Capitulo 10

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Dominik

Llegamos a una lujosa cocina y por lo hermosa que es, creo que quiero conocer al diseñador de esta obra de arte. Miro en la nevera y tienes todo lo que puedas querer, me decido por hacer algo ligero por lo que saco el salmón y unos espárragos. Mientras comienzo a hacer todo para la preparación, escucho como Leyna se supe a la isla al lado de mí y de vez en cuando la miro de reojo, ¿Cómo puede verse tan bien recién follada y con una camisa que podría ser 5 tallas más grande que ella? Sigo cocinando y siento como se mueve de su lugar para rodearme con sus brazos.

<<Esto se siente extrañamente peligroso, pero no quiero que se aleje>>

-Huele delicioso. - dice con su cara contra mi espalda.

-Obviamente, no tire mis años estudiando gastronomía para que la comida no me quede bien. - le digo mientras quito el salmón del fuego.

- ¿estudiaste qué? No tienes pinta de ser un chefcito.- me dice mientras siento como su mano baja al elástico de mi pantalón.

-Deja de hacer eso o lo único que voy a comer hoy, es a ti. - le digo usando todo mi autocontrol para no abalanzarme sobre ella y follarla contra la isla.

-O si no, ¿Qué?- dice con tono provocador mientras mete su mano en mi pantalón y jala mi vello púbico.

-Acabas de despertar a un monstro, nena, ahora debes atenerte a las consecuencias. - digo mientras la estrello contra la pared uniendo nuestros cuerpos lo más posible, este beso se siente posesivo y cargado de deseo, siento como suela un jadeo cuando subo sus manos desde su cadera hasta su cintura, subiendo mi camisa que indiscutiblemente, en ella se ve mejor que en mí.

Nos movemos hacia la isla y cuando siento que toca la punta, la subo para que quedemos a la misma altura mientras puedo meterme entre sus piernas y reposo mi erección contra su estómago, pongo las manos en sus muslos acercándolas cada vez más a su centro, mientras tanto siento como vuelve a meter su mano en mi pantalón y libera mi erección, la masajea de arriba para abajo como una profesional y yo no puedo sino sentir que me derrito bajo sus manos, seguimos besándonos apasionada mente.

-Espera. - dice y la callo siguiendo el beso. - Dominik, para. - la callo una vez más con un beso. Siento como me empuja y se baja dejando mi erección fuera con ganas de más. - huele a quemado. - dice y recién noto el olor a quemado de los espárragos.

-Mierda. - es lo único que logro decir cuando se prenden fuego y creo que vamos a quemar toda la mansión.- mierda, mierda, mierda.

- ¿No te sabes otras palabras? - dice Leyna mientras se acerca a coger algo que no noto que es. - no te quedes ahí parado, ve por el puto extintor. - me dice y le hago caso, pero me percato de que no se en donde esta, cuando pienso en volver a la cocina, me cruzo con el tipo que había visto el otro día con Leyna corriendo con un extintor. Lo sigo hacia la cocina otra vez y cuando entro está apagando el fuego.

- ¿Qué mierdas paso, Leyna? ¿Eres una cría y no te puedo dejar un día sola porque te matas? - le dice y no sé cómo logra verla si con el humo yo ni la noto. El hombre con nombre desconocido apaga el fuego y cuando se va dispersando noto que hay sangre en el piso, sigo el camino para ver de dónde viene y veo a Leyna tirada en el piso sosteniendo parte de su cadera con las manos manchadas de sangre, intento ir por ella, pero se me atraviesa el hombre y va por ella levantándola en brazos fuera de la cocina.

-Quítate del puto camino, Russo. - me dice empujándome para poder sacarla del lugar, aun preocupado les sigo hasta la sala, en donde la recuesta sobre el sofá y la escucho llorar, cuando se va por una puerta que no sé a dónde llega, me le acerco y ella se recuesta en mi pecho mientras tiene su mano sobre la herida intentando que no salga más sangre. Esperamos unos 10 minuto más hasta que vuelve a llegar con lo que supongo es un botiquín. Cuando nota que estoy con Leyna me dice:

Mister Russo. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora