Capitulo 5

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Leyna

Después de ver al señor Dominik Russo llegar (escuche su nombre de una de las personas en la recepción) y sorprenderme porque creía que no iba a ver a ese viejo en mi vida, me dirijo hacia donde está la comida, que es mi lugar favorito de los eventos, pero veo que solo hay aburrida comida de ricos y nada que se me antoje.

Llamo a Mason para que me compre una hamburguesa y me la traiga para acá, él cómo la belleza que es, me dice que irá por una. Mientras tanto, me paseo viendo si encuentro a Derek, que no sé dónde se ha metido. Antes de poder encontrarlo, Mason me llama diciéndome que tiene la comida y que salga por la puerta de atrás para que podamos comer.

-Hola, amor de mi vida.- le digo a Mason cuando lo veo fuera del auto.- ¿no me vas a dar un piquito?-estiro mis labios y veo como se aleja de mi cuando intento acercarme.

-No, Ley, supongo que con traerte comida ya es suficiente.- dice mientras mueve las bolsas de Burguer King.- mejor subamos al auto antes de que te enfermes y deba cuidar a un zombie en lugar de a una persona.

-Está bien, amargado.- entro al auto.- pero debes recordarme que en 1 hora debo entrar porque Derek quiere presentarme como nueva carnada.

-Te lo prometo, si no, el señor Heim nos asesinará.- dice mientras finge temor. Nos disponemos a comer y a charlar sobre cualquier cosa, hasta que siento que misteriosamente ha pasado mucho tiempo y miro mi teléfono, donde marca que ha pasado más de hora y media desde que empezamos a comer y siento que me dan tres ataques cardiacos al mismo tiempo. Miro con cara de horror a Mason y enseguida me pregunta:

-¿Qué pasa Leyna? parece que acabaras de ver un fantasma.-  mientras tanto intenta medir mi pulso en mi muñeca.

-No he visto ningún fantasma, pero pronto nos vamos a convertir en unos si no me voy ya.- susurro y Mason parece entender por qué digo eso, pues corre para abrirme la puerta y ayudarme a salir sin que me rompa algo. Entramos y corro hacia el escenario, que es donde debería estar, y subo casi tropezando con mi vestido. Me percato de que acabo de interrumpir a Derek porque se queda con la palabra a medio decir y me pasa el micrófono.

-Hola, mi nombre es Leyna.- me presento, intentando recuperar la compostura que perdí al casi caer frente a 200 personas.- Espero todos la estén pasando muy bien y desde hoy, me conocerán.- termino y le doy el micrófono a mi padre.

-Espero puedan divertirse el resto de la noche. Muchas gracias.- cierra el discurso y desde aquí puedo ver las mil formas diferentes en las que me va a asesinar una vez dejemos de estar frente a todos. Salimos del escenario y veo como me mira con ojos sangrientos.

-Leyna, mi hija amada, ¡DONDE ESTABAS Y POR QUE LLEGASTE TARDE!- dice, pero no como si fuera una pregunta.- ¿dime porque si te pedí que vinieras justo para esto, tú llegas tarde, aunque ya habías llegado hace rato? ¿en dónde estabas? ¿que fue tan importante como para dejar a tu lindo padre solo?- suelta eso como en 5 segundos y me sorprende que no se haya equivocado en ni una palabra.

-Es que estaba comiendo, papito hermoso.- le digo haciéndole ojos de cachorro para ver si su castigo no es tan feo.

-¿Fue Mason quien te trajo comida? Lo voy a matar, por su culpa mi hija es impuntual y parece un cerdito.- se queja mientas me toca la cintura para intentar demostrar su punto, aunque los dos sabemos que tengo todo es su lugar.

-No responderé eso porque  si lo matas, lo extrañaría mucho, ya sabes, porque estoy locamente enamorada de él e iré a hacer cositas cuando salga.- le digo mientas muevo las cejas de forma seductora.

-No permitiré eso nunca, nadie toca a mi niña.- rápidamente cierra la puerta del lugar en donde estábamos, dejándome encerrada y sola, ¡como lo odio!

Mister Russo. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora