La situación en la que me encuentro es algo que una persona con tan buen corazón como el mío no debería estar pasando.
Bueno, tal vez este exagerado un poco, no tengo el mejor corazón y mucho menos con las personas que me hacen daño. Nunca había considerado mala mi vida, pero hoy, hoy es otro tema, ahora debo correr porque estoy a punto de perder mi vuelo hacia Alemania y mi guardaespaldas, que también es mi amigo, me va a matar. La noche anterior lo deje solo y ahora voy a llegar tarde.
Subo al taxi que acabo de parar y le pido que me lleve al aeropuerto mientas busco el número de Mason en mi teléfono. ¡Tengo veinte llamadas perdidas y cincuenta mensajes! ¡Mason me va a matar!
El resto del viaje al aeropuerto me quedo pensando en quien era ese hombre atractivo que me ha dejado pasar la noche en su casa. Hablando de eso, puedo imaginar lo borrachita que estaba, y espero no haber hecho una escena porque eso no es bien visto en una señorita como yo.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no noto que ya habíamos llegado. Veo a Mason en la puerta con cara de quererme matar.
No lo culpo.
-Me podrías dar dinero para pagar?- le digo a la cara de culo que tengo en frente, ignorando su notable molestia- Por favor- con brusquedad me pasa un billete y me dispongo a pagar.
-¡¿Dónde estabas!? Me tenías preocupado, te fuiste y no me avisaste. Un día de estos me vas a matar. Te odio, Leyna.
-No mientas, tú me amas más que a nadie en la vida y, lo siento, pero ni siquiera recuerdo lo que paso anoche- me mira con notable enojo.
-No puedes seguir haciendo esto, un día de estos me vas a matar de la angustia y no tendrás quien te alimente- ataca como una madre lo diría.
-Lo prometo.- mentirosa.- Ahora corre, necesitaremos de dios para que no nos deje el vueloy Derek no nos mate- Pasamos por un montón de protocolos que no entiendo muy bien y subimos al vuelo directo a primera clase.
Como el vuelo es corto me dispongo a dormir un rato mientras llegamos a Berlín, para comenzar mi vida de nuevo.
No me malentiendan, amo Heim Industries y desde pequeña siempre he querido manejarlo todo pero hasta ahora tengo 21 años y quisiera vivir un poco más antes de coger esa responsabilidad.
°•°
Siento como me sacuden y, mi cerebro esta despierto pero mi cuerpo no. Escucho la voz de Mason diciéndome que ya estamos aterrizando, pero no logro moverme de lo cómoda que estoy. Me mueve tan brusco que termino abriendo mis ojos y desperezándome.
-Leyna, Leyna, Leyna. Despierta ya. Debes ponerte el cinturón o vamos a tener un accidente y te voy a dejar morir.- dice mientras termino de acomodarme para ponerme el cinturón.
-Voy a mandarte a matar. Estas despedido por no tratarme bien- digo mientras bostezo.
-Tú y yo sabemos que no me puedes despedir porque me amas y nadie sería capaz de matarme porque yo tengo más fuerza, por algo soy tu guardaespaldas.- responde con una mirada de aires superiores mientras me da un empujoncito.
-¿Por qué no te callas de una vez? Ya vamos a salir de aquí.- agrego mientras me dispongo a sacar mi equipaje de mano del compartimiento, me corrijo, mientras intento hacerlo porque no alcanzo ni a cogerla.
Veo una mano extraña sobre mí que coge mi maleta y, cuando volteo a ver de quien se trata, me topo con un chico obviamente más alto que yo, con un cabello casi rubio y una carita muy linda.
-Creo que me acabo de enamorar.- Digo y después me doy cuenta del error que acabo de cometer al decirlo en voz alta en lugar de pensarlo.
-De nada, señorita...
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Mister Russo. [✓]
Romance"- ¿Besas a todos los extraños con los que te cruzas? Ahora puedo confirmar que no tienes vergüenza. - se acerca peligrosamente." "-Pues para ser un viejo arrogante besa usted muy bien. - Ignoro su pregunta." "-Gracias a tu manera tan descarada de...