Mister Russo. [✓]

Capitulo 39.

-¿Tienes alguna idea de en donde puede estar?- me pregunta Mason.

-Una pero no estoy segura, seria más fácil preguntarle a Sebastian.

-No me gusta que te veas con él, mucho menos a solas.- frunce el ceño mientras ne señala con un dedo.

-Pues si me quisiera matar ya lo habría hecho.- me encojo de hombros y formó una pistola con mis dedos para apuntarle.

-Entonces tenemos dos opciones, que te veas con él o rogar para que el lugar en el que piensas es correcto.

-Consigue las grabaciones de las cámaras de seguridad de este lugar.- escribo la dirección en el papel.- y mientras yo voy a hablar con Sebastian.

-Como mande, señorita.- veo que hace un saludo de soldado y se va a su escritorio.

Salgo de la habitación y me dirijo a la pequeña biblioteca que tenemos, esta está llena de libros clásicos que nunca he podido leer. Por más que me considero una amante de la lectura, el único libro clásico que he podido leer es El Retrato De Dorian Gray .

Igual disfruto de este lugar cuando quiero estar a solas, el ambiente es mágico. Es tan acogedor que podría vivir aquí una vida y media.

Toco el nombre de Sebastian en la pantalla y empiezo una llamada. Después de cuatro tonos, escucho que contesta:

-Que solicitado soy últimamente.- escucho que se ríe.

-No seas estúpido.- lo molesto. Es verdad que nunca podré verlo como una persona mal, pero estoy aprendiendo anno tratalo mal.

-¿Para que soy bueno?- pregunta ignorando mi comentario.

-Hasta ahora creo que para nada.

-¡Oye!- protesta pero no lo dejo seguir.

-Pero me puedes probar lo contrario.- lo aliento.- Necesito que me digas en donde vive la tal Vanille.

-Pues...- lo interrumpo.

-Por cierto, vaya nombre de mierda, no espero nada y aún así logra decepcionarme.

-Como iba a decir, tengo la dirección, pero ella está de viaje.- me explica.

-Esta perfecto para mi, pasame la dirección.- le digo e inmediatamente cuelgo.

Bajo las escaleras mientras espero a que llegue el mensaje.

<<No, tú no quieres hacer eso>>

Le hago caso a mi consciencia y bajo por otro trozo de pie de manzana, debo hacerlo con cuidado de no hacer ruido, porque si Derek me ve, probablemente me pegue con su cucharón.

Últimamente se ha obsesionado con las telenovelas latinas y según él, eso es lo que hacen los padres.

Con mucho cuidado tomo un trozo de la maravilla que hay en la cocina e intento salir, cuando veo una sombra gigante con un delantal rosa.

-Leyna Marie Heim, ¿Puedo saber que estas haciendo?- dice mi padre con un delantal de... ¿Es una hello kitty?

-¿Por qué yo no tengo uno así?- digo señalando su delantal.

-Porque te falta estilo para llevarlo.- me responde mientras da una vuelta para mostrarlo.

Yo decido usar eso para salir por un lado de la cocina y poder comer en paz pero su mano me detiene.

-Si sigues así no me vas a dejar nada.- me reprende.

-Pues deberías ser más rápido, papito.- le digo y le saco la lengua.