Capitulo 46.

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Decidimos, o más bien deciden y me arrastran hacia los árboles que hacen un camino hacia la mansión.

Me traiciona mi pie y me tropiezo casi en medio de la carretera, maldigo mentalmente y ruego para que me pasen por encima y no que me vuelvan a llevar a las garras de Nikolai. Intento pararme pero una punzada de dolor me atraviesa otra vez.

Siento que el auto para frente a mi, y de este sale una persona con pisadas pesadas, me agarra de la cintura para levantarme y...

¡Ya se!

Me voy a hacer la muerta.

Suelto mi cuerpo, haciendo más difícil que me muevan, y mantengo mi supper actuación hasta que dice:

-No sirves ni para morirte.- ¡Es Mason!

-No sirves ni para dar miedo.- le digo yo aun con el cuerpo flojo.

Él me deposita en el piso y yo me tambaleo, por lo que me toma de los hombros y me sostiene. Los otros salen de los autos, pero Mason es el único que tiene contacto físico conmigo.

Dominik y Sebastian también se acercan y veo como unas personas desconocidas los toman y les hablan, ¿que les estoy diciendo?

Pierdo el foco cuando Aurora se acerca y me dice:

-Dios mio, ¿Estas bien? ¿Que paso?- me toma la cara y yo me alejo, soltando otro quejido.- Perdon, cariño. - se disculpa.

-No pasa nada.- le quito importancia, pero un mareo se apodera de mi. Parece que es tan notorio, que Mason reafirma su brazo en mi cintura y me da la estabilidad que me falta.

Decidimos que es hora de irnos, cuando Dominik se acerca a nosotros y dice:

-¿Mi hermana no ha venido?- mierda, mierda y más mierda. ¿Como se supone que le diga?

-No, es mejor que nos vayamos ya.- responde Mason, antes de que yo pueda abrir la boca.

Con esto, Dom se aleja un poco y nos sigue hacia uno de los autos, pero un ruido nos hace parar a todos, alguien ha disparado.

No puede ser.

Volteo a ver el camino, y noto que una figura se acerca, lo que me hace sacar el arma que traía como defensa y apuntar.

Antes de que pueda si quiera pensarlo, se escucha otro disparo.

Aurora, que hasta el momento estaba a mi lado, pone su cuerpo frente al mío y dice:

-Hay cosas que nunca se ven, por más que...- no termina la frase, y es ahí cuando entiendo que acaba de pasar.

No.

No puede ser.

Alguien llame a un doctor.

El mareo incrementa y antes de que pueda perder el conocimiento, levanto mi mano y ruego a los dioses que mi puntería no falle.

Me veo ahí, calculando el tiro, con el cuerpo de mi amiga llenándome los zapatos de sangre. Creo nunca olvidar esa sensación.

Tan caliente y pegajosa, haciendo contraste con el frío de mis pies.

En un rápido movimiento, decido accionar el gatillo y veo como el cuerpo de Nikolai se desploma, casi llegando a nosotros. Tomo un fuerte respiro, mientras escucho la oleada de balas que los demás han soltado fuera de tiempo e intento ir lentamente al auto.

Esto no me es posible, ya que otro fuerte mareo me hace perder el equilibrio, y el estar fuera de los brazos de Mason hace que caiga de cara contra la fría tierra, que por suerte no está cubierta de sangre.

Mister Russo. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora