Capitulo 40.

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Horas antes.

Dominik.

Alissa sigue dormida, se ve tan tranquila como siempre pero su cara está llena de moratones. No he visto el resto pero eso me basta para sentirme más que culpable.

Es mi deber protegerla.

Es mi deber estar con ella y evitar que le pase nada, pero la polla me ha ganado y ahora ella está aquí. Aún me confunde el hecho de que Alissa se ha puesto histérica en el momento en el que vio a Leyna, ha dicho que ella es su culpa pero ella no podría...

La verdad es que no lo se y nunca tendré la seguridad, puedo confiar en ella con mi vida pero nunca terminaré de conocerla así que es mejor nunca decir nunca.

Acaricio su cabello y noto como poco a poco se empieza a mover en la cama, queriendo despertar. Yo alejo mi mano y sirvo agua fría en un vaso porque sé que lo necesitará.

Parpadea suavemente para acostumbrarse a la luz y lo primero que hace con la mirada es recorrer la habitación no se en busca se que. Lo último que hace es voltear hacia mi y dedicarme una sonrisa perezosa.

-¿Como estas?- pregunto mientras le paso el vaso, ella lo toma y después dice:

-¿Como crees? Me siento como un banano de plaza, estoy llena de golpes.- intenta reírse pero noto en su cara el dolor que le produce. Eso solo me hace sentir peor.

-Mejor no lo hagas.- le aconsejo.

-Ayudame a sentarme o voy a morir ahogada por tomar agua.- se queja y yo la ayudo a sentarse.- Imagina el titular, "joven fue internada porque le vieron cara de balón de football pero sobrevivió, hasta que se tomó un vaso de agua y murio"-finge una voz de locutor.- Yo no quiero eso.

-Eres una exagerada.- la reprendo.

-Diselo a mi costillas, oh no espera, no te pueden hablar porque están rotas.- se queja. Yo me río con un poco de culpa y ella intenta no hacerlo.

Hablamos de cosas sin sentido por un rato, hasta que le pregunto:

-¿Me dirás que paso?

-¿Quieres saberlo?

-No me respondas una pregunta, con otra, jovencita.- la reprendo.

-Suenas como un viejo, imagino cuando tengas...- no la dejo terminar porque la interrumpo.

-No me cambies de tema.- digo seco.

-Vale pero no te enojes.- alza las manos en forma de rendición.- unos tipos me estaban siguiendo y me golpearon.

-¿Por qué le gristaste esas cosas a Leyna?- le pregunto serio pero a la vez con cautela.

-Ellos me dijeron que...- veo duda en sus ojos.

-¿Que?

-Que ella era una asesina y te iba a hacer daño.- dice con miedo en su mirada.- me dijo que había matado a mucha gente y le gustaba hacerlo.- maldigo internamente porque se que no puedo decirle la verdad.

-Escucha, Ali, no debes hacer caso de todo lo que te dicen.- la reprendo.- ya no tienes 5 años como para confiar en los extraños.

-Lo se pero parecía que...- la interrumpo.

-Te pido que por favor respetes a mi novia.- aunque aún no es mi novia.- si ella hubiera hecho esas cosas ya estaría presa, no vivimos en un país corrupto.- odio ocultarle cosas pero la verdad es que no soy yo quien decide si contar estas cosas, no es mi secreto.

No fingire que no me preocupa el hecho de que lo que le dijeron pueda tener en parte un poco de verdad pero si no se es porque no he preguntado, porque todo lo que he preguntado lo ha respondido al parecer con la verdad. Aunque no se la historia completa, se que le han hecho mucho daño. Todas las pesadillas que tiene por las noches me lo demuestran.

Mister Russo. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora