Han pasado 6 días desde que Dominik me dejo plantada y eso es deprimente, ¿Cómo pueden dejar plantada a la mujer más hermosa del universo? Bueno, por lo menos aviso así que creo que no es tan malo. 6 días en los que he estado de la oficina a la casa sin nada más para hacer, Mason está ocupado con cosas que le pide Derek y creo que los odio a los dos por no ponerme la atención que necesito.
En busca de una distracción, entro en Netflix para ver una serie, me decido por Pretty Little Liars porque la he visto mil veces y no me cansa, ¿me pregunto si seré como Aria solo porque me gusta un viejo? No importa, no pensare en el señor Russo. A los 5 min de haber empezado, siento hambre y pienso solucionarlo.
-Oye, ¿Cuál es tu nombre? - le digo al guarda espaldas que está sustituyendo a Mason.
-Bratt, señorita Heim. Dice con profesionalismo.
-Llámame Leyna, ahora somos amigos. - le digo- ahora somos amigos asi que me puedes llamar por mi nombre.- le regalo una sonrisa.
-Está bien señorita Leyna, dígame para que soy bueno.
- ¿Podrías decirle a Otto que me prepare sushi? - le digo haciendo ojos de cachorro. - ahora somos amigos así que podrías ayudarme para que no muera de inanición.
-Claro que sí, señorita. - dice y sin más se retira.
Otto es el mejor chef del universo, no sé cómo hace porque la cocina se me da fatal, pero él es la razón por la que amo tanto la comida. Continúo viendo la serie mientras espero la comida y me emociono al oír pasos hacia aquí, ¡tal vez Bratt viene con la comida! Lo amare si es tan eficiente, casi podría despedir a Masoncito y quedarme con él. La voz de Bratt me saca de mis pensamientos.
-Señorita Heim...- no logra terminar porque lo corto.
-Por favor llámame Leyna.
-Perdona, señorita Leyna, hay un hombre en la entrada que dice que quiere verla. - me sorprendo al escuchar eso ya que no espero a nadie y estoy sola, además, nadie sabe en donde vivo.
- ¿Sabes quién es?
-Dice que su nombre es Dominik, ¿quiere que lo requisemos y lo escoltemos hasta aquí? - dice tomando el protocolo.
-No será necesario Bratt, no creo que sea una amenaza para nosotros, por favor hazlo pasar.- le digo y vuelvo la mirada a la pantalla que tengo en frente.
-Como ordene, señorita Leyna.- noto lo sola que estoy cuando recuerdo que ni siquiera Lucia está en casa, cuando no hay nadie ella y yo solemos ver series para admirar a los papuchos de los actores, pero hoy es su día de descanso así que no está. Otto solo estará aquí hasta el mediodía y me quedare solo con Bratt y los demás de seguridad, pero ellos no son muy charladores. Escucho una voz que me saca de mis pensamientos, volteo a ver y es el señor Russo diciéndome:
-Tu guarda espaldas me ha dejado pasar y se ha ido. - me dice algo apenado.
- ¿Cómo sabes dónde vivo? Estas demostrando ser un viejo acosador. - le digo sin voltear a verlo.
-No me digas viejo, apenas tengo 32.- ruedo los ojos. - y no soy un acosador, simplemente le hice unas preguntas a la persona correcta.
-Fingiré que esto no se siente como acoso, ¿Por qué viniste? - le digo mirándolo por primera vez en la conversación, es muy guapo, casi como un dios griego, aunque un poco mayor para mi gusto.
<<Que le jodan a tu supuesto gusto, te lo quieres comer ahora mismo>>
Dice la voz de mi cabeza y, a decir verdad, tiene toda la razón, pero nunca he estado ni me ha gustado alguien tan mayor. Vamos que tampoco es un viejo de 60 años así que creo que puedo darme un gustito con él.
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Mister Russo. [✓]
Romance"- ¿Besas a todos los extraños con los que te cruzas? Ahora puedo confirmar que no tienes vergüenza. - se acerca peligrosamente." "-Pues para ser un viejo arrogante besa usted muy bien. - Ignoro su pregunta." "-Gracias a tu manera tan descarada de...