Capitulo 6

3.3K 175 18
                                    

Me levanté a mitad de la noche por una pesadilla, ya estoy harta de estas cosas, si tan solo ese día no hubiera respondido ese saludo... Tal vez podría dormir como una persona normal y no tendría que levantarme a mitad de la noche, pero es lo que hay, y el pasado es mejor que se quede atrás.

Asustada, como cada noche, decido ir a la habitación de Mason para dormir con él, desde lo que ocurrió, los dos hemos sido un apoyo el uno para el otro, tal vez por eso estamos tan unidos, y no se él, pero yo le confiaría mi vida sin pensarlo dos veces.

Salgo por la puerta de mi habitación y camino por el pasillo hasta la suya, no me molesto en tocar, pues sé que lo más probable es que él también esté despierto esperándome.

Entro intentando hacer el menor ruido posible y cuando él lo nota, me hace un espacio en su cama king para que podamos acostar juntos. Una vez a su lado, siento como me abraza por la cintura y mete su rostro en mi cuello. Para él no suele ser complicado dormir y no tiene pesadillas, la razón por la que esta despierto es para que pueda dormir con él, porque sabe lo que pasa cada noche conmigo y está ahí para que esté y me sienta segura. Con sus caricias en mi brazo y su olor envolviéndome, puedo volver a dormir en paz sabiendo que nada malo pasara mientras este con Mason.

•°•

Despierto al sentir a Mason moviéndose lejos de, mi haciendo que me remueva yo también, abro los ojos para verlo y está dirigiéndose a la ducha solo en bóxer, Mason tiene el cuerpo que todo hombre desearía tener, y si no fuera por todo lo que pasamos, podría haber hecho varias cosas pervertidas con él, porque sinceramente esta para comérselo.

Entra al baño y cuando escucho que se abre la ducha, me voy a mi habitación para empezar mi día a las 8:00 am, suelo ir al gimnasio que tenemos en casa junto con Mason (mejor dicho, el me obliga a ir con el). Asi que tomo una ducha rapida y me visto con un conjunto deportivo que además de ser lindo, es muy cómodo, es un top verde militar deportivo con un bicker color crema. 

Salgo directo hacia el gimnasio, que a mi parecer es muy bonito. Mi papi hizo un buen trabajo con esta casa, paso de pasillo en pasillo lentamente hasta llegar lo más tarde que pueda con Mason. Hago una parada en la cocina para coger un Arizona Tea, que son mis favoritos y una manzana. Voy por el camino largo y por fin llego hasta nuestro pequeño gimnasio, con toques de madera en paredes y techo y un gran ventanal con una vista hermosa a la naturaleza. 

Una vez dentro, veo a Mason sobre la caminadora haciendo cardio ¡como odio correr con todo mi ser! cojo un lazo y empiezo a saltar para calentar un poco.

Cuando ya pasaron 20 minutos, dejamos de hacer lo que estábamos haciendo y Mason llega a joderme con que haga pesas a lo que me niego rotundamente, mi cuerpo no está hecho para sostener peso y él debería entender eso. Salgo corriendo de él, para escapar de las garras de aquel aterrador psicópata al que llamo amigo. Como cada mañana mi padre está en su despacho, corro atravesando la mansión para llegar hasta allá y que me pueda defender.

-Leyna, vuelve aquí o te sepultare bajo 30 kilos de polvo. - dice amenazándome mientras corre tras de mí.

-Aléjate demonioooooooo, la sangre de cristo tiene poder. - le digo mientras volteo para hacerle una cruz con los dedos.

-Déjate de estupideces, Leyna.- dice y puedo ver cómo me acerco a la puerta del despacho de Derek, antes de coger el pestillo siento unos brazos en mi cintura que me deja en el aire por lo que empiezo a gritar:

- ¡Derek, ayudaaaa! ¡Me están secuestrandoooo!- digo gritando.

-Te voy a matar, Ley. - dice Mason bajito y no puede decir nada más porque mi padre sale rápido de su despacho hacia donde estamos.

Mister Russo. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora