Mister Russo. [✓]

Capitulo 15.

Leyna

Entro a mi habitación, junto con Bratt que trae mis cosas << ¿Dónde se metió Mason>> como si el mundo hubiera escuchado mis pensamientos, entra Mason sin camiseta.

- ¿Por qué hay una bola de pelos sobre tu cama? Sabes que aquí no hay lugar para mascotas y menos tuyas, esa cosa no va a sobrevivir ni dos días.- me dice mientras se acerca a acariciarlo.

-Esa cosa se llama Apolo y va a tener la mejor vida del mundo. - le digo sacándole el dedo del medio.

-Apolo...- parece que se queda pensando. - ¿ese no es el nombre de ese personaje de un libro...- se queda pensando otra vez <<me empieza a oler a quemado, nunca había pensado tanto>>- algo de un balcón, ese que tanto dices es un dedos locos, ¿no? - suelto una carcajada.

-Era una ventana, no un balcón, y si, tienen el mismo nombre. - le digo mientras me quito los tacones y el pantalón, quedando en la camiseta de Domi y mis bragas, para dirigirme a la ducha y quitarme el resto de la ropa. Mason me sigue y se sienta en el piso, al lado de la bañera con su teléfono en la mano.

- ¿Hoy que te tatuaste? - me pregunta sin fijarse en mí, mientras abro la llave.

- ¿Cómo sabes que me...- no continuo porque recuerdo el chip rastreador que tengo en mi brazo - se supone que solo puedes ver eso en una emergencia? - le digo cruzándome de brazos mientras él se fija que el tatuaje cubierto con la típica barrera que le suelen poner para que no le entre nada.

-Ha quedado lindo, siempre me ha gustado el trabajo de Simone, además, tu tatuaje parece a juego con el mío. - dijo y no fue sino hasta ese momento que recordé que él tiene uno similar en su cuello.

Mason tiene muchos más tatuajes que yo, teniendo sus brazos, su pecho y su espalda, cubiertos totalmente con tinta, cuando nos conocimos solía contarme la razón por la que tenía cada uno, haciendo que mi estancia en ese lugar fuera más amena y menos tortuosa. Vienen pocas imágenes de lo único que recuerdo de esa época, veo los ojos tristes de aquel joven que venía, sintiéndose como mi salvación.

Alejo rápidamente ese recuerdo, evitando que el pasado vuelva a perseguirme, cuando note la mirada de Mason sobre mí y se atrevió a decirme:

-Conozco esa mirada, no te atormentes más con eso, cariño. - me dijo metiéndose bajo el chorro de agua, sin importar que su ropa se mojara, para abrazarme. Nos quedamos así un momento mientras me calmo, me pasa una toalla para que cubra mi cuerpo y salimos, mientras voy hacia el closet, Mason se acuesta en mi cama, haciendo que mi pequeño Apolo se le tire encima para darle lengüetazos. Me pongo un pijama color crema, de seda y encaje que es preciosa y muy cómoda; y me acuesto al lado de Mason y Apolo, para ver una pelicula.