener no dejaba de darle vueltas en la cabeza, ella no quería acabar su relación con Carina, deseaba estar allí, la quería a su lado siempre que la morena quisiese lo mismo.

La rubia se acercó y se sentó al borde de la piscina para poder meter sus piernas en el agua y así estar algo más cerca de Carina que ahora la miraba fijamente.

- Podemos hablar en otro lugar...- Dijo la morena que se había sentado de tal manera que veía a la rubia fijamente.

- No, aquí esta bien.- Aseguró la rubia mirándola fijamente.- Siento haberme ido así, no quería hacer o decir algo que te hiciese daño. Necesitaba tiempo para pensar y para ordenar mis ideas.

- Maya... tienes todo el tiempo que quieras pero no puedes hacer eso. Si estamos teniendo una discusión no te puedes marchar hasta no haber dicho todo lo que tenemos que decir, entiendo que después necesites tiempo pero no puedes sacar tus propias conclusiones y marcharte. Así no construimos una relación sana...- Afirmó entonces Carina que se había acercado y había cogido las piernas de Maya para estar más cerca.

- Es que no podía entender como no me habías contado algo así...- Dijo Maya mirándola.

- Porque para mí no significo nada. Yo terminé esa relación hace años, era otra persona diferente y no volví a pesar en él hasta que mi abuela lo ha mencionado hoy.- Aseguró Carina.- Él no significó nada.- Añadió.

- Tengo miedo de convertirme en él...- Murmuró provocando que Carina casi no escuchase lo que acababa de decir.- De ser alguien que no signifique nada para ti... No sé gestionar estos sentimientos, no sé como hacer para no destruir esto que tenemos. Creo que tengo tanto miedo a parecerme a mi padre que huyo de las relaciones y eso ha provocado algún problema en mí...

Maya se soltó del agarre de Carina y se levantó, no se marchó simplemente se levantó y se giro para poder enjuagar las lágrimas que caía por sus mejillas en ese momento.

- Maya ven aquí.- Pidió Carina saliendo del agua para secarse un poco y poder hablar más tranquilamente.

La rubia se giró y parecía algo más calmada, Carina se había puesto la toalla alrededor del cuerpo para secarse un poco y se sentó calmadamente en una de las tumbonas que había allí. Maya se sentó entonces a su lado mirándola fijamente.

- No puedes tener esos sentimientos constantemente, yo te quiero y me encargaré de demuéstratelo todos los días pero necesito que confíes en mi, que creas en nosotras.- Dijo Carina cogiendo la mano de Maya que descansaba sobre sus rodillas.

- Lo siento, siento todo esto. Siento sentirme así y siento hacerte daño...- Dijo Maya mirándola ahora profundamente a los ojos, en ellos se podía ver toda la verdad.

- No tienes que sentirlo, tenemos que buscar la solución a estos sentimientos. Tú nunca has tenido una relación seria y quizás eso sea lo que te provoque sentirte así pero yo estoy aquí para hablarlo y para gestionarlo.- Aseguró Carina.- Solo no huyas de mi, porque así no solucionaremos nada.

- Esta bien.- Dijo Maya mirando de nuevo a la piscina.

Carina que notaba que Maya aun seguía triste por sus sentimientos la cogió de las manos y la levantó. La rubia se dejó hacer y vio como la morena dejaba caer la toalla para mostrar ese precioso cuerpo solo cubierto por un minúsculo bikini.

Carina unió sus labios a los de Maya y pasó sus manos por el pelo algo revuelto de la rubia. La capitana lejos de quedarse atrás paso sus manos por las caderas de la morena que estaba algo mojada aun, y unió sus cuerpos notando como su ropa se iba mojando poco a poco.

Maya que no se daba cuenta de nada pero iba andando junto con Carina mientras que sus labios seguían unidos, danzando al mismo ritmo y con la misma pasión. No fue hasta que la morena se separó que la rubia se dio cuenta de lo que estaba haciendo, estaba al borde la piscina por lo que con un simple y suave empujón de Carina cayó al agua.

La morena reía viendo a Maya toda mojada en el agua, ella se deslizó también por el borde y se quedó mirándola. La rubia aun no había procesado lo que había pasado.

- ¡Baciami!.- Le pidió la morena y vio como Maya simplemente se acercaba para besarla de nuevo.

Espero que os haya gustado el capítulo, para quién quería drama lo siento pero en esta historia no creo que eso suceda, y para las que no lo queríais pues ya está solucionado.

Muchas gracias por la espera y como ya he repetido en varias ocasiones iré actualizando cuando pueda. La semana que viene ya no solo trabajo sino que también vuelvo a estudiar por lo que tenéis que tener paciencia.

Podéis seguirme en Twitter donde voy avisando de actualizaciones. 

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