Capitulo 31.

1.4K 79 0
                                    

Maratón 3/3

Leyna.

Cuando por fin llegamos, después de que nos hemos perdido gracias a que Mason decidió seguir el camino que según él conocía y no el que el GPS nos ha marcado.

Mis ojos brillan gracias a lo que tengo frente a mi, decenas de tiendas de lujo y alta costura a tan sólo unos pasos. Noto que todos estamos emocionados, todos a excepción de Vincenzo, que parece ser un cachorro que está siendo obligado a ir a la veterinaria por una vacuna.

Mason siempre ha amado la moda, desde que nos conocimos eso es algo que note. Tengo un pequeño recuerdo del Mason de hace unos años que me contaba que su sueño desde pequeño había sido ser un diseñador, sueño que se le fue arrebatado al tener una madre drogadicta y un padre que nunca conoció, una madre drogadicta que fue hacia una de las organizaciones criminales más peligrosas por un poco de droga y termino metida en tantas deudas que amezaban con matarla. Razón por la que su joven hijo de 21 años termino tomando la deuda en sus manos para pagarla con trabajo y evitar que mataran a su madre. Cosa que no sirvió de mucho ya que después de eso la señora murió de una sobredosis.

Alejo ese pensamiento de mi cabeza y me dispongo a seguirlos por todas las tiendas que quieren entrar.

Casi me tienen como una muñeca, ya que ellos escogen la ropa que debería ponerme y yo la pago, confiando ciegamente en que ellos saben lo que hacen. Mientras siguen en su deber de ser estilistas, yo me concentro en un vestido que cautivo mi atención desde que lo vi. Se trataba de un hermoso vestido azul strapless con una abertura en la pierna.

Le hago una seña a la dependienta para que sepa que ese también lo quiero llevar y dejo que sigan escogiendo a su elección

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Le hago una seña a la dependienta para que sepa que ese también lo quiero llevar y dejo que sigan escogiendo a su elección.

Entramos a una nueva tienda y escucho que empieza a sonar Lollipop de Chordettes, el tono de llamada que tengo desde que vimos Riverdale y quise algo de diversión diversión mi vida, esperando a que el enmascarado me llamara. Veo el nombre que se alumbra en mi pantalla y contesto.

-Hola, Alissa mi amor.- saludo.

-Hola cuñada, ¿por qué no me llevaste a conocer a la diosa Santori?- dice con esa energía contagiosa que tanto me gusta.

-Porque tu hermano es un idiota y tuve que alejarme un poco.- le digo mientras veo atentamente todo lo que escoge Aurora.

- Tienes razón, mi hermano es un imbecil.- escucho como se rie y de fondo escucho a Dominik gruñir.

-Ademas ahora estoy disfrutando de pasar tiempo con mis amigos aquí.- hago una pausa para salir de la tienda y entramos a otra.- ¿Has visto lo que dicen los medios? ¿Crees que me veo mejor con Dominik? Eso es de lo que más repiten. Anyways, no es como si a mi coño le interesara con quien me veo mejor.- digo y la escucho reír.

- ¿Que? No, claro que no, ustedes dos se ven mejores, ya sabía yo que merecías algo mejor.

-Y vaya que he disfrutado el cambio. Escucha, ahora tengo que dejarte pero prometo que te llamo más tarde.- sonrió en modo de agradecimiento cuando salimos.

- Está bien, hablamos más tarde, guapa.- me despido por última vez y cuelgo, mientras los sigo a otra de más mil tiendas que deben haber por aquí.

°° °° °°

Llegamos a las 11:00 P.M. a la casa, exhaustos después de haber estado todo el día de compras y con apostaría a que más de una docena de bolsas de diferentes tiendas.

No solo yo tuve que comprar ropa, Mason se dio la libertad de comprar todo lo que le gustaba, gracias al generoso sueldo que recibe al ser parte de la organización y el responsable de mi seguridad. Además de ser como un hijo más para Derek, aunque ninguno de los dos quiera aceptarlo.

Entramos los dos a mi habitación y nos desnudamos, para tirarnos sobre la cama e intentar dormir.

-¿Te puedo decir algo?- pregunta Mason mientras miramos hacia el techo.

-¿Tengo otra opción?- le digo.

-Claro que no.- hace una pausa y continúa.- Es que... no se si esto esté mal y no quiero que creas que no estoy de tu lado pero...- parece no querer segur.

-¿pero?- lo animo a continuar.

-Te veías feliz con Russo, el no me agrada y ciertamente no soy el CEO del club de fans de Leynik pero tal vez el sea bueno para ti.- dice juntándo sus manos sobre su pecho.

-Tambien pienso que podrías ser bueno, no te mentiré, estoy muy enojada con el y con la forma en la que me trato pero no lo odio, pienso hacerlo sufrir un rato antes de dejarlo enmendar su error.- le digo riéndome.

-Eres una pequeña zorra malvada.- me dice mientras me empuja un poco con el codo.

-Tú me enseñaste, cariño.- le digo devolviendo el golpe.

Nos quedamos un rato más hablando hasta que decidimos que es hora de dormir. Nos quedamos callados y gracias al cansancio, no tardamos en caer en brazo de morfeo.

------------------------------------
Se que este capitulo ha sido corto pero ya es un poco tarde y hemos tenido maratón así que algo es algo.

Espero que les haya gustado.

Con amor, Althaus.

Mister Russo. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora