Capitulo 25

1.5K 96 1
                                    

Leyna.

Por mi cerebro pasó cada una de las cagadas que hice desde que tengo memoria, cada una de las personas con las que coquetee y cada uno de los matrimonios que rompí.

<<Esa última no ha pasado>>

-¿De que quieres hablar?- le digo con un tono cauteloso esperando cualquier cosa.

-De nada, solo quería venir a verte. ¿Estas segura de que estás bien? Tienes el labio roto.- sus manos están a cada lado de mi cara, revisandome.

-Claro, un poquito de sal, limón y tequila y quedo como nueva.- bromeo mientras me adentro en la ducha y abro la llave.

Me desnudó bajo la atenta mirada de Dominik, que parece un animal que tiene a su presa en frente, a punto de devorarla.

-Ni se te ocurra.- digo cuando veo como empieza a desabotonar su camisa.

-¿Por que no?- me río al ver como hace ojitos de cachorro.

-Vete y ya, pervertido.- le digo dándole un empujoncito y el se va riendo del baño. Estoy a punto de meterme bajo la cascada cuando oigo mi teléfono sonando, volteo a ver la pantalla y en ella se ilumina el nombre de Piet.

-¿Que tal?- hablo una vez contesto la llamada.

-Se que no sueles hacer esto pero te necesito para una misión.- como me temia.

-Nos vemos en 20 en la central.- le digo y sin más cuelgo. Me doy una ducha rápida y salgo en busca de algo cómodo para ponerme. Veo a Dominik acostado en mi cama, siguiendome con la mirada.

-¿Por que te vistes? ¿No íbamos a pasar el día juntos?- me dice algo confundido.

-Me salió algo urgente, tengo que irme.- le digo.

-¿Esta todo bien? ¿Te acompaño?- veo como se acerca a mi.

-No, no puedes acompañarme y yo espero que este todo bien.- le digo mientras termino de vestirme con lo primero que encontré.

-Esta bien, llámame cuando vuelvas.- me dice mientras recoge sus cosas y sale de mi habitación enojado. Se que le puede molestar que haga esto pero entre menos sepa, mejor.

Salgo en mi Ducati hacia en cuartel, mientras ruego que sea algo fácil y no tengamos complicaciones.

°° °° °°

Después de 10 minutos de camino, estacionó en los parqueaderos subterráneos y ahí está Piet esperándome. Asumo que Mason está enterado así que no me molesto en dar una señal de vida.

-Dime que es.- le digo una vez estamos dentro de mi oficina.

-Nada muy complicado, debemos infiltrarnos en un club de striptease y hacer que nuestro objetivo te escoja para un baile privado. Ahí deberás hacer que te lleve a su habitación de hotel y tendrás que matarlo.- dice mientras ojea unos papeles. Agradezco mi gusto por el baile y las acrobacias porque así podré hacerlo a la perfección.

-¿Si es algo fácil por que tengo que hacerlo yo?- pregunto sentandome en la mesa.

-Tuvimos una misión fallida hace unas semanas y nos reconocen, tú eres la única a la que no han visto y eso juega a nuestro favor.- hace una pausa y continua.- estaras sola ahí pero te estaremos cubriendo desde lejos por si algo llega a pasar.

Por horas nos dedicamos a trazar un plan y a comentarle al escuadrón cual será su trabajo, nos infiltramos en las camaras del club y del hotel para que no quede rastro de lo que hicimos y estamos listos.

Me dirijo sola al club, o por lo menos eso aparentamos.

Una vez dentro me registro con mi nombre artístico Tabatha y me adentro a los camerinos, en donde se encuentra mi vestuario. No se a quien tendrán aquí dentro o como habrán logrado infiltrarme aquí pero debio ser difícil teniendo en cuenta que es uno de los clubes más excéntricos y caros del país.

Mister Russo. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora