Mister Russo. [✓]

Capitulo 41.

Leyna.

Maldito calor.

Me siento como si estuviera hirviendo.

Juro que si me metieran a una olla con agua caliente sentiría menos calor que ahora.

Abro los ojos y me encuentro con que Dominik esta literalmente aplastandome. Sin ni un poco de cuidado salgo debajo de él pero eso no hace que Dom se despierte, tan solo se da la vuelta y sigue con su plácido sueño.

Tomo mi teléfono y voy hasta el baño.

Hago mis necesidades mientras miro mi teléfono y veo... no, no puede ser, no puede estar pasando eso.

Diviso un mensaje de un número desconocido, como de costumbre, que dice:

"Alejate de él, sabes que no fallo dos veces con el mismo tiro"

Al leerlo se me hiela la sangre, el cuerpo, todo, hasta mis pestañas sienten que pierden el color.

No puedo hacer eso después de todo lo que ha pasado, simplemente no puedo.

Yo...

Yo lo amo.

Lo amo con todo mi corazón, como pensé que no podría hacerlo jamás, pero sería muy egoísta de mi parte si lo mantuviera a mi lado, aun cuando se que eso significa peligro para él.

Siempre he pensado que para sobrevivir hay que ser egoísta, al final en la vida nadie más verá por mi tan bien como lo hago yo, yo solo siento por mi así que debo preocuparme por eso.

Pero...

Esto ha dejado de ser una situación hipotética, esto ha dejado de ser un solo yo.

Creo que me dolerá más si le pasa algo por mi culpa, que si dejo que haga su propio camino y viva lejos de mi.

Al final yo estoy incompleta, no tengo nada para darle y eso no cambiará. Será mejor que este sin mi.

Me paro del inodoro, sintiéndome un poco mareada pero lo suficientemente bien como para bajar la palanca e ir al lavabo, en donde dejo que el agua inunde mis manos y posteriormente mi cara.

Necesito despertar, necesito pensar bien.

No se cuanto tiempo paso bajo el agua, pero me decido por lo más lógico.

Mason.

Veo la hora en mi teléfono y hasta ahora es la 1 A.M., perfecto para ir a despertar al mono.

Camino silenciosamente hacia su habitación y una vez dentro, grito. Esto es una ventaja de que las habitaciones sean insonorizadas. Mason saca el arma de debajo de su cama y apunta hacia todos lados, tratando de ver de donde viene el ruido.

Yo no puedo hacer más que reirme, hasta que recuerdo porque he venido y empiezo a llorar.

Mason me mira confundido y se acerca a mi, repasando mi cuerpo con su mirada en busca de algo malo.

-¿Que pasa?- pregunta después de asegurarse que todo esta en orden.

Yo no puedo ni hablar del llanto que sale de mi interior, así que solo le muestro el mensaje. Él hace una mala cara y me abraza.

-¿Esto significa que ya tomaste una decisión?- me pregunta.

Yo asiento y el se queda pensativo.

-Ay princesa.- me abraza otra vez.- eso será difícil para los dos, ¿no has pensado en otra forma?

Yo niego con la cabeza y sigo llorando en su pecho.