Ascenso

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En Washington DC pudieron actuar rápidamente al momento del levantamiento, logrando retrasar el avance insurgente con el ejercito y androides distribuidos al menos 30 kilómetros del capitolio. Por el momento toda esa área continuaba sus labores pero con muchas restricciones y vigilancia. El senador Ford recibió el mensaje del doctor desde las 7 de la mañana para verlo en un restaurante lujoso a medio día. Nunca le cayó bien el doctor. Era un hombre como de 55 años, serio e inteligente, pero también sabían todos en el congreso que podía ser despiadado y manipulador. El senador supo de inmediato que querría hablar con él debido a Eleuteria, aunque ignoraba por qué necesariamente debía ser el doctor y no el señor Cohen.

Llegó 5 minutos antes y solo pidió un café. Veía las noticias en su móvil por el levantamiento ocurrido 4 días antes. La agencia de seguridad ya había advertido de actividad en varias partes del mundo meses antes del estallido. Estaba sintiéndose molesto por esos rebeldes que atentaban contra la seguridad nacional, por tener que ver al doctor y por no saber en qué terminaría todo eso. Aunque lograran frenar completamente a Eleuteria en las próximas semanas, los daños provocados costarían millones.

El doctor llegó puntual. El senador de levantó y se tomaron de la mano. El doctor ordenó huevos con tocino y un jugo de naranja. Aquel señor de traje fino, lentes, delgado y con calvicie buena parte de enfrente, tenía una mirada pesada que examinaba cada gesto que hacia su interlocutor. Durante años había pertenecido al partido republicano al igual que el senador pero después se convirtió en un hombre cercano al señor Cohen. Decían que era su mano derecha en cuanto a política y lo invitó a su circulo interno.

– Debo tomar un avión en unas horas a Suiza para ver al comité de socios, pero quería hablar contigo antes –dijo el doctor con voz un poco ronca y con tranquilidad–. Estamos pensando en reubicaciones. Probablemente debamos llevar al señor al señor Cohen a otro país.

– Al parecer fue en todos lados ¿En que país podría sentirse seguro?

– En una de las estaciones espaciales que no puedo revelar, pero incluso tiene un bunker de seguridad en un país nórdico.

El senador Ford se sintió decepcionado por el comentario del doctor. Creía firmemente que el señor Cohen lo consideraba de confianza y ahora ni su destino podía revelar. Había compartido con él cumpleaños de sus hijos, reuniones de caridad y hasta habían cenado en casa de ambos siempre con amabilidad y dicha. Él personalmente le había confesado que era un buen amigo con quien se podía contar.

– ¿Y ahora por qué tanta alarma?

– Ya sabes eso. La situación es incontrolable. Nos tomaron por sorpresa y no teníamos idea que sería en todas partes. Aparte inteligencia cree que podrían poseer más poder que ahora.

– ¿Qué tiene planeado entonces el señor Cohen?

– Por eso te cité aquí. Me mandó hablar contigo.

– El señor Cohen siempre ha podido hablar conmigo. Sin ofender, no era necesario mandar intermediarios para comunicarse. Tiene mi NIC directo.

– Por el momento es importante que reduzca sus comunicaciones por temor a espionaje. Esos rebeldes también han logrado infiltrarse en áreas de máxima seguridad.

– ¿Debo entender que ya no soy de su confianza?

– Al contrario. El señor Cohen sabe de tu lealtad y compromiso. Sabe que eres un hombre respetable y muy listo. Quiere que tomes una parte generosa de sus acciones y una silla en el comité a cambio de algo.

– ¿Qué me quiere pedir a cambio por tan generosa oferta?

– Está planeando delegar a distintas personas por país para crear locaciones provisionales. Con la finalidad de proteger a sus ciudadanos del enfrentamiento.

– Está sucediendo otra vez. En primer lugar esto no pasaría si no hubieran mandado a los pobre a suburbios. Yo fui personalmente a ver uno y fue una mierda. Ahora quieren crear otro gueto. Siempre estuve en desacuerdo con marginar a esas personas. Por muy pobres, siguen siendo un flujo de dinero que tiraron a la basura.

– Tenemos informes de que los rebeldes están entrando a las casas a robar e incluso han matado a personas inocentes. Aparte en ejercito tiene ordenes de usar armas de mayor potencia en los próximos días. Es demasiado riesgo. Solo algunos podrán tener acceso a una de las estaciones espaciales. Tú sabes que la nueva infraestructura requería cierto limite de rentabilidad para transformar al país. Ellos solo hubieran estorbado por horrible que suene.

– No puedo involucrarme en algo así. Es demasiado.

– Es una ilusión especial del señor Cohen. Tendrás recursos ilimitados, androides y todo un equipo bajo tus ordenes para hacer lo que quieras. En las ciudades no hay mucho que hacer, pero a las afueras quiere trabajar con el campo y agricultura. En las costas con la pesca y todo eso.

– Campos de trabajo.

– Obligatorio para delincuentes y bien remunerado para la gente.

– Es una decisión demasiado extrema.

– El panorama no pinta nada bien. Eleuteria es demasiado fuerte y con millones de rebeldes bien organizados. Nuestros androides y armamento requieren espacios más libres para actuar con fuerza. No podemos volver a pasar lo del 2040.

– Ese misil mató 50 mil personas en Etiopia, pero terminó en un día. Aquí hablamos de 300 millones de americanos.

– Si dejamos a esa gente en sus casas puede correr el riesgo de más muertes, de que los recluten o simplemente los despojen de sus hogares. Como sea el ejercito debe usar todos los recursos disponibles sin poner en riesgo a la población.

– Será mucha gente para un espacio delimitado. Aunque los haga de tamaño del área 51 no estoy seguro de que se pueda lograr.

– Repito que tendrás todos los recursos y apoyo del señor Cohen. Tú sabes que él puede dártelos y con la ventaja de que te tendrá como prioridad por ser tu amigo y norteamericano.

– Escuche doctor. No voy a poner mi nombre en todo esto. Haré lo que pide pero jamás se debe saber que estuve involucrado.

– Tendrás un informe completo mañana de mi oficina con los detalles. Pide lo que quieras de a carta, yo invito. Debo irme.

La gestión se había vuelto caótica y solo podía confiar en las capacidades de los alcaldes quienes tenían sangre fría para hacer las cosas. Con la ayuda de androides poco a poco esos guetos serían recordados por la crueldad en que mantenían a las personas. El senador Ford a pesar de escapar a Chile con otro nombre cuando terminó la guerra, lograron extraditarlo y ser juzgado en Washington DC por crímenes contra la humanidad. Nunca creyó que sería juzgado al igual que a un nazi cuando su intención desde el principio fue proteger a los ciudadanos y complacer a Cohen en el camino.

Amor artificialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora